Nada Al-Ahdal: ¡°Quienes hacen las leyes no nos protegen, las chicas j¨®venes tenemos que defendernos nosotras mismas¡±

¡°Mis padres me dec¨ªan que el matrimonio era como un para¨ªso. Yo sab¨ªa que si aceptaba casarme iba a acabar muerta, como mi t¨ªa, o quem¨¢ndome viva, como mi hermana. Mi t¨ªa muri¨® a los 14 a?os. Mi hermana ten¨ªa 13 cuando se prendi¨® fuego¡±, relata con firmeza y emoci¨®n contenida Nada Al-Ahdal al otro lado de la pantalla, desde Newcastle. Ahora, con 21 a?os, esta joven activista yemen¨ª vive como refugiada en el Reino Unido. Cuando huy¨® del hogar familiar para evitar que se celebrara su boda ten¨ªa solo 11 a?os. En un v¨ªdeo que se volvi¨® viral, esa ni?a decidida denunciaba ante el mundo que la quer¨ªan casar en nombre de la ¡°tradici¨®n¡±. Lo grab¨® para que, si ella desaparec¨ªa, al menos quedara su testimonio, relata.

Todo eso ocurri¨® en 2013, pero en 2023 sigue pasando, motivo por el que Al-Ahdal se ha volcado en la lucha contra el matrimonio infantil. ¡°Cuando acud¨ª al Ministerio del Interior de Yemen vi que no hab¨ªa una ley que me protegiera del matrimonio infantil. La ¨²nica ley que me protegi¨® fue la presi¨®n de los medios¡±, sentencia.

Con su fundaci¨®n, trata de evitar que otras ni?as vivan lo mismo. ¡°Me enfada, porque a causa del silencio de quienes hacen las leyes, que no nos protegen, las chicas j¨®venes tenemos que defendernos nosotras mismas¡±, enfatiza. Al-Ahdal se vale de todos los medios a su alcance para amplificar su mensaje. Ahora colabora como embajadora con el programa Do Good de La Roca Village de Barcelona, que en su 25 aniversario quiere contribuir a generar conciencia para erradicar el matrimonio infantil.

All¨ª habr¨¢ en los pr¨®ximos meses una pop-up de la empresa Brides Do Good y se podr¨¢ ver un retrato-denuncia de Al-Ahdal, que posa de espaldas y vestida de novia en Amm¨¢n, Jordania, donde se refugi¨® tras ser secuestrada 14 d¨ªas por el Isis. ¡°Tuve que dejar mi pa¨ªs por lo que defiendo¡±, lamenta, ¡°a las familias y a los ni?os les lavan el cerebro con esta forma err¨®nea de entender la tradici¨®n que ha sido seguida ciegamente durante siglos; mi abuela se cas¨® con solo nueve a?os¡±. Pese a lo vivido, no pierde la esperanza: ¡°La educaci¨®n es la clave, en mi fundaci¨®n damos clases de ingl¨¦s a las chicas, les ofrecemos refugio y les hablamos de los derechos de las mujeres¡±.