Paloma Wool: por qu¨¦ la firma de moda favorita de Amaia nunca har¨¢ rebajas
En el proyecto de la dise?adora Paloma Lanna, hija de los fundadores de Nice Things, no se hacen descuentos, se vende solo online y se apuesta por las ediciones limitadas y los proveedores de proximidad.
Refugio. La casa de Paloma Wool tiene algo de eso. Est¨¢ a una manzana del paseo de Gracia y en una calle especialmente ruidosa, pero nadie lo dir¨ªa en cuanto abre la puerta. ?En este patio parece que est¨¢s en un pueblo?, comenta la dise?adora. Hace menos de un a?o que se mud¨® a este bajo del Eixample derecho de Barcelona y la enredadera que colocaron en el exterior ya empieza a trepar. La idea es que campe a sus anchas. Dentro de la casa, es f¨¢cil explicar la historia de su proyecto ¨Cprefiere no llamarlo ?marca de ropa?¨C a trav¨¦s de las piezas que se han ido acumulando: una escultura de Diego Cabezas, basada en un dibujo que apareci¨® en una camiseta; una l¨¢mina de la artista francesa In¨¨s Longevial, que firmar¨¢ la pr¨®xima colaboraci¨®n; un p¨®ster de Karim Haas, que en su d¨ªa fue un pa?uelo de Paloma Wool, y muchas fotos hechas por amigos y colaboradores que han dejado huella en su historia, como Alba Yruela, Carla Fuentes, Rafa Castells y Olga de la Iglesia.
Los colores son muy Paloma Wool. A primera vista, el ojo no detecta estridencias en el espacio di¨¢fano de paredes blancas. Hasta que uno se fija en los sof¨¢s verdes, las mesas de m¨¢rmol rosa, las l¨¢mparas rojas, azules y amarillas. Tambi¨¦n hay, por todas partes, fotos de los padres de Paloma, que en los ochenta fundaron la exitosa Globe y m¨¢s tarde Nice Things. ?Quise tener mi propia marca con 19 a?os y ahora me alegro de no haberlo hecho. Encima iba a llamarla Little Paloma, que me parece un nombre poch¨ªsimo?, se r¨ªe. Quiso estudiar dise?o de moda, pero sus padres le convencieron para que cursara Administraci¨®n de Empresas en Esade, cosa que celebra. ?Si no, ahora me sentir¨ªa muy perdida en cuestiones de marketing y de gesti¨®n. Lo otro ya lo llevaba de casa. Lo aprend¨ª viajando y viendo a mis padres?.
Al final de la carrera, Paloma, que en realidad se llama Paloma Lanna, curs¨® un semestre en Nueva Zelanda. Volvi¨® a tiempo para acompa?ar a su padre, Miquel, que falleci¨® en 2012. ?Mi madre me pidi¨® que me incorporase a Nice Things y all¨ª tuve muy claro que quer¨ªa hacer algo distinto. Con m¨¢s independencia, porque vi las cosas por las que sufr¨ªa mi madre. Las rebajas, por ejemplo. O incluso el cambio clim¨¢tico, que hace que ya no se vendan abrigos hasta los descuentos. Vi que ten¨ªan que hacer dos colecciones al a?o, muy influidas por lo que quer¨ªan los agentes y compradores, con poca autonom¨ªa creativa. Cuando tienes algo construido no puedes cambiar eso. Te debes a otras cosas. Yo quise establecer otros pilares, hacer algo obligado de esos compromisos?.
Sobre el papel, el sistema de Wool no deber¨ªa ser un proyecto viable. Hacen prendas atemporales sin calendario, venden solo online y ediciones limitadas. Producen con proveedores de proximidad, en f¨¢bricas de Catalu?a y Portugal, excepto los zapatos, que se hacen en Alicante. Y funciona. Acaban de tener su primer punto de venta f¨ªsico, una tienda ef¨ªmera en Liberty, los grandes almacenes londinenses que todav¨ªa ocupan el mismo edificio de la escuela Arts & Crafts que cuando se fundaron en 1847. ?Ha sido el pop-up m¨¢s exitoso de la historia de Liberty y fue la marca m¨¢s vendida en el Black Friday, a pesar de que no hacemos descuentos?. Lo l¨®gico ser¨ªa abrir un c¨®rner all¨ª, pero Lanna no quiere hacerlo de la manera tradicional. ?No queremos tener un burro all¨ª con ropa y ya est¨¢, quiz¨¢ un espacio que mezcle objetos, arte¡?. Tambi¨¦n est¨¢n proyectando abrir otras tiendas ef¨ªmeras en Nueva York y Los ?ngeles, ?espacios en los que pasen cosas, donde se re¨²na gente, se proyecten v¨ªdeos, puedas ver piezas de los artistas en los que creemos¡?.
En breve, su equipo, formado por ocho mujeres, se independizar¨¢ de la sede que ocupan hasta ahora y que comparten con la marca madre, Nice Things, para tener su propio taller. ?Habr¨¢ espacio para trabajar, un estudio de fotos y un showroom tienda. Queremos unificarlo todo de manera que si alguien viene a comprar nos vea trabajar. De hecho, la idea es que el estudio fotogr¨¢fico en lugar de pared tenga un cristal?, explica la dise?adora. Esa transparencia buscada es tambi¨¦n una de las claves del proyecto, que ha generado una comunidad de ac¨®litas (aunque han empezado a hacer ropa de hombre, la mayor¨ªa de las seguidoras son mujeres) conectadas en Instagram. ?Junto a la foto perfecta de un shooting me gusta colgar un v¨ªdeo en el que salimos todas ri¨¦ndonos?, dice. ?Me gusta que la gente vea que somos un grupo de chicas desarroll¨¢ndonos, creciendo juntas. En la moda parece que las mujeres compitan entre ellas y por eso me he empe?ado en mostrar a las m¨¢s j¨®venes la idea de ¡®mira cu¨¢nto nos queremos, c¨®mo nos ayudamos?. Aprenden por ensayo y error y no aspiran a la perfecci¨®n, reconoce Lanna: ?Al final, somos como ni?as jugando. Si la foto sale mal, la ponemos tambi¨¦n?.
Igual que una casa va evolucionando con sus due?os, un proyecto tan personal sigue necesariamente el paso de su fundadora. Ahora, por ejemplo, el cuerpo le pide vestir de manera m¨¢s sexy que hace unos a?os, cuando llevaba prendas oversize y ropa de hombre, y eso se traduce en ?rajas altas en las faldas, mallas, crop tops. Pero no lo hago porque haya analizado que eso es para una mujer feminista empoderada, sino porque quiero y eso es para m¨ª el feminismo?. Tampoco hablamos de un sexy convencional: ?Me gusta la mezcla. Lo que me atrae desde siempre es que nadie perciba que te has trabajado como vas vestida. Eso est¨¢ en Paloma Wool, ese punto de ¡®oye, que estoy muy tranquila as¨ª?.
La filosof¨ªa del proyecto se entiende mejor fuera que dentro de Espa?a. A Paloma ya no le sorprende tanto como antes cruzarse por Londres o Nueva York con gente vestida con sus prendas, algo que no le ocurre en Madrid o Barcelona. ?Quiz¨¢ es que nuestra est¨¦tica es m¨¢s anglosajona. En Espa?a hay m¨¢s cultura de comprar en Inditex. Entendemos la moda de forma distinta. En Estados Unidos, la gente se lo curra mucho vistiendo. Tienen inter¨¦s por las marcas peque?as. Es habitual, por ejemplo, que la gente te pare y te pregunte qu¨¦ llevas?. Est¨¢n, casi a su pesar, condenadas a hacerse m¨¢s grandes, pero a su manera: ?No tengo ning¨²n ansia por crecer. Lo que tengo es obsesi¨®n por permanecer pura, que el proyecto no se diluya. He visto c¨®mo las marcas de mis padres perd¨ªan libertad creativa y de decisi¨®n y no quiero que me pase a m¨ª?.
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