Lolly Adefope: ¡°Como actriz, a veces te tratan de una forma que fomenta que te conviertas en narcisista¡±
La c¨®mica ha participado en ¡®La franquicia¡¯, de HBO, una serie que se mofa de los egos desbocados y de los malos modos que priman en los rodajes de algunas pel¨ªculas de superh¨¦roes. ?Su superpoder? No caer en las trampas que la proximidad de la fama pone a las actrices para terminar por ser su criptonita
Ser la hero¨ªna en el rodaje de la grabaci¨®n de una franquicia de superh¨¦roes exige algo tan complicado como tener un superpoder: no tener filtros y tener una seguridad a prueba de villanos. El personaje al que da vida Lolly Adefope (Londres, 34 a?os) en la serie original de HBO La franquicia, disponible en Max, lo consigue. Dag es la tercera ayudante de direcci¨®n en un rodaje que demuestra que los que lucen mallas y tienen poderes extraordinarios coleccionan tantos defectos, o tal vez m¨¢s, que el resto. Ella no duda en comentar con iron¨ªa desde los incontrolables brotes de divismo hasta los egos desbocados que ocurren entre toma y toma¡ Y no solo en ese rodaje ficcional. Mientras que lo habitual es que en las grabaciones los actores y actrices sean tratados como semidioses, la serie refleja bien lo infravalorados que suelen estar los miembros del equipo t¨¦cnico, y por eso el personaje al que da vida la brit¨¢nica cree que se trata de una industria desalmada. ¡°Yo no pienso igual, pero soy consciente de que todo es m¨¢s f¨¢cil si eres actriz, pues la gente est¨¢ muy pendiente de ti y tu trabajo se aprecia y aplaude m¨¢s que el de los dem¨¢s. Es injusto y especialmente llamativo cuando llega el estreno de un proyecto y descubres que gran parte del equipo no ha sido invitada pese a lo much¨ªsimo que ha trabajado¡±, explica durante una visita a Barcelona. La franquicia muestra tambi¨¦n la forma en la que ciertas figuras tratan a quienes consideran a su servicio, aunque ella piensa que ni siquiera son conscientes. ¡°Posiblemente si vieran en la serie a los personajes que se comportan exactamente de la forma en la que ellos mismos lo hacen, pensar¨ªan que no son as¨ª¡±, dice.
La periodista Eva Wiseman asegur¨® en The Guardian que la actriz est¨¢ al borde de hacerse realmente famosa, y pese a no estar del todo de acuerdo, le preocupa no comportarse ¡°como una imb¨¦cil¡± si realmente alcanza la fama may¨²scula. ¡°Creo que la gente no valora lo suficiente poder ir por la calle sin ser reconocido. Si eso cambiara, ser¨ªa estresante. Como actriz, a veces te tratan de una manera que fomenta que te conviertas en una narcisista o te obsesiones demasiado contigo misma, y por ello, siempre que estoy tentada a avanzar en esa direcci¨®n me obligo a m¨ª misma a frenar¡±, asegura antes de mencionar una ocasi¨®n en la que se dio cuenta de lo cerca que estaba de llevar esa sobreatenci¨®n demasiado lejos. ¡°Ten¨ªa la c¨¢scara del pl¨¢tano en la mano y la maquilladora la quiso tirar a la papelera para que yo no tuviera que hacerlo. Me negu¨¦ porque me di cuenta entonces de lo delgada que es esa l¨ªnea que de ser traspasada, te puede llevar qui¨¦n sabe a qu¨¦ lugar. ?Qu¨¦ ser¨¢ lo siguiente, que te tiren el chicle cuando te hayas cansado de mascarlo? Me tengo que asegurar de poder echar la c¨¢scara del pl¨¢tano a la basura¡±, afirma entre risas, pero sumamente consciente de que no siempre es sencillo no caer en esa sugerente trampa de sobreprotecci¨®n, atenci¨®n extrema y comodidad. ¡°Intento disfrutar mi vida cuando no estoy trabajando. Adoro vivir en Londres y estar con mis amigos; es importante cultivar una vida que te satisfaga tanto que no te d¨¦ miedo regresar a ella en el caso de que el tel¨¦fono deje de sonar. Hay que recordar que si el trabajo no va bien, no es el fin del mundo¡±, dice.
Ha participado en aclamadas pel¨ªculas como Saltburn y ha dado vida a la mejor amiga de Aidy Bryant en Shrill, una serie que se burla de la gordofobia. Inmersos en la era del Ozempic, cree que el supuesto abrazo de la sociedad a la diversidad corporal era una gran mentira. ¡°Ese movimiento estaba siendo promovido por quienes cre¨ªan sacar provecho de ¨¦l¡±, explica. En una ocasi¨®n se?al¨® que hay tres pasos para alcanzar la diversidad real. Incluir en los casting a gente m¨¢s diversa, escribir papeles potentes para esas personas y por ¨²ltimo, que existan papeles para personajes negros que puedan ser problem¨¢ticos y desagradables. ¡°No hemos llegado al tercer paso, pero creo que mi personaje en la serie es as¨ª. La idea no es decir que la raza da igual, sino tener a un personaje racializado con una personalidad y un comportamiento que la ficci¨®n no suele otorgar a esas personas. Creo que hay muchos shows en los que la gente de color tiene que ser sabia, inteligente o perfecta porque existe el miedo a un retrato que pueda resultar ofensivo. Tenemos que lograr que esos personajes tengan fisuras¡±, dice.
Al mencionar los miedos, procede a hablar del pavor a la cancelaci¨®n, que aunque cree que es cada vez m¨¢s sosegado, depende de qui¨¦n sea el que suelte seg¨²n qu¨¦ perlas. ¡°Hay c¨®micos heterosexuales blancos que parecen haber sido cancelados, pero pronto descubres que en realidad les va bien. La cancelaci¨®n depende de qui¨¦n seas. Intento no hacer ni decir cosas que me hagan serlo. Los que tienen tanto miedo a ser cancelados, ?qu¨¦ est¨¢n haciendo que les asusta tanto?¡±, pregunta minutos antes de irse dar una vuelta por una lluviosa Barcelona. ¡°Al menos, con este tiempo, me siento como en casa¡±, dice antes de despedirse, sin necesidad de capa alguna que revele sus superpoderes ni de accesorios para protegerse de esa fama que puede estar esper¨¢ndola a la vuelta de la esquina.
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