?Picaremos con las ?planaformas??
El a?o pasado Prada sac¨® unos zapatos de plataforma plana que se antojaban flor de un d¨ªa. Esta temporada, modelos similares han colonizado las tiendas.
Es lo que tiene la moda, que siempre r¨ªe la ¨²ltima. El verano pasado nos llevamos las manos a la cabeza con los zapatos masculinos de plataforma plana de Prada. Una afrenta est¨¦tica fruto del impenetrable humor de Miuccia Prada, dijimos. Deber¨ªamos haber mantenido la boca bien cerrada, porque un a?o despu¨¦s las tiendas est¨¢n llenas de similares planaformas.
Los anglosajones las han bautizado flatforms. Sandalias, alpargatas, deportivas o brogues con entarimado. Todo lo contrario que caminar al ras del asfalto con las bailarinas ?No quer¨ªamos suelas? Toma dos tazas.
Sus virtudes son claras: doce cent¨ªmetros m¨¢s de altura sin la tortura del tac¨®n.? Y hasta ah¨ª. Como inconvenientes, su tufo a Herman Munster y la poca elegancia de su suela-ladrillo. Lo cierto es que es un calzado que no enga?a a nadie.? No se vende como la esencia de la feminidad o la delicadeza, quita importancia a los vestidos cortos y se regodea en su fealdad. Una sinceridad que puede funcionar como ha sucedido con otros zapatos poco agraciados (Uggs, Crocs, Birkenstocks) de inesperado ¨¦xito.
La moda r¨ªe la ¨²ltima y mejor, s¨ª. Pero adem¨¢s tiene la capacidad de disfrazarse de eterna novedad. Estas planaformas se usaban en el teatro griego para realzar determinados personajes y eran un accesorio habitual de las cortesanas venecianas del siglo XVI. M¨¢s recientemente fueron fundamentales para la parafernalia del clubbing noventero y parte del uniforme de las Spice Girls.
No nos riamos demasiado de las actuales y aguadas versiones. Un descuido y el a?o que viene calzamos botas Buffalo con alzas de 20 cent¨ªmetros.? Que todo empieza con Alexa Chung desempolvando una inocente camiseta de Sonic Youth.
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