¡°Creo que despu¨¦s de mi muerte voy a ser el pedazo de caca m¨¢s grande del mundo¡±: Frida Kahlo aparece como nunca lo hab¨ªa hecho en un documental en Sundance
Utilizando solo sus cartas y diarios, materiales in¨¦ditos, ¡®Frida¡¯, el documental presentado en Sundance, nos introduce en la mente de la omnipresente artista mexicana para ver su arte y el mundo desde su perspectiva
¡°Creo que despu¨¦s de mi muerte voy a ser el pedazo de caca m¨¢s grande del mundo¡±. Frida Kahlo dej¨® esta frase escrita y con ella la cineasta peruana Carla Guti¨¦rrez cierra el documental Frida, presentado estos d¨ªas en el Festival de Sundance, para mostrar seguidamente la omnipresencia de su rostro y arte por el mundo m¨¢s como una marca y un icono que como persona, mujer y artista.
Frida, probablemente, lo vio venir. En las ¨²ltimas d¨¦cadas se ha convertido en algo que, a ella, como poco, le habr¨ªa provocado una gran carcajada, una risa continuada, como la que mantuvo toda su vida. Su sentido del humor y su sarcasmo fueron, precisamente, lo que m¨¢s sorprendi¨® a Guti¨¦rrez en la exhaustiva investigaci¨®n que hizo sobre la artista mexicana. Guti¨¦rrez, que debuta como directora viniendo de la sala de montaje (RBG, Wonder Women! The Untold Stories of American Superheroines), y su equipo recorrieron todos los archivos del mundo que guardan documentos o arte de Kahlo: cartas, diarios, que eran sobre todo ilustrados, pero tambi¨¦n conten¨ªan poemas, ensayos y las pocas y breves entrevistas que le hicieron en vida.
Empezaron por la biograf¨ªa que escribi¨® Hayden Herrera, quien arranc¨® su investigaci¨®n en los a?os setenta, cuando a¨²n pudo conseguir testimonios de amigos y contactos directos de Frida: su novio de la universidad, Alejandro, con quien tuvo el accidente que marcar¨ªa su vida, su enfermera, sus amantes¡ Viajaron a casa de la escritora en Cape Cod y en su desv¨¢n encontraron todas las notas y entrevistas completas que nadie antes hab¨ªa revisado hasta ahora. ¡°Fue una gran sorpresa. Intelectuales y acad¨¦micos deber¨ªan revisarlo¡±, dice Guti¨¦rrez. Lo mismo les pas¨® con los archivos personales de dos cineastas nonagenarios que rodaron un filme sobre Frida en 1976. ¡°Ellos tambi¨¦n ten¨ªan entrevistas con gente que la hab¨ªa conocido y nos dieron una caja con cintas que no se hab¨ªan visto nunca en estos 40 a?os¡±, contin¨²a la cineasta. ¡°Hay mucho trabajo hecho alrededor de la figura de Frida, pero todo este material estaba a¨²n sin ser analizado por nadie. Nuestra peque?a pel¨ªcula obtuvo algunas fuentes de primera mano guardadas en cajas durante 50 a?os¡±.
Guti¨¦rrez ten¨ªa la intuici¨®n de que solo a trav¨¦s de las palabras de Frida podr¨ªan construir una pel¨ªcula, completada con voces externas (de Diego Rivera, de amigos¡), pero a medida que descubr¨ªan todo este material se dieron cuenta de que solo con las palabras de la artista podr¨ªan lograrlo. La actriz Fernanda Echevarr¨ªa es la encargada de doblar con tono jocoso, con profundidad de fumadora empedernida, con pasi¨®n optimista y tambi¨¦n a veces muy negativa las frases elegidas para recontar la historia de la artista, c¨®mo se ve¨ªa a ella misma y c¨®mo ve¨ªa el mundo. Sus frases se oyen en off mientras en pantalla vemos fotos en blanco y negro de ella, de su entorno y sus cuadros ligeramente animados para dirigir nuestra mirada hacia detalles para entender lo que a la vez vamos escuchando.
La descripci¨®n del terrible accidente que sufri¨® de joven y que le quebr¨® la vida, por ejemplo, se representa a trav¨¦s de im¨¢genes en blanco y negro de la ¨¦poca, titulares de peri¨®dico y la animaci¨®n del cuadro La columna rota. ¡°No fue violento, sino sordo o lento¡±, escuchamos mientras vemos esa larga columna resquebrajarse. Y, sin embargo, m¨¢s adelante escribi¨®: ¡°Ahora habito en un planeta doloroso, transparente como el hielo, pero que nada oculta¡±, dice mientras se pintan los clavos y l¨¢grimas de ese ¨®leo. ¡°El choque me destroz¨® siquiera no me llev¨® ¡®la pelona¡±, recita Echevarr¨ªa mientras va pint¨¢ndose ante nuestros ojos El sue?o o La cama que Frida acab¨® en 1940, 15 a?os despu¨¦s del accidente. ¡°Nuestro objetivo era meter a la audiencia en la cabeza de Frida y en su coraz¨®n¡±, explic¨® Guti¨¦rrez despu¨¦s del estreno aplaudido en Sundance.
Entre las palabras de Frida descubrimos humor, mucho, vitalidad revolucionaria y amor, much¨ªsimo, y dolor, tanto. Empez¨® ri¨¦ndose de la fe cat¨®lica de su madre y de la iglesia de la que la acabaron ¡°jalando¡±, echando. Se re¨ªa del gran amor de su vida, Diego Rivera, al que llamaba Cara Sapo o Panzas y a quien, seg¨²n el testimonio de alguna amiga, siempre volv¨ªa a reconquistar con su humor y sus locuras. Pero ¨¦l tambi¨¦n fue causa de su dolor y penas, quien le hizo sentirse de menos, de quien escribi¨® sentimientos de arrepentimiento por los a?os que pasaron en Estados Unidos (¡°Diego es la gran caca aqu¨ª [¡], pero yo solo quiero irme a M¨¦xico¡±) y por los que estuvo sin pintar para ella. ¡°Voy aprendiendo a estar sola, una ventaja y un peque?o beneficio [¡]. He perdido mis mejores a?os viviendo a expensas de un hombre¡±, escribi¨®.
Esa rebeli¨®n contra el sistema machista en el que creci¨® y que ella misma abraz¨® durante mucho tiempo salta tambi¨¦n en sus cartas y diarios. Como su rechazo a los surrealistas y a Andr¨¦ Breton en particular. ¡°Odio el surrealismo, una manifestaci¨®n decadente del arte burgu¨¦s¡±, dej¨® escrito. ¡°Que coman caca¡±, les dijo a Breton y sus amigos despu¨¦s de su terrible experiencia en Par¨ªs con ellos. Aunque tambi¨¦n hubo amor en su vida, much¨ªsimo, hacia Rivera, claro, y hacia sus m¨²ltiples amantes, que son recordados a trav¨¦s de la correspondencia que mantuvo con algunos de ellos: Georgia O¡¯Keefe, Isamu Noguchi, Nickolas Murray, Josep Bartol¨ª¡
Tambi¨¦n mostr¨® su frustraci¨®n, dolor y enfado tras sus abortos. Muy bien explicado en una carta que escribi¨® la propia Frida a un m¨¦dico: ¡°Creo que es mejor abortar, pero el doctor me dijo que es mejor tenerlo¡±. Esos episodios, cree Guti¨¦rrez, marcaron del todo la deriva emocional de su arte. ¡°En mi vida he pintado la versi¨®n honesta de m¨ª misma [¡]. Pinto porque lo necesito¡±. Y con esta frase arranca el documental. La definici¨®n del arte de Frida Kahlo y de ella como artista y como mujer. La pintura complet¨® una vida que vivi¨® con pasi¨®n y le ofreci¨® una v¨ªa de escape al dolor que sufri¨® tambi¨¦n apasionadamente. Pint¨® ¡°sin ambici¨®n de gloria¡±. La pel¨ªcula espera que dejemos de verla como un mero icono o marca. Y si lo hacemos, que al menos lo hagamos con su sentido del humor.
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