Bienvenida P¨¦rez o ¡®los cuernos de Estado¡¯ que pusieron en jaque la seguridad nacional brit¨¢nica

?La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa?, afirmaba Karl Marx al comienzo de 18 de brumario de Luis Bonaparte. Una reflexi¨®n que encaja a la perfecci¨®n a la hora de describir ese tri¨¢ngulo de amor bizarro que fue el matrimonio de Bienvenida P¨¦rez y sir Anthony Buck y su affaire sentimental con sir Peter Harding, Jefe del Alto Estado Mayor brit¨¢nico. Un esc¨¢ndalo que hac¨ªa el n¨²mero tres de los grandes casos de infidelidad protagonizados por altos cargos del gobierno ingl¨¦s en la segunda mitad del siglo XX.

Primero fue el esc¨¢ndalo Profumo de 1963, que forz¨® la dimisi¨®n del ministro de la Guerra John Profumo tras conocerse que hab¨ªa mantenido una relaci¨®n extramatrimonial con Christine Keeler, bailarina menor de edad que tambi¨¦n era amante de un traficante de drogas y del esp¨ªa ruso Yevgeni Ivanov. La tragedia, en el sentido marxista del t¨¦rmino, llegar¨ªa en 1992. Ese a?o, David Mellor, Secretario de Estado del gobierno conservador de John Major, tuvo que dimitir al descubrirse su relaci¨®n extramatrimonial con la actriz y modelo de origen espa?ol Antonia de Sancha. Apenas unos meses m¨¢s tarde le toc¨® el turno a la farsa, sainete o zarzuela, protagonizada por Bienvenida P¨¦rez, una peculiar valenciana de enigm¨¢tico pasado.

?Recuerdo que intent¨¦ hablar con ella en espa?ol y no pudo contestarme ni una palabra. Me dijo que hab¨ªa olvidado nuestro idioma porque lleg¨® aqu¨ª siendo una ni?a peque?a?, comentaba al diario ABC poco despu¨¦s de estallar el esc¨¢ndalo la marquesa de Torregrasa. Esta an¨¦cdota de la esposa del ministro consejero de la Embajada de Espa?a en Londres en la ¨¦poca del esc¨¢ndalo, sacaba a relucir una de las facetas de la personalidad Bienvenida P¨¦rez: la fabulaci¨®n.

Si bien era cierto que la espa?ola hab¨ªa llegado a Inglaterra procedente de Valencia cuando todav¨ªa era una ni?a, no lo era que hubiera olvidado su idioma natal. De hecho y como pudo comprobarse en infinidad de programas de televisi¨®n a los que acudi¨® para contar su historia, Bienvenida hablaba espa?ol con soltura, desparpajo, un marcado acento brit¨¢nico que en ocasiones parec¨ªa impostado y un tono de voz que fue calificado como de ?dibujos animados?. Si se negaba a hablar en espa?ol tal vez fuera porque, como afirmaba Ram¨®n P¨¦rez Maula en ABC, ?sus h¨¢bitos ling¨¹¨ªsticos y algunos dejes denotaban un origen social muy humilde?.

Un ascenso social mete¨®rico

Bienvenida P¨¦rez Blanco hab¨ªa nacido en el valenciano barrio del Carmen el 15 de febrero de 1957. Su padre era cuchillero y su madre un ama de casa que decidi¨® separarse y emigrar a Londres cuando la ni?a todav¨ªa era muy peque?a. Bienvenida se cri¨® en Valencia con su abuela paterna hasta que la familia decidi¨® enviarla a Londres con su madre, con la que nunca tuvo buena relaci¨®n.

Al cumplir los dieciocho a?os, en 1975, se independiz¨® y comenz¨® a trabajar en diferentes empresas del sector del lujo, lo que le permiti¨® entrar en contacto con la alta sociedad inglesa. Por esa ¨¦poca, Bienvenida, que se hac¨ªa llamar Bernardette y a frecuentar las mejores tiendas de Londres y asistir a las fiestas m¨¢s exclusivas. ?Acud¨ªa a las fiestas luciendo cada d¨ªa un modelo diferente, siempre de alta costura francesa. Con frecuencia llevaba consigo un peque?o perro de lanas y dedicaba la mayor parte de su tiempo a tratar con hombres, casi siempre de forma insinuante?, dec¨ªa de ella ABC, peri¨®dico que en sus informaciones sobre Bienvenida siempre dej¨® entrever, insult¨¢ndola sin miramientos ni verguenza, que era escort o, en palabras de Jaime Campmany, ?suripanta?, ?puta de candileja? y ?pelandrusca de sal¨®n?.

Para los columnistas machistas y rancios de los a?os 90, lo que sucedi¨® entre Bienvenida P¨¦rez, Sir Anthony Buck y Sir Peter Harding solo pod¨ªa explicarse a trav¨¦s del arquetipo de una Eva perversa y calculadora que se dedicaba a seducir a hombres inocentes y desvalidos. Sin embargo, como explic¨® la propia Bienvenida respecto de Harding, ?era mayorcito y sab¨ªa los riesgos que corr¨ªa?. De hecho eran ?mayorcitos? los dos. Cuando conocieron a la valenciana, Buck ten¨ªa 62 a?os, treinta m¨¢s que ella, y Harding ya hab¨ªa alcanzado el medio siglo.

El primer encuentro entre Bienvenida y sir Anthony Buck, diputado del partido conservador, se produjo en 1990 en una fiesta, tres semanas despu¨¦s contrajeron matrimonio y, casi con la misma rapidez, comenzaron los problemas en la pareja. Las razones principales fueron el alcoholismo de Buck, su agresivo car¨¢cter y las infidelidades de Bienvenida que, ya por entonces, hab¨ªa comenzado su relaci¨®n sentimental con Sir Peter Harding. A pesar de que la situaci¨®n matrimonial se hac¨ªa cada vez m¨¢s insostenible Buck se negaba a divorciarse para no perjudicar su carrera en el partido conservador. De hecho, no fue hasta pasadas las elecciones de 1992 cuando acept¨® poner fin a la relaci¨®n de forma legal.

Para entonces, la relaci¨®n con Sir Peter Harding tambi¨¦n hab¨ªa terminado pero, animada por News of the World, el tabloide sensacionalista del magnate australiano Rupert Murdoch, Bienvenida decidi¨® quedar una vez m¨¢s con Harding. La cita fue en el restaurante del Hotel Dochester de Londres. Durante el encuentro, el Jefe del Estado Mayor habl¨®, entre otras cosas, del IRA, de la pol¨ªtica inglesa hacia Bosnia y del futuro de John Major sin sospechar que, en una mesa cercana, un periodista de News of the World estaba grabando la conversaci¨®n y, desde otro punto del restaurante, un paparazzi fotografiaba a la acaramelada pareja.

La publicaci¨®n de la entrevista report¨® a Bienvenida alrededor de 42 millones de pesetas (unos 250.000 euros) y provoc¨® la dimisi¨®n de Harding, no solo por su indiscreci¨®n durante la cita, sino porque los medios de comunicaci¨®n no tardaron en vincular a su examante con importantes personalidades de Arabia Saud¨ª.

Amistades peligrosas

Durante los a?os ochenta Bienvenida P¨¦rez hab¨ªa vivido en Texas, estado petrolero en el que conoci¨® a un grupo de empresarios saud¨ªes tambi¨¦n relacionados con el negocio del crudo. Esos hombres de negocios la habr¨ªan contratado como relaciones p¨²blicas aunque, de nuevo, las informaciones de la ¨¦poca reduc¨ªan esa tarea a la de dama de compa?¨ªa. Unas acusaciones que Bienvenida siempre ha negado, matizando que ella no era una prostituta sino una amante. ?Peter nunca me pag¨® nada. Yo abonaba las facturas del hotel, le invitaba a cenar en mi cumplea?os y ¨¦l ni siquiera me compr¨® un ramo de flores?.

Uno de esos empresarios saud¨ªes para los que trabajaba Bienvenida era Basil S. Faidi, cu?ado del jeque Ahmed Zaki Yamani y ministro del Petr¨®leo y los Recursos Minerales de Arabia Saud¨ª desde 1962 a 1986. En esa fecha, ya sin responsabilidades de gobierno, Faidi decidi¨® fijar su residencia en Suiza para, posteriormente, radicarse en Londres. En la capital brit¨¢nica compr¨® la Isla de los monos, situada en mitad del T¨¢mesis, y una antigua abad¨ªa del barrio de Wimbledon en la que celebraba lujosas fiestas a las que acud¨ªa Bienvenida. Todos esos antecedentes, as¨ª como la relaci¨®n de Bienvenida con Jamal Izztet, importante hombre de negocios Iraqu¨ª durante la ¨¦poca de la primera Guerra del Golfo, hicieron saltar las alarmas del MI5. El servicio secreto brit¨¢nico comenz¨® a espiar las comunicaciones de la mujer con Peter Harding pero, finalmente, las autoridades no tomaron ninguna medida hasta que no se public¨® la exclusiva de News of the World.

A partir de ese momento y mientras Harding ca¨ªa en desgracia, Bienvenida se convirti¨® en una celebrity reclamada en todo el mundo. Tanto es as¨ª que, para gestionar sus compromisos, contrat¨® a Max Clifford, agente que tambi¨¦n representaba a Antonia de Sancha. Las gestiones de Clifford consiguieron, entre otras cosas, una entrevista exclusiva de Bienvenida con Sky News y su aparici¨®n en La m¨¢quina de la verdad, programa de Tele 5 presentado por Juli¨¢n Lago.

La cita de Bienvenida con el pol¨ªgrafo se produjo el jueves 24 de marzo de 1994 y se publicit¨® a trav¨¦s de spots e inserciones en prensa con frases como ??le confi¨® sir Peter Harding secretos de estado durante su romance? ?Transmiti¨® informaci¨®n confidencial al gobierno iraqu¨ª durante la Guerra del Golfo? ?Ha tenido relaci¨®n con organizaciones implicadas en el tr¨¢fico de armas? ?Seducir¨¢ tambi¨¦n al detector de mentiras??. Para salir de dudas, adem¨¢s de la m¨¢quina de la verdad, el programa invit¨® al plat¨® a Ilia Protsenko, exagente de la KGB, Desmond Bristow, exjefe de los Servicios Secretos brit¨¢nicos en Espa?a, Mar¨ªa Antonia Velasco, columnista de Diario 16 y, para no dejar ning¨²n tema por tocar, a la sex¨®loga Pilar Crist¨®bal.

A la vista del inter¨¦s que su persona generaba entre el p¨²blico espa?ol, Bienvenida fij¨® su residencia en Marbella decidida a sacarle el m¨¢ximo partido a su fama. Incluso se lleg¨® a hablar de rodar un telefilme producido por Zeppeling sobre su vida, pero el proyecto no lleg¨® a buen puerto. A cambio, la valenciana pos¨® para Intervi¨² por tres mil euros, apareci¨® en Hola Raffaella, fue contertulia habitual el programa Moros y cristianos, public¨® en Ediciones B el libro Hazte valer ¨C?un manual destinado a toda mujer que luche por el poder sin peleas ni golpes bajos, que busque asegurarse el futuro y que entienda toda relaci¨®n como una diversi¨®n que pueda resulta beneficiosa para ambas partes?¨C, particip¨® en T¨®mbola, se pele¨® en directo con Lydia Lozano y, tras un periodo apartada del foco medi¨¢tico, en 2006 volvi¨® a posar en Intervi¨² aprovechando que volv¨ªa a ser popular por su participaci¨®n en el reality La cocina del infierno.

En los ¨²ltimos tiempos, casi treinta a?os despu¨¦s del esc¨¢ndalo que la hizo famosa, Bienvenida ha decidido apartarse de la vida p¨²blica e iniciar una vida m¨¢s o menos tranquila en Liverpool, ciudad de la que quiso ser alcaldesa en las elecciones de 2012 sin conseguirlo. Por su parte, los otros dos protagonistas de esta historia corrieron diferente suerte. Anthony Buck contrajo un tercer matrimonio con la ciudadana rusa Tamara Norashkaryan antes de fallecer en 2003 y David Mellor comenz¨® a colaborar como periodista especializado en f¨²tbol y m¨²sica cl¨¢sica en medios como The Guardian o BBC Radio. En 2014, cuando su carrera como prestigioso cr¨ªtico y columnista parec¨ªa encaminada, Mellor volvi¨® a saltar a las portadas de los peri¨®dicos por un nuevo esc¨¢ndalo. En esta ocasi¨®n se trat¨® de la filtraci¨®n de una conversaci¨®n en la que trataba de manera degradante a un taxista. En ella le dec¨ªa al conductor perlas como que ?era una gran mierda despu¨¦s de llevar diez a?os conduciendo un taxi?, mientras que ¨¦l ?hab¨ªa estado en el Gabinete presidencial, era un periodista galardonado y era abogado de la Reina?. Como era de esperar, de lo de Bienvenida prefiri¨® no decir nada.