Yalitza Aparicio: ?Empezaron a llegar propuestas, pero me reduc¨ªan a m¨ª y a todos los que son como yo?

Han pasado cuatro a?os desde el bum de la pel¨ªcula Roma. Despu¨¦s del furor que caus¨® Cleo, la empleada dom¨¦stica de origen ind¨ªgena de una familia acomodada mexicana, quien la encarnaba, Yalitza Aparicio, decidi¨® esperar. Algo que pocos actores que logran una nominaci¨®n al Oscar en su primera pel¨ªcula suelen hacer. Pero en su caso, decir que no, rechazar las propuestas que fueron llegando, esperar, fue una cuesti¨®n de resistencia. Las ofertas que recib¨ªan Yalitza y su equipo parec¨ªan seguir perpetuando el efecto Cleo, encasill¨¢ndola en papeles que, aunque ella consideraba valiosos, le hac¨ªan cuestionarse por qu¨¦ los productores y guionistas solo pod¨ªan verla a ella, una mujer de origen ind¨ªgena, mexicana, latina, ocupando ciertos roles como los de empleada dom¨¦stica o vendedora de artesan¨ªas. ¡°Empezaron a llegar varios proyectos, pero reduc¨ªan lo que soy, y no solo me reduc¨ªan a m¨ª, sino a todas esas personas que como yo se inspiran y se van a inspirar con mis papeles. Aceptar esas propuestas significaba no romper con la estrechez de lo que se nos permite, supuestamente, so?ar a personas de mi origen. Les estar¨ªa diciendo: ?t¨² solo perteneces a este lugar y solo puedes aspirar a estos papeles!¡±, dice Yalitza Aparicio, que antes de ser actriz ya hab¨ªa conseguido, superando muchos obst¨¢culos, graduarse como maestra.

Yalitza Aparicio, portada de agosto de 'S Moda'

Su actitud desafiante y su compromiso por hacer que una mujer ind¨ªgena como ella encarnara otros papeles en el cine serv¨ªa a la vez de denuncia de las condiciones de desventaja en las que viven las mujeres ind¨ªgenas en M¨¦xico: el 22,2% no sabe leer ni escribir (en el resto del pa¨ªs la tasa es del 5%), el 85% de ellas trabajan sin contrato y cuando tienen un empleo cobran un 30% menos que las que no son ind¨ªgenas. Adem¨¢s, como en sus municipios se rigen por sistemas normativos propios, es com¨²n que no se permita a las mujeres votar ni ser electas, por lo que su presencia en cargos de poder es nula.

Yalitza Aparicio es de Tlaxiaco, una ciudad de Oaxaca, el Estado que tiene la mayor poblaci¨®n ind¨ªgena en M¨¦xico. En esa zona, 7 de cada 10 personas se autoidentifican con una etnia. Sus padres son de procedencias diferentes: Ra¨²l Aparicio es de origen mixteco y su madre, Margarita Mart¨ªnez, es triqui. Pero a pesar de que estos pueblos tienen sus propias lenguas y tradiciones, Yalitza Aparicio y sus hermanos no las aprendieron. Sus padres tuvieron que vivir la segregaci¨®n que hist¨®ricamente se les ha dado a los pueblos ind¨ªgenas en M¨¦xico, y en un acto de supervivencia ante la marginaci¨®n y la pobreza, decidieron ense?arles a sus hijos solo a hablar espa?ol aunque ellos mismos no lo hablaran bien. Esa historia de desarraigo no es una sola an¨¦cdota de infancia en la vida de la actriz mexicana, es m¨¢s bien una especie de p¨¦rdida que la ha impulsado a tomar decisiones como la de esperar pacientemente por su siguiente aparici¨®n en el cine y la de empezar a trabajar de la mano con lideresas ind¨ªgenas para hacer que sus demandas se escuchen m¨¢s fuerte. ¡°Durante todo este tiempo he buscado la forma de acercarme a Marcelina Baptista, que lleva a?os buscando que les otorguen en M¨¦xico derechos a las trabajadoras dom¨¦sticas, derechos que se merecen por ley, y cuando surge el bum de Roma me dije: ella tiene la informaci¨®n y los a?os de experiencia, yo tengo el foco y la atenci¨®n de la prensa, as¨ª que v¨¢monos, hay que poner sobre la mesa este tema¡±, cuenta Aparicio, quien invit¨® a Bautista a que hablara en el foro de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) y expusiera las situaciones de las empleadas dom¨¦sticas, que suman 67 millones en el mundo y que son, en un 80%, mujeres, ind¨ªgenas, inmigrantes y ni?as.

Despu¨¦s de estos cuatro a?os de espera actoral y activismo, finalmente, un nuevo personaje ha tocado a la puerta de Yalitza Aparicio y ella ha aceptado. Se trata de un papel en una pel¨ªcula de terror, dirigida por Luis Mandoki, que se est¨¢ grabando en M¨¦xico, con retos completamente distintos a los de Cleo. Pero si en el terreno del cine las transformaciones han llevado tiempo, en el mundo de la moda la acogida ha sido vertiginosa e imparable. Cuando a¨²n eran unas desconocidas, y ella y Nancy Garc¨ªa, las dos mujeres ind¨ªgenas que Alfonso Cuar¨®n eligi¨® para su c¨¦lebre cinta, buscaron un dise?ador que las vistiera para la alfombra roja de los Oscar de la Academia, las negativas fueron imperantes.

No solo no quer¨ªan vestirlas ¡ªal ignorar qui¨¦nes eran¡ª, sino que adem¨¢s ten¨ªan pocas cosas que pudieran ajustarse a sus cuerpos, de otra contextura y otra altura de la que se espera en la moda can¨®nica. La reticencia vino incluso de marcas peque?as a las que ellas acudieron pensando que el gancho de estar en una ceremonia de tal talante ser¨ªa suficiente. ¡°Nadie se imagin¨® que ¨ªbamos a tener tanta prensa y acogida en los Oscar, porque seguro ah¨ª s¨ª nos hubieran vestido¡±, dice con gracia Yalitza Aparicio, que es la primera y, hasta ahora, ¨²nica mujer ind¨ªgena nominada a un premio de la Academia.

Pero la imagen de la actriz, entonces de 26 a?os, erguida en la alfombra roja con un vestido azul turquesa, drapeado, de un solo hombro y de falda amplia, pronto gener¨® la inquietud y simpat¨ªa de muchas marcas, que vieron en ella un rostro poco com¨²n, pero, sobre todo, necesario en la moda. Sin embargo, tras su ¨¦xito y la vinculaci¨®n como imagen de varias marcas reputadas, las noticias en M¨¦xico empezaron a llenarse con un titular insistente. ¡°Critican a Yalitza Aparicio por aparecer vestida con Gucci¡±, dec¨ªa El Excelsior. ¡°Yalitza Aparicio responde a quienes la critican por usar ropa de marca¡±, replicaba Milenio. Parec¨ªa innegable la sorpresa en las audiencias mexicanas. Un asombro arraigado y cultural que no solo se alimenta de la ausencia de personas de origen ind¨ªgena en comercios o restaurantes de prestigio, sino que revela una dura realidad mexicana: una mujer ind¨ªgena recibe, de promedio, un sueldo mensual de 3.800 pesos mexicanos (unos 180 euros), cuando la media de la mayor¨ªa del pa¨ªs es casi el doble. As¨ª, la aparici¨®n de alguien a quien se le supone una posici¨®n socioecon¨®mica as¨ª, inamovible e inevitable, llevando encima piezas de lujo en las alfombras rojas, fue una conquista. ¡°Tuve que o¨ªr a muchos decir ?esto no te va!, por tu estatura y por tu origen deber¨ªas solo usar ropa tradicional. Pero cada vez que o¨ªa estos comentarios, era como si estuviera oyendo: ?qu¨¦date en casa! ?Naciste para tener hijos!, era sentir que me estrechaban en sus ideas. ?Qui¨¦n dijo que estoy autorizada o no para usar algo? Es mi cuerpo y yo me siento c¨®moda y feliz. ?Si los extranjeros vienen a M¨¦xico y compran ropa hecha con nuestros telares de cintura y de nuestras manos, por qu¨¦ yo no pod¨ªa usar ropa hecha de manos europeas?¡±, se pregunta Yalitza Aparicio, quien en su vestir diario ha decidido crear ¡°puentes¡± entre la ropa de su comunidad y otras comunidades mexicanas con las tradiciones m¨¢s emblem¨¢ticas del vestido europeo.

Cuando Cartier se acerc¨® a ella para que fuera su nueva embajadora y usara sus creaciones, Yalitza confiesa que ya hab¨ªa aprendido que dominar el discurso era una oportunidad para toda una comunidad. ¡°?C¨®mo voy a cargar yo una joyer¨ªa con tanto peso y renombre? Otra vez van a comenzar los comentarios ofensivos y las cr¨ªticas¡±, pens¨® para sus adentros. Pero luego apareci¨® esa voz rebelde que la ha llevado a tomar decisiones arriesgadas e inesperadas, como cuando dej¨® su carrera de maestra y se aventur¨® a ser actriz de la mano de Alfonso Cuar¨®n, o como cuando, por a?os, rechaz¨® proyectos en el cine. ¡°Y entonces dije ?que hablen! Si ponen la atenci¨®n en m¨ª, yo me voy a encargar de poner esa atenci¨®n en causas relevantes¡±. Y eso es precisamente lo que hizo junto a la marca, apoyando, por ejemplo, premios que financian y becan proyectos liderados por mujeres que generen un impacto social, como el Cartier Women¡¯s Initiative.

Para Yalitza Aparicio lucir cualquiera de las grandes firmas con las que la invitan a trabajar es abrir las puertas para que otras que quieran venir a hacer sus conquistas tengan las puertas abiertas. Fue justo eso lo que motiv¨® a la actriz mexicana a no sucumbir a las cr¨ªticas y a ese racismo disfrazado de asombro cuando decid¨ªa vestir con lujo: ¡°Ha sido magn¨ªfico o¨ªr a la gente decirme: ¡®Gracias, verte con ese vestido de dise?ador fue como sentir que yo lo llevaba y que pod¨ªa verme y concebirse as¨ª, que yo tambi¨¦n me puedo dar el permiso de utilizarlo¡¯. No soy ni la primera, ni la ¨²nica, ni la ¨²ltima que quiere transgredir esos mandatos de la moda¡±.

*Maquillaje: Gerardo Parra. Peluquer¨ªa: Erick Moreno. Producci¨®n: Jessica Abraham y Harry Zehenny (All the Embers); Yamel Thompson, Ver¨®nica Le¨®n y El¨ªas L¨®pez (Ag¨¹ita). ¡®Scouting¡¯: Alberto Polansky y Luis Cobian. Asistente de fotograf¨ªa: Albert Font. Asistente de estilismo: Ana Cecilia Mayen.