El lucrativo negocio de llenarse las orejas de pendientes

Si alguien les hubiera dicho a los punkies de los 80 que dejarse la oreja como un colador iba a ser el colmo de la sofisticaci¨®n tres d¨¦cadas despu¨¦s, probablemente se hubieran echado a re¨ªr (y se hubieran deshecho de sus m¨²ltiples pendientes). Como explicaba Brenda Otero en el art¨ªculo Los ¡®piercings¡¯ ya no son lo que eran: ahora son finos y de diamantes, llenarse las orejas de delicadas piezas de joyer¨ªa es en nuestro tiempo la m¨¢xima expresi¨®n de lo cool. Y tambi¨¦n un lucrativo negocio. Seg¨²n publica WWD, los dise?adores de joyas est¨¢n haciendo caja gracias a la fiebre por los piercings y los pendientes especiales suponen una interesante fuente de ingresos.

Llevar un segundo agujero (o fingir que se lleva) se ha vuelto tan com¨²n que multitud de firmas joyeras se han puesto las pilas para satisfacer a consumidoras deseosas por copiar las orejas repletas de joyitas que pululan por Pinterest o Instagram. Algunas venden pendientes individuales dispuestos a aumentar la demanda de nuevos agujeros (que, al parecer, est¨¢ creciendo a nivel global de Par¨ªs a Corea del Sur pasando por Londres o Berl¨ªn). Otras simplifican la tarea creando piercings que no necesitan perforaci¨®n: delicados aros y piezas arquitect¨®nicas ¨Cde esas que necesitan manual de instrucciones para entender c¨®mo se colocan¨C se han convertido en best seller de firmas espa?olas como Sansoeurs.

La ense?a creada por las hermanas Cristina y Estefan¨ªa S¨¢nchez ha copado portadas de Vogue y sus monopendientes acaban de desembarcar en Net a Porter. ¡°Hace unos a?os nadie se planteaba llevar la oreja llena de piercings en ambientes formales, hoy se ve como algo normal¡±, cuenta Cristina S¨¢nchez a S Moda. La marca de joyer¨ªa gallega fue una de las primeras ense?as nacionales en apostarlo todo a los pendientes poco convencionales y a d¨ªa de hoy sus piezas minimalistas que ni siquiera necesitan tuerca son su se?a de identidad. ¡°Ten¨ªamos ganas de cuestionar lo de siempre y modernizar la joyer¨ªa as¨ª que desde el principio decidimos vender todos nuestros modelos de forma individual¡±, sostiene.

Las hermanas Sonseurs han notado un repunte en las ventas de sus pendientes al calor de la locura por las orejas ultradecoradas. ¡°Cuando empezamos en el 2010, el 80% de lo que vend¨ªamos eran anillos. En las ¨²ltimas campa?as hemos desarrollado muchos modelos de pendientes de los que la mitad son piercings o piezas sin espigo y a d¨ªa de hoy es la familia que m¨¢s vendemos¡±, confiesan. Eso s¨ª, los dise?os m¨¢s arriesgados funcionan mejor fuera de Espa?a. Nuria Bl¨¢zquez, fundadora de Small Affaire, secunda sus palabras: ¡°Nosotros detectamos que en Australia, Estados Unidos y Londres los pendientes por unidades funcionaban muy bien pero aqu¨ª a¨²n cuesta un poco m¨¢s que la gente se tire a la piscina¡±. Por eso decidieron reducir su apuesta inicial por las unidades sueltas y a d¨ªa de hoy solo los producen en su taller de Cuenca bajo petici¨®n. ¡°Eso s¨ª, hemos sacado un par de packs que contienen pendientes de distintos modelos y han funcionado muy bien as¨ª que repetiremos en la pr¨®xima colecci¨®n¡±, a?ade.

Laura Somoza, al frente de Ouibyou, es otra de las dise?adoras espa?olas que apuesta fuerte por vender pendientes individuales: ¡°Personalmente siempre me ha gustado la idea de poder llevar las cosas desparejadas¡­ desde un bikini con parte de arriba y de abajo distintas hasta las joyas¡±, nos cuenta. Por eso el cat¨¢logo de su tienda online est¨¢ repleto de piezas sueltas para llevar en solitario o combinadas. ¡°Al principio pensamos que la gente no se atrever¨ªa, pero a d¨ªa de hoy toda nuestra oferta son piezas independientes a excepci¨®n de los aros. Ha habido clientes que nos han escrito para decirnos que solo hab¨ªan recibido una unidad. Al aclararles que se trata de un modelo individual, algunos se han animado a probar la tendencia y otros se han comprado otro para hacerse el par. Pero en general los vendemos muy bien en solitario porque son el sello de la casa¡±, explica a S Moda.

En el panorama internacional ocurre los mismo: pocas marcas de joyer¨ªa contempor¨¢nea, minimalista y de tendencia renuncian a los monopendientes en su cat¨¢logo. Givenchy multiplic¨® por diez la ocurrencia y la subi¨® a la pasarela y hasta J.W. Anderson rinde homenaje al piercing fuera del mundo orfebre con su bolsito perforado. La dise?adora de joyer¨ªa Jennifer Fisher asegura que desde que incluy¨® estas piezas sus ventas globales han aumentado un 40% (¡°muchas chicas tienen hasta cuatro perforaciones m¨¢s un piercing en el cart¨ªlago y parece lo normal ahora¡±, explica a WWD) y Laura Freedman, due?a de?Broken English jewelry, afirma que los despacha por toneladas: ¡°definitivamente es una categor¨ªa de la que no deber¨ªan olvidarse las tiendas¡±, aconseja.

Aunque en Espa?a (de momento) no nos resulta extra?o llevar solo dos agujeros, cada vez son m¨¢s quienes se atreven a perforarse la oreja en varios puntos. Es m¨¢s barato que un tatuaje y si el d¨ªa de ma?ana te arrepientes, basta con quitarte el pendiente y dejar que el orificio se cierre. Adem¨¢s de los m¨²ltiples en el l¨®bulo, los m¨¢s populares son en el h¨¦lix (parte superior del cart¨ªlago) y en tragus (el trozo redondeado de cart¨ªlago que sale desde la zona de la mand¨ªbula). Pero lo que de verdad arrasa son los constellations piercing o constelaciones que no es otra cosa que convertir el pabell¨®n auditivo en una composici¨®n art¨ªstica combinando piezas de distintas formas y tama?os. Algunas firmas como Alison Lou incluso dise?an pendientes a conjunto para crear un jard¨ªn en la oreja o convertirla, a base de ojos, labios y narices rojas, en base neutra para crear un Mr. Potato.

El fen¨®meno ha convertido a figuras como la profesional del piercing y dise?adora de joyas Maria Tash o el perforador neoyorquino J. Colby Smith en una suerte de magos de las composiciones a base de pendientes. ¡°Es seguro invertir en esta categor¨ªa. Para m¨ª tener m¨¢s agujeros es una manera de llevar m¨¢s joyas y generalmente a las mujeres les gusta la joyer¨ªa. Solo necesit¨¢bamos que se hiciera un poco m¨¢s socialmente aceptable¡±. Y a juzgar por las im¨¢genes de Instagram y las orejas de Daria Werbowy, Emma Stone o Julianne Moore (ya sean de pega o de verdad los lucen incluso en alfombras rojas), ese momento ha llegado.