El mensaje oculto tras los incre¨ªbles pa?uelos de la doctora responsable del coronavirus en Estados Unidos
Deborah Birx, encargada de gestionar la crisis sanitaria estadounidense, tiene la colecci¨®n m¨¢s impresionante de fulares y luce uno distinto en cada aparici¨®n. Herm¨¨s, Echo o Emilio Pucci est¨¢n detr¨¢s de los dise?os.
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Desde que la nombraran coordinadora de la respuesta al coronavirus en Estados Unidos el pasado 26 de febrero, la doctora Deborah Birx ha convertido su colecci¨®n de fulares en protagonista de cada comparecencia. Defensora de una postura frente a la crisis a medio camino entre la imprudencia de Donald Trump y la mano izquierda del epidemi¨®logo Anthony Fauci, obligado a corregir al presidente en cada aparici¨®n, la experta es blanco de algunas cr¨ªticas respecto a la gesti¨®n de la pandemia, pero ha logrado el aplauso un¨¢nime en lo que a elecciones estil¨ªsticas se refiere.
Hace unos d¨ªas, la cr¨ªtica de moda del?Washington Post?Robin Givhan escrib¨ªa un art¨ªculo elogiando sus pa?uelos y el ¨¦xito ha sido tal que una cuenta de Instagram recopila ya toda su colecci¨®n informando, incluso, de las firmas detr¨¢s de cada uno. Herm¨¨s es su favorita seguida por Emilio Pucci o las estadounidenses Echo y Ann Hand y m¨¢s all¨¢ de la variedad que acumula, ha llamado la atenci¨®n c¨®mo se los pone. Lo mismo los lleva en forma de chal, que los luce como un forajido del viejo Oeste o los anuda al estilo cl¨¢sico. Incluso se atreve a colocarlos sobre los hombros a lo Sailor Moon, recordando en realidad? al fich¨², precursor del fular en los siglos XVIII y XIX. Su creatividad no tiene l¨ªmites y, por el momento, no est¨¢ dispuesta a repetir modelo. Pero, ?qu¨¦ hay detr¨¢s de esta obsesi¨®n por los pa?uelos?
Patrycia Centeno, especialista en comunicaci¨®n no verbal y analista de indumentaria pol¨ªtica, explica a S Moda el significado: ?El estilo de Deborah Birx es cl¨¢sico y el fular tambi¨¦n lo es. Ese toque conservador, en un tiempo de incertidumbre como el que vivimos, da cierta tranquilidad. Sin embargo, la variedad de colores y estampados aportan vitalidad, alegr¨ªa y esperanza. Algo que tambi¨¦n ayuda emocionalmente?, detalla la experta, que imparte formaci¨®n sobre moda y su interpretaci¨®n.
Mientras que el epidemi¨®logo Anthony Fauci mantiene un tono m¨¢s cient¨ªfico y alejado de las emociones, Birx gestiona el discurso desde un punto de vista m¨¢s cercano, convenciendo con sus conocimientos en diplomacia de la necesidad de seguir las medidas propuestas para frenar los contagios. Y eso es precisamente lo que comunica tambi¨¦n a trav¨¦s de la ropa. No est¨¢ interesada en parecer demasiado seria, inaccesible, aburrida ni en vestir con un atuendo ¨Cv¨¦ase un traje¨C tradicionalmente considerado como adecuado para una mujer pol¨ªtica, sino que prefiere mantener cierta proximidad, cercan¨ªa y vitalidad. ?Seguimos siendo humanos? es el mensaje que manda al mundo con sus pa?uelos, seg¨²n Givhan, que califica su estilo como una muestra de su inteligencia emocional.
A pesar de lo llamativos que resultan ¨Cno solo por la variedad de estampados y colores, sino por c¨®mo va variando la manera de anudarlos¨C, la doctora consigue proyectar una imagen equilibrada combinando los fulares con blusas, camisas y jers¨¦is siempre lisos y en colores neutros (gris, negro, tonos tierra o azul marino). ?Si se desea proyectar credibilidad y confianza, es esencial que la imagen tampoco eclipse el discurso; m¨¢s cuando se trata de una informaci¨®n tan vital como la referida a una pandemia. Si el color y estampado lo aplicara al resto de su indumentaria, resultar¨ªa excesivo y ser¨ªa imposible prestar atenci¨®n a lo que dice?, aclara Centeno.
Como explica Alison Lurie en el Lenguaje de la moda: una interpretaci¨®n de las formas de vestir, en profesiones catalogadas como ?aburridas¡± siempre se ha permitido cierta ¡°excentricidad? en el vestir. Y eso es precisamente lo que est¨¢ defendiendo la doctora Birx a golpe de coloridos ¨Cy variados¨C pa?uelos. Qui¨¦n sabe si Trump, que recomend¨® protegerse con bufandas como alternativa a las mascarillas frente a la pandemia, inspir¨® en ella su ocurrencia.
Despu¨¦s de que Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, haya hecho tambi¨¦n de los fulares una de sus se?as de identidad, un art¨ªculo publicado por la BBC analizaba si este accesorio es el nuevo s¨ªmbolo de poder femenino. Sin embargo no tiene mucho de nuevo: ya las sufragistas luchaban por la causa con un pa?uelo al cuello (?Votes for Women? podr¨ªa leerse en muchos de ellos), en los a?os 50 eran lucidos por las clientas de grandes casas de lujo a las que se los regalaban como muestra de gratitud y de alguna forma, con la incorporaci¨®n de la mujer al mercado laboral, se convirtieron en el equivalente femenino a la cortaba.
Su simplicidad ¨Cal final es un simple trozo de tela que rodea el cuello¨C lo hace vers¨¢til convirti¨¦ndolo en una herramienta capaz de personalizar cualquier look de forma f¨¢cil, r¨¢pida y sin caer en lo extravagante. Ofrece una oportunidad de experimentar que, muchas veces, no es sencillo de aplicar a otras prendas. En el caso de Birx, luce adem¨¢s dise?os de las dos grandes casas de referencia en este accesorio: Herm¨¨s, la francesa y m¨¢s conocida, y Echo, su equivalente estadounidense. Esta firma lleva haciendo pa?uelos desde 1923 y se hizo famosa en los setenta con el lema ?The Echo of a interesting Woman?. La doctora no elige cualquier fular ni deja su colocaci¨®n al azar: todo forma parte de una poderosa herramienta de comunicaci¨®n.
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