Qu¨¦ es un core¨®grafo sexual y por qu¨¦ el cine necesita m¨¢s de uno
As¨ª como las escenas de peleas cuentan con expertos que ense?an a los actores como simular una lucha sin lastimarse, para las de sexo est¨¢ la figura del core¨®grafo sexual. Hablamos con Tonia Sina, una profesional del tema.
Las escenas de sexo a las que nos ten¨ªa acostumbrados Hollywood, y digo ten¨ªa porque los momentos subidos de tono hace tiempo que han dejado la gran pantalla para instalarse en las series, siempre han dejado mucho que desear y parecen dise?adas por geeks v¨ªrgenes de Silicon Valley. El acto sexual por excelencia, la c¨®pula, consiste muchas veces en que el hombre se pone encima de la mujer y ambos ruedan en todas las direcciones, en la cama o el suelo. El enamoramiento y los orgasmos simult¨¢neos ¨Calgo no precisamente muy frecuente en la vida real¨C han ido siempre de la mano en la meca del cine y la pasi¨®n exige muchas veces destrozar parte del mobiliario, como preliminares antes del acto sexual. Anat¨®micamente hablando, para el cine no hay barreras f¨ªsicas ni de gravedad. Dos cuerpos juntos y paralelos pueden practicar la penetraci¨®n, sin que ninguno de ellos se agache, como si el pene fuera un ¨®rgano extra largo y flexible, algo as¨ª como una manguera. O ¨¦l puede sostener a la chica durante largo tiempo, al mismo tiempo que mueve la pelvis y se agita como pose¨ªdo por el demonio.
Escenas un tanto exageradas que no solo quitan realismo a la situaci¨®n sino que siembran falsas esperanzas, expectativas demasiado altas en las moldeables mentes de los adolescentes. Sin embargo, la industria del cine y el teatro empiezan ya a echar mano de core¨®grafos sexuales, que estudian, dise?an y planean, junto con el director y los actores, este tipo de escenas con dos importantes fines: que sean realistas y cre¨ªbles, y que no haya abusos, ni nadie se vea obligado a hacer algo que no est¨¢ en el gui¨®n o que previamente no se haya pactado.
Los core¨®grafos ¨ªntimos suelen defender la necesidad de su trabajo equiparando una escena de sexo con una de lucha. ¡°Ning¨²n director dar¨ªa dos espadas a sus actores y les dir¨ªa simplemente: pelear. Hay una planificaci¨®n de la secuencia, un entrenamiento, una coreograf¨ªa de los movimientos. A mi me gustar¨ªa que en el terreno de las escenas ¨ªntimas ocurriera lo mismo¡±, apunta Tonia Sina, creadora del m¨¦todo Intimacy for the Stage y fundadora de Intimacy Directors Internacional, una organizaci¨®n que lucha por promover esta profesi¨®n.
chiaEn junio de 2016 el diario Chicago Reader public¨® un reportaje del Profiles Theatre, en el que se revelaban los abusos que estaban ocurriendo en la producci¨®n teatral Killer Joe. Abusos que ten¨ªan lugar en las escenas de lucha y en las sexuales, debido al mal manejo de las mismas. Los actores sal¨ªan heridos o eran v¨ªctimas de conductas poco ¨¦ticas o humillaciones por parte del director art¨ªstico. Una semana despu¨¦s de que este art¨ªculo saliera a la luz, el teatro cerr¨® despu¨¦s de 28 a?os de vida. Sonada fue tambi¨¦n la pol¨¦mica escena de El ¨²ltimo tango en Pa¨ªs (1987), en la que Marlon Brando practica sexo anal a su partenaire, la actriz Maria Schneider. El director Bernardo Bertolucci asegur¨® que ¡°quer¨ªa su reacci¨®n como ni?a, no como actriz. No quer¨ªa que Maria interpretara su humillaci¨®n y su rabia sino que la sintiera¡±. Algo absolutamente inaceptable en la industria del cine hoy en d¨ªa.
Tonia Sina vive en Oklahoma City (EEUU), y adem¨¢s de supervisar las escenas intimas en muchos trabajos, la mayor¨ªa teatrales, es tambi¨¦n una consejera internacional sobre la prevenci¨®n de abusos sexuales en las compa?¨ªas de teatro. En su pasado como actriz, modelo y dramaturga, Tonia ha visto demasiadas cosas que pod¨ªan haberse evitado. ¡°Llevo avisando de la necesidad de supervisar este tema porque desde que ten¨ªa 24 a?os he visto muchos abusos en materia sexual en el escenario, y he hablado en todo el mundo con cientos de personas sobre este tema. Muchas me han contado como hab¨ªan sido violadas por directores, o sexualmente molestadas o forzadas a representar escenas sexuales frente a una audiencia. Y muchas de esas situaciones han ocurrido en las Universidades, llevadas a cabo en cursos por profesores. La cuesti¨®n es que cuando el control de la direcci¨®n del material ¨ªntimo est¨¢ en las manos equivocadas, esto puede ser muy peligroso. Pero el asunto no est¨¢ en convencer a nadie de la necesidad de usar estos profesionales, el problema es que la mayor¨ªa de la gente ni siquiera sabe que existimos, porque esta es una profesi¨®n relativamente nueva¡±.
Coreogr¨¢ficamente hablando, el sexo es muy parecido a una lucha
Sina se gradu¨® en la Virginia Commenwealth University, en pedagog¨ªa teatral, con especial ¨¦nfasis en el movimiento, y en 2004 empez¨® a supervisar escenas sexuales. ¡°Me di cuenta de que aquello era muy similar a planificar las peleas. Es solo la otra cara de la misma moneda y aqu¨ª hay que ser mucho m¨¢s espec¨ªfico. Cada parte del cuerpo, cada dedo cuenta. Cuando hay una lucha, lo importante es que los actores no salgan con un ojo morado o un rasgu?o en la cara. El problema con las escenas sexuales es que nadie salga herido, ni mental ni emocionalmente¡±.
Nada en el cine o en el teatro queda al azar o a la improvisaci¨®n y menos las partes de dos rombos. El trabajo de un core¨®grafo ¨ªntimo est¨¢ en dise?ar, junto con el director y los actores, las escenas a interpretar, elegir cuidadosamente los movimientos y sonidos m¨¢s adecuados para mostrar al p¨²blico lo que se quiere representar y buscar la f¨®rmula en la que todos est¨¦n de acuerdo y se sientan a gusto. Algunos de estos profesionales han creado unos c¨®digos o palabras clave al modo de los que usan los sadomasoquistas para frenar o parar cuando la cosa se est¨¢ yendo de las manos (verde significa que todo va bien, amarillo es se?al de que alguien empieza a no sentirse a gusto y rojo quiere decir stop). Tonia, sin embargo, no es muy partidaria de esta idea, ¡°En Intimacy Directors International no usamos este sistema, aunque otros s¨ª lo utilizan. No quiero que mis actores se sientan nunca inc¨®modos con lo que hacen y, si eso ocurre, se para autom¨¢ticamente. El amarillo puede ser un lugar ya peligroso para nosotros, especialmente si el core¨®grafo no est¨¢ acostumbrado a leer los s¨ªntomas del trauma para poder prevenirlos. Nosotros preferimos la comunicaci¨®n a las palabras de seguridad¡±.
Dirigir este tipo de escenas entra?a diferentes trucos si se trata del cine o el teatro, aclara Tonia. ¡°La diferencia est¨¢ b¨¢sicamente en la t¨¦cnica, en los ¨¢ngulos y las conexiones, que cambian dependiendo de la talla de la audiencia. En teatro, en un auditorio de 500 espectadores, la escena puede verse desde distintos puntos de vista; el cine, sin embargo, solo lo ve la c¨¢mara. El directo implica tambi¨¦n m¨¢s control, todo debe estar perfectamente dise?ado y debe seguir un ¨²nico camino hasta legar al fin de la representaci¨®n. En cine, el punto de vista es muy cercano, todo debe encajar perfectamente en una fracci¨®n de segundo, pero luego puedes olvidarlo porque si la toma es buena ya no hay que repetirlo de nuevo¡±.
Le pregunto a esta core¨®grafa sobre las escenas sexuales m¨¢s dif¨ªciles de planificar, dirigir y escenificar. ¡°Eso es algo muy subjetivo que depende mucho de los actores y sus vivencias, pero creo que las escenas de violaciones son siempre complicadas porque a¨²nan lucha y sexo. Para algunos actores los sonidos sexuales son embarazosos, para otros la dificultad est¨¢ m¨¢s en el cuerpo o puede que sea un reto mayor escenificar escenas queer, al margen de la heterosexualidad o aquellas en las que intervienen m¨¢s de dos personas. En IDI trabajamos con todas las clases de sexualidad, desde el BDSM hasta la m¨¢s cl¨¢sica que ten¨ªan nuestros abuelos¡±, apunta Sina.
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