?Es suficiente el New Look en Dior?
Cuando se cumple un a?o del despido de Galliano, las colecciones pasan, y en Dior no han movido ficha ?les vale quedarse como est¨¢n?
Desde que en la casa Dior despidieran a John Galliano hace exactamente un a?o, al menos ocho son los candidatos que se han barajado como sucesores dando por hecho que el actual enlace entre las petites mains y Sidney Toledano, Bill Gaytten, necesita ser reemplazado. Riccardo Tisci, Jason Wu, Alexander Wang, Marc Jacobs o m¨¢s recientemente Raf Simons, Stefano Pilati, Haider Ackermann (ayer mismo se apuntaba en dos direcciones: que?se le hab¨ªa visto salir de los cuarteles generales de la maison en Rue Montaigne?y que se hab¨ªa enviado un ramo de flores a su nombre a esa direcci¨®n) o Christopher Kane (el ¨²ltimo en autodescartarse) son los dispares nombres que llevan sonando ininterrumpidamente en los ¨²ltimos 366 d¨ªas.
Cada vez que ha acechado la presentaci¨®n de una nueva colecci¨®n -de momento, con esta?de oto?o-invierno 2012/13 van dos de pr¨ºt-¨¤-porter, dos de Alta Costura y dos de entretiempo- no ha habido piedad ni miramientos con el fluctuar de conjeturas y sospechas, m¨¢s en los tiempos convulsos que corren para la moda. En Dior no se han molestado en decir esta boca es m¨ªa pero el ruido generado en medios (la mayor¨ªa de rumores han nacido de fuentes fiables y cercanas) y redes sociales demuestra que, al menos aqu¨ª fuera, un cambio se pide a gritos. La cosa es tan f¨¢cil de asumir como que por mucho que hiciera el maestro Christian Dior (o sucesores como Saint Laurent o Marc Bohan) por la historia del vestir, han bastado catorce a?os de un se?or muy desquiciado pero con mucho talento para poner patas arriba sus archivos y crear un nuevo legado.?
Que ahora se saquen de la moda una revista online para compartir contenidos y ofrecer sus desfiles en directo o pongan a tuitear a una de las blogueras con m¨¢s ¨¦xito del panorama internacional (Susie Bubble) con tal de darle repercusi¨®n al lanzamiento, habr¨¢ que ver si suficiente para vigorizar una colecci¨®n como la que hemos visto este mediod¨ªa en Par¨ªs: s¨ª, profundamente old Dior?como las dos anteriores, aunque con vistas a seducir a un p¨²blico m¨¢s joven -las siluetas son m¨¢s dulces, m¨¢s relajadas- y seguramente de sobra para que le salgan los n¨²meros a Toledano, pero ?es eso bastante??
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