C¨®mo compartir la cama a 39 ¡ãC (y que reine la paz)
Las altas temperaturas act¨²an como ant¨ªdoto de la lujuria y el sue?o reparador. Apuntamos algunas ideas para sobrevivir hasta que amanezca.
![dormir en verano](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SB4NWBMDXBPSLODN5YI2Z3DOBE.jpg?auth=d0d23dba69b040cc473af281500b3bc45cd4a609ae2ac8c4f98e7f00e18265d3&width=414)
?The night is dark and full of terrors? (La noche es oscura y est¨¢ llena de temores). Lo que no sab¨ªa Melisandra, de Juego de Tronos, es que algo m¨¢s al sur de Invernalia, en los meses de julio y agosto, la noche puede ser un verdadero infierno.
Al amor y al sexo siempre se le han atribuido propiedades cal¨®ricas. Cuando estamos interesados en conocer a alguien debemos, primero, romper el hielo; luego nos calentamos porque nuestro objeto de deseo nos hace subir la temperatura o nos derrite, para acabar en una hoguera de pasiones. Dicho esto pareciera que las relaciones afectivas requiriesen de un medio, cuanto menos templado, para arraigar y cobrar fuerza; pero cuando los term¨®metros alcanzan temperaturas demasiado elevadas, la libido ejecuta un movimiento proporcionalmente inverso. Basta con pensar en todo el ajetreo, esfuerzo y sudores que requiere el sexo, para convertirnos en damas del Ejercito de Salvaci¨®n, miembros de la Liga de la decencia y buenas costumbres ¨Cexiste y est¨¢ en Facebook¨C o socios del club de Solteros Empedernidos ¨C¨ªdem de lienzo¨C.
Para muchos, los deberes conyugales no solo incluyen el sexo sino tambi¨¦n el requisito de compartir cama en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad; en invierno, con 0?C y ganas de arrimarse a cualquiera; y en verano, con 40?C y la sensaci¨®n de que te han colocado una plancha ardiendo cuando alguien te pone la mano encima.
Personalmente soy firme partidaria de, si se vive en pareja, disponer de una cama de sobra por lo que pueda pasar: visitas, peleas a muerte con la determinaci¨®n de marcharse en cuanto amanezca y no volver jam¨¢s, o noches infernales en las que el calor nos hace a?orar los tiempos de soledad, en medio de la cama y con los brazos y piernas en aspas. Existen los divorcios temporales por razones meteorol¨®gicas, en los que creo firmemente. Pasarse la noche en vela por motivos sexuales merece la pena, pero hacerlo por cuestiones climatol¨®gicas resulta rid¨ªculo en pleno siglo XXI. Si usted, lector, dispone de aire acondicionado, de dinero para pagar la factura a fin de mes ¨Clo que implica tener un trabajo remunerado¨C y de una pareja que no solo comparte su misma sensibilidad al fr¨ªo-calor, sino id¨¦nticas teor¨ªas respecto a la conveniencia de dormir con el frio artificial: ?Enhorabuena! Puede dejar de leer este art¨ªculo y pasar a algo m¨¢s productivo. Si, por el contrario, est¨¢ dentro del 95% de la poblaci¨®n restante, siga leyendo. Es probable que la ola de calor cree entorno a usted una bomba a punto de estallar. Si ese es su caso, contin¨²e leyendo y tal vez haya una peque?a posibilidad de que dormir en verano no cercene, de una vez por todas, su vida afectiva.
Invierta en una buena cama, la m¨¢s grande que se pueda encontrar
Las claustrof¨®bicas camas de matrimonio de anta?o, visibles en la serie Cuent¨¢me y que parec¨ªan dise?adas para pigmeos con des¨®rdenes alimentarios, podr¨ªan explicar muchos de los traumas, complejos e idiosincrasia de la raza espa?ola. Afortunadamente, los lechos han crecido en los ¨²ltimos tiempos hasta un tama?o m¨ªnimamente aceptable, pero si uno cree en el amor para siempre y sue?a con envejecer junto a su ser querido, lo mejor es optar por una cama Queen size o, si la habitaci¨®n lo permite, ir a por todas con una King size. Nada impide que la pareja se comunique por whatsaap y quede a una hora determinada en un punto de la cama, y siempre existe la ventaja de que, si no se quiere ver al otro o hace demasiado calor para dormir abrazados, con apagar el m¨®vil y hacerse el sueco quede todo resuelto.
Hace unos a?os, optar por el tama?o grande implicaba la ardua b¨²squeda de s¨¢banas de estas dimensiones, pero ahora se encuentran con m¨¢s facilidad. Invertir en un colch¨®n de matrimonio con muelles independientes es otra gran idea porque si nuestra pareja tiene el baile de San Vito y acostumbra a moverse mucho de noche, sus sacudidas no nos despertar¨¢n. Es m¨¢s, ni siquiera las notaremos. Adem¨¢s de los muelles, no est¨¢ de mas exigir la declaraci¨®n de independencia tambi¨¦n para las s¨¢banas, los edredones o lo que uno tenga por costumbre echarse encima para dormir en verano, aunque nada impide que se siga compartiendo la s¨¢bana bajera. Esta idea, que se practica ya en el resto del mundo, acaba con las discusiones entre frioleros y calurosos, ya que cada uno elige lo que pone en su lado de la cama, adem¨¢s de las batallas campales por hacerse con el poder y conquistar el edred¨®n o la colcha.
El aire caliente tiende a subir, por lo que las camas bajas o sobre el suelo, como los tatamis japoneses, son siempre m¨¢s frescas que las altas. De la misma forma que, si la vivienda tiene dos pisos, la opci¨®n menos caliente es la planta baja.
Preparar la habitaci¨®n para la noche
A?os de convivencia en casas compartidas me han hecho darme cuenta de que la gran mayor¨ªa de la gente desconoce un fen¨®meno f¨ªsico bastante simple. Si abrimos una ventana, por ella entrar¨¢ lo que hay fuera. Si hace fr¨ªo vendr¨¢ el fr¨ªo y lo mismo ocurre con el calor. Por eso si estamos en proceso de cocci¨®n a mediod¨ªa, en agosto, la mejor idea no es abrir la ventana. Nuestras madres y abuelas conoc¨ªan el arte de mantener fresca una casa en verano: ventilar por la ma?ana y al caer el sol, mantener la vivienda oscura, crear corrientes de aire¡ Tradici¨®n que se ha perdido con el ventilador y el aire acondicionado, y que convendr¨ªa retomar para ahorrar energ¨ªa.
Las luces el¨¦ctricas dan calor y atraen a los mosquitos, al igual que los aparatos electr¨®nicos encendidos, que contribuyen a caldear el ambiente, por lo que es mejor mantenerlos apagados en el dormitorio. La opci¨®n de dormir con la ventana abierta no siempre es segura y, adem¨¢s, implica que habr¨¢ m¨¢s ruido y que la claridad puede hacernos madrugar m¨¢s de lo deseado. Unos tapones de o¨ªdos y un antifaz pueden ser una soluci¨®n. Otra es crear corrientes en la casa que lleven aire a la habitaci¨®n o encender el aire acondicionado o el ventilador.
Los poco partidarios de dormir con el aire, para no amanecer con la garganta afectada, pueden probar a darle al on una hora antes de irse a la cama para encontrar la estancia fresca. El truco est¨¢ en poder conciliar el sue?o, el cansancio har¨¢ todo lo dem¨¢s. La mejor opci¨®n para el ventilador es ponerlo en el techo y disfrutar de esa suave brisa que evita que nos desintegremos. Pero si esto no es posible, antes que dirigirlo a la cara, es mejor hacerlo a los pies o a la pared, y as¨ª evitaremos tragarnos el polvo, inapreciable a los ojos pero no a nuestras mucosas.
Para no crear un Siroco ¨Cviento caliente¨C en el dormitorio, no est¨¢ de m¨¢s poner un recipiente con hielo entre el ventilador y los ventilados y, as¨ª, simular una cierta brisa ¨¢rtica, refrescante, tranquilizadora. Cuando la cosa est¨¢ que arde, siempre queda el recurso de meter las s¨¢banas en la nevera, dentro de una bolsa de pl¨¢stico, y ponerlas justo antes de acostarse para que el ecosistema polar est¨¦ ya al completo y sea como tumbarse sobre la nieve.
Para ir fr¨ªo a la cama
Cenar copiosamente y con vino tinto es como echar le?a a la chimenea y asegurarse una noche calentita. As¨ª que limitar las calor¨ªas y el alcohol equivaldr¨¢ a bajar el termostato corporal y apostar por un mejor sue?o. La t¨ªpica ducha fr¨ªa ayuda a bajar la temperatura y el ba?o de pies, con unos cubitos ¨Ca modo de gin&tonic¨C, mientras se ve la televisi¨®n, puede hacer hasta que a?oremos una buena manta. Mi preferencia por los pisos altos, con m¨¢s luz pero m¨¢s fr¨ªos en invierno y calientes en verano, me han convertido en una experta en la lucha contra los elementos. Otra soluci¨®n de urgencia es tumbarse en la cama, por supuesto desnudo, sobre una toalla mojada o llevarse placas de hielo ¨Cesas que se utilizan en las neveras port¨¢tiles¨C y ponerlas junto a la almohada para percibir el halo de frescor que desprenden.
Sexo m¨¢s all¨¢ de los 40 (grados)
Curiosamente las t¨®rridas noches son las que nos dejan m¨¢s fr¨ªos, ya que por norma general a los hombres el calor los pone insoportables y a las mujeres nos vuelve indolentes y pusil¨¢nimes. A¨²n as¨ª, el sexo m¨¢s all¨¢ de los 40 ?C es posible, solo que ¨¦ste debe adoptar la modalidad m¨¢s r¨¢pida y menos melindrosa, evitar las posturas que requieran un contacto corporal m¨¢s intenso y perderle el miedo al sudor, tab¨² infranqueable para muchos.
La ducha es una inestimable opci¨®n y, con gran cuidado para no resbalar y rompernos el espinazo, podemos intentar emular las imposibles posturas coitales que salen las pel¨ªculas de Hollywood, como hacerlo con ambos partenaires en posici¨®n totalmente horizontal, como si el pene fuera una manguera ajustable a cualquier grifo.
En agosto, la nevera es la que puede proporcionarnos los mejores juguetes er¨®ticos: cubitos de hielo y helados. Cada uno debe elegir si prefiere comerlos en cucurucho o en tarrina.
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