Adi¨®s a las fotos ¡®sexys¡¯ en redes: la desesperaci¨®n por llamar la atenci¨®n busca nuevos caminos

Lo hemos visto este verano. En cuanto subieron las temperaturas, la cantidad de ropa presente en las redes sociales se desplom¨®. Figuras como Mario Casas y Ester Exp¨®sito comparten con sus seguidores im¨¢genes destinadas a capturar la atenci¨®n de los medios y a despertar la pasi¨®n de sus fans, pasando de las fotograf¨ªas de libros acompa?ados de humeantes caf¨¦s a los m¨²sculos, al aceite corporal y a la piel. Las thirst traps, por definici¨®n, son ¡°las im¨¢genes que alguien sube a sus redes sociales para atraer atenci¨®n o generar inter¨¦s sexual¡±, como define el diccionario de Cambridge, pero hay personas que por su fisonom¨ªa podr¨ªan subir im¨¢genes mucho menos sugerentes y sin embargo, despertar el mismo inter¨¦s.

Es el caso de Sydney Sweeney no necesita recurrir a estos m¨¦todos para que internet suspire ante su fisionom¨ªa, y tan consciente es de ello que durante sus vacaciones, subi¨® a sus redes unas sensuales im¨¢genes en las que posaba en un traje de ba?o de neopreno acompa?adas de una frase: ¡°Creo que lo llam¨¢is thirst trap¡±. Lo curioso es que mientras que hace a?os este tipo de fotograf¨ªas eran muy habituales entre las celebridades, ahora han perdido su poder. Un buen ejemplo de ello es el hecho de que una de las maestras de estas publicaciones, Ariana Grande, posa ahora mucho m¨¢s natural en su perfil, apostando por una actitud que bien encajar¨ªa con el omnipresente very demure que viene a ser lo contrario a tener el s¨ªndrome del protagonista, es decir, una actitud que aboga por el recato.

¡°Las thirst traps han muerto¡±, asegura Hazi Adamu, estratega de redes sociales, al medio digital Refinery29. ¡°Cuando ahora te topas con alguna de estas fotos en las redes, se trata de alguno de esos tipos vergonzosos que cocinan o hacen cualquier cosa sus amigos sin camiseta. ?Es horrible!¡±, dice. Uno de sus cometidos es ayudar a las celebridades a garantizar que su contenido atraiga a la audiencia adecuada, y asegura que para hacerlo, les recomienda ¡°subir como m¨¢ximo una thirst trap a la semana¡± para no parecer demasiado desesperadas por llamar la atenci¨®n. Explica que aunque en el contenido ajeno a esta tipolog¨ªa sigue habiendo elementos que buscan apelar a la lascivia de las redes, estos son mucho m¨¢s sutiles. ¡°Son v¨ªdeos improvisados en los que no miran a la c¨¢mara. En realidad no est¨¢n haciendo nada, y me doy cuenta de que la gente lo encuentra m¨¢s sexy que cuando es demasiado evidente¡±, explica.

Pedro Rojas, consultor en The Plan Company, est¨¢ de acuerdo. ¡°Hoy en d¨ªa, el enfoque se ha desplazado hacia una est¨¦tica que parece m¨¢s natural y espont¨¢nea. Las im¨¢genes o v¨ªdeos que parecen capturadas en momentos cotidianos o sin mucha preparaci¨®n tienden a resonar m¨¢s con las audiencias actuales, que valoran la autenticidad. Sin embargo, aunque estas fotos puedan parecer casuales, a menudo est¨¢n cuidadosamente planificadas y curadas para mantener ese equilibrio entre lo sexy y lo ¡°natural¡± y eso lo est¨¢n detectando sus seguidores con lo que han dejado de gustar. Es un juego de percepci¨®n, donde el objetivo sigue siendo capturar la atenci¨®n, pero sin conseguirlo en la mayor¨ªa de los casos¡±.

Tras m¨¢s de un a?o asesorando a figuras ¡°m¨¢s o menos famosas¡± sobre este aspecto, comenta que pese a que les recomienda no hacer este tipo de publicaciones, les cuesta mucho entenderlo. ¡°Una de mis reglas en asesor¨ªas a famosos es esta: ¡®Las publicaciones en tus redes sociales no son para ti, son para tu p¨²blico objetivo¡¯. Lo que quiere decir, que no les tiene que gustar lo que publican, sino que tiene que gustarle a quien quieren que le guste. Si una chica sale en poses sensuales, puede que atraiga a muchos hombres que quieren consumir ese tipo de fotos, pero no podr¨¢ vender ba?adores de mujer, porque no tendr¨¢ a muchas mujeres entre sus seguidores. La gente est¨¢ cansada del ¡®thirst trap¡¯, que no es m¨¢s que postureo pseudosexual¡±, asegura el creador digital.

Como explica en un art¨ªculo de Buzzfeed llamado We¡¯re In The Age Of The Intimacy Trap (Estamos en la era de la trampa de la intimidad) la periodista Steffi Cao, la Generaci¨®n Z focaliza su atenci¨®n en la intimidad, por lo que tiene sentido que sus thirst traps ya no respondan a sus intereses. ¡°La atenci¨®n se centra realmente en los vibes, en la idea de una experiencia o de una relaci¨®n compartida, en lugar de importar ya tanto el atractivo de quien sube una foto¡±, asegura. ¡°Si realmente quiero atraer la atenci¨®n de un hombre, publicar¨¦ una foto en el sof¨¢ viendo la F¨®rmula Uno de fondo, porque eso hace que sea diferente. Todas tenemos culo y tetas¡±, asegura una ex empleada del medio, Katrina Nguyen, en el art¨ªculo.

El poder de la seducci¨®n

En la era de la validaci¨®n externa, es innegable que cualquier thirst trap encierra un gesto de vanidad, pero ante la nueva sensibilidad que caracteriza a las redes sociales, quien suba esta tipo de contenido ha de asegurarse de que hacerlo de forma que se alinee con su identidad digital y con los valores que desea proyectar. ¡°Una foto sexy puede ser bien recibida si parece orientada a algo aut¨¦ntico y coherente con el perfil del usuario, pero puede resultar discordante si parece fuera de lugar o forzada. Las thirst traps ya se perciben como excesivamente egoc¨¦ntricas o repetitivas, y por eso se han vuelto molestas o incluso contraproducentes¡±, explica Pedro Rojas.

Comenta que los usuarios de redes sociales, especialmente en plataformas como Instagram o TikTok, son muy sensibles a las se?ales de autenticidad, por lo que son conscientes cuando alguien est¨¢ publicando constantemente fotos de ese tipo para lograr validaci¨®n o alimentar su ego. Eso es lo que est¨¢ generando, se?ala, reacciones negativas. ¡°Hay una delgada l¨ªnea entre lo que se considera provocativo y lo que se percibe como inapropiado o cercano a contenidos de plataformas como OnlyFans. Cuando se cruzan estos l¨ªmites, algunos seguidores pueden sentirse inc¨®modos o desmotivados a seguir esa cuenta, especialmente si no era lo que esperaban de ese perfil en particular. En resumen, el ¨¦xito de las thirst traps depende mucho del contexto, la moderaci¨®n y la percepci¨®n de autenticidad. Lo importante es recordar que estas publicaciones cada vez tienen menos ¨¦xito¡±, advierte.

Cuando figuras populares se alejan de las im¨¢genes imantadas de sensualidad, otras como Iggy Azalea suben la apuesta y no s¨®lo contin¨²an subiendo a sus redes fotograf¨ªas realmente sensuales y provocativas en las que la ropa escasea, sino que consideran que contar con una cuenta en OnlyFans es una forma de reapropiarse de su trabajo. ¡°La gente ha ganado mucho dinero con mi cuerpo, y yo he ganado bastante poco con ¨¦l en comparaci¨®n. Soy la due?a de mi trabajo y de mis ideas, pero me han convertido casi en un objeto sin que yo me beneficie de ello, y por eso me he rebelado. Me gustan mis pechos, lo siento. Son falsos, preciosos y me encantan¡±, explic¨® a Emily Ratajkowski en su podcast, High Low, al explicar a la modelo por qu¨¦ decidi¨® abrir un perfil en la plataforma de contenido de pago adulto.

¡°Que coman pasteles¡±, dijo Maria Antonieta, y al parecer, si ahora las redes sociales no tienen hambre, sino sed, son muchas figuras las que piensan que aunque los expertos no recomienden subir demasiado contenido sensual, no les importa seguir haciendo de la sensualidad una fuente de la que lucrarse al tiempo que los usuarios sacian su sed.

Cuando la thirst trap dificulta las relaciones

Subir este tipo de im¨¢genes teniendo pareja es un aspecto delicado. As¨ª lo demuestra Lauren The Dadvocate, que ayuda a sus seguidores a tener relaciones m¨¢s saludables y que ha hecho una encuesta entre 10.000 hombres para saber qu¨¦ opinan de que suben este tipo de contenido. ¡°Por supuesto, lo valoran de forma diferente cuando la mujer publica estas fotos estando soltera y cuando est¨¢ saliendo con alguien. Los hombres se molestan m¨¢s cuando su chica sube estas fotos que si da unn ¡®me gusta¡¯ a la fotograf¨ªa de otro hombre. Todo se reduce a una estrategia de apareamiento casi biol¨®gica y al perseguidor versus el perseguido. Sin embargo, las mujeres se ofenden m¨¢s cuando a los hombres les gustan las fotos de una mujer, porque se preguntan por qu¨¦ est¨¢n siguiendo a otra persona. Ellos, en cambio, se ofenden m¨¢s cuando las mujeres publican la foto, porque se preguntan por qu¨¦ est¨¢n tratando de ser buscadas y aplaudidas¡±, explica. No olvidemos que el actor Jonah Hill se vio envuelto en la controversia cuando su ex pareja, la modelo e instructora de surf Sarah Brady, subi¨® a sus redes una serie de mensajes amenazantes en la que Hill le echaba en cara, entre otras cosas, simplemente subir fotos en ba?ador en su perfil de Instagram.

Luc¨ªa Jim¨¦nez, psicosex¨®loga colaboradora de Diversual, comenta que la gente muestra a trav¨¦s de las redes tanto qui¨¦n es como qui¨¦n le gustar¨ªa ser. Al sustentarse las redes en la necesidad de refuerzo positivo, cada like hace al cerebro producir dopamina. Por ello, recomienda a la gente plantearse si la pareja sube determinada imagen porque tiene necesidad de atenci¨®n y afecto, o si ese contenido va dirigido a alguien.

¡°Si la relaci¨®n es mon¨®gama, relacionarse de forma ¨ªntima con otras personas puede ser una l¨ªnea roja que no se debe cruzar. Si alguien duda si su pareja tiene intenciones hacia alguien m¨¢s, lo mejor es afrontar la situaci¨®n de forma directa y hablar. Si lo que la pareja busca es sentirse deseada, esa necesidad puede venir de una carencia en la propia relaci¨®n, en la que tal vez la rutina y la costumbre han borrado los juegos de seducci¨®n y las iniciativas espont¨¢neas que suelen estar presentes al inicio de la relaci¨®n. Dar por hecho al otro o a la otra hace que dejemos de conquistar de forma activa¡±, advierte, indicando as¨ª que estas fotograf¨ªas pueden ser toda una llamada de socorro a la pareja.

Recomienda contemplar tambi¨¦n la posibilidad de que la pareja desee recibir atenci¨®n fuera del seno de la relaci¨®n. ¡°A veces necesitamos sentir que a¨²n podemos seducir y resultar atractivas para el resto del mundo. Lo cual no significa nada. Ni que queramos estar con m¨¢s gente, ni que estemos insatisfechas en la relaci¨®n. Simplemente, somos individuos complejos que buscan reafirmar nuestra identidad. Lo que hemos entonces de preguntarnos es si ser¨ªamos capaces de convivir con la idea de que para nuestra pareja sea positivo recibir halagos de alguien que no seamos nosotros¡±, asegura.