La bestial tensi¨®n sexual entre Bruce Willis y Cybill Shepherd en ¡®Luz de luna¡¯, la serie en la que la actriz tuvo mucho que decir
¡°Si la segunda mitad del guion es igual de buena que la primera, estoy interesada en hacerlo¡±, dijo Cybill Shepherd. Ella afirma adem¨¢s que fue la que escogi¨® como coprotagonista a un camarero sin trayectoria, pero con mucho carisma. Un tal Bruce Willis.
Una exmodelo retirada entra a la agencia de detectives privados que tiene en propiedad dispuesta a despedir a su plantilla. Acaba de declararse en bancarrota despu¨¦s de que su asesor fiscal haya huido con su dinero y lo ¨²nico que le queda es esa ruinosa agencia de detectives que ese mismo asesor le hab¨ªa aconsejado comprar para lavar dinero a trav¨¦s de ella. El inicio de Luz de luna (1985-1989), la serie de la ABC que lleg¨® a reunir a 60 millones de norteamericanos frente al televisor, no deja lugar a dudas de en qu¨¦ d¨¦cada estamos: los ochenta.
Al llegar a la agencia, Maddie Hayes, que as¨ª se llama nuestra protagonista, interpretada por Cybill Shepherd, se topa con David Addison (Bruce Willis), un investigador tan irreverente como impertinente, que cree recordarla de una Playboy de hace 10 a?os y trata de coquetear con ella. Maddie le para los pies: ¡°No soy ni Miss Marzo, ni Miss Mayo, ni miss ning¨²n otro mes. Soy miss Maddie Hayes y soy la due?a de esto¡±. La conversaci¨®n se tensa y ¨¦l vuelve a hablar de m¨¢s: ¡°Es gracioso, por sus anuncios y sus p¨®steres nadie dir¨ªa que usted es la zorra fr¨ªa que es¡±. ?La respuesta de Maddie? Una bofetada. A partir de aqu¨ª todo va a mejor, esto es, a peor entre ellos. Maddie y David se convierten en una pareja de detectives que tratan de revitalizar la agencia para poder sobrevivir y por el camino se esfuerzan tanto en tratar de quitarse la raz¨®n que no cabe ninguna duda de lo que ocurre entre ellos: se gustan much¨ªsimo. Esa tensi¨®n sexual es la columna vertebral de una serie que, bajo la apariencia de una colecci¨®n de episodios autoconclusivos, fue integrando elementos modern¨ªsimos para la televisi¨®n de la ¨¦poca como la ruptura de la cuarta pared y otros muchos elementos de lenguaje metatelevisivo, al tiempo que no perd¨ªa la capacidad de hacer gui?os a la cultura popular constantes (un episodio est¨¢ presentado por Orson Welles a la manera de La guerra de los mundos; en otro, un fragmento musical est¨¢ dirigido por Stanley Donen).
Ocho meses antes de que los espectadores estadounidenses disfrutaran por primera vez del encuentro entre Maddie y David, se hab¨ªa producido otro fuera de la pantalla. A mitad de escritura del primer episodio de Luz de luna, Glenn Gordon Caron, creador de la serie, se dio cuenta de que estaba escribiendo a Maddie Hayes con Cybill Shepherd en la cabeza. Le pareci¨® un imposible contar con ella, pero se lo coment¨® a su agente, que dijo conocerla. As¨ª fue como le hicieron llegar la mitad del piloto ¨Calgo m¨¢s de 40 p¨¢ginas, los guiones eran el doble de largos porque los personajes hablaban muy r¨¢pido¨C y ella accedi¨® a reunirse con ellos. En una comida que tuvo lugar en julio de 1984 ¨Cla serie se estren¨® en marzo de 1985¨C Shepherd fue clara: ¡°Si la segunda mitad del guion es igual de buena que la primera, estoy interesada en hacerlo. Es una comedia hawksiana¡±.
Un momento. ?Una comedia hawksiana? ?Qu¨¦ demonios quiere decir ¡°una comedia hawksiana¡±? Esto fue lo que se pregunt¨® Gordon Caron mientras sonre¨ªa a la actriz hasta que comprendi¨® que se refer¨ªa a Howard Hawks.
Shepherd, exnovia e ¨ªntima amiga de Peter Bogdanovich, llevaba a?os cultivando una amplia cultura cinematogr¨¢fica junto a ¨¦l. Es m¨¢s, incluso hab¨ªa llegado a visitar a Howard Hawks en su casa de Palm Springs junto a Bogdanovich, que habl¨® con ¨¦l dentro de su antolog¨ªa de entrevistas con directores legendarios. Sab¨ªa bien de lo que hablaba. Es m¨¢s, tal y como explic¨® Gordon Caron en la historia oral de Luz de luna que escribi¨® el periodista Scott Ryan, puede que mejor que ¨¦l: ¡°Mucho de lo que yo hac¨ªa lo hac¨ªa por instinto, sin la apreciaci¨®n de que pod¨ªa resonar a cine cl¨¢sico. Ella parec¨ªa entender lo que era [la serie] de formas que yo no pod¨ªa¡±. De musa a experta en una comida.
La implicaci¨®n de Cybill Shepherd en la serie, como apuntaba ese primer encuentro, fue mucho mayor que la que ya se le atribu¨ªa y tard¨® poco en materializarse. Tal y como cuenta en sus memorias (de estupendo t¨ªtulo), Cybill disobedience, de entrada se implic¨® en la elecci¨®n de su partenaire. ¡°Cre¨ªa imperativo que la qu¨ªmica entre Maddie y David fuera genuina, ya que la serie la mov¨ªa una palpable tensi¨®n sexual. Ten¨ªa derecho a aprobar el casting, y cuando la pila de los aspirantes a David Addison se redujo a media docena, fui a conocerlos¡±. Para el personaje de David Addison, Glenn Gordon Caron se hab¨ªa inspirado en el Bill Murray de Cazafantasmas, pero el actor no pod¨ªa comprometerse con la serie. 1.100 int¨¦rpretes se presentaron a las pruebas y, de entre los seis de la selecci¨®n final, solo hubo uno que llam¨® la atenci¨®n de la actriz. Un camarero sin trayectoria en la interpretaci¨®n, vestido con una guerrera militar y con pendientes en las orejas (nada m¨¢s alejado de la est¨¦tica pensada para David), pero con mucha caradura y carisma. Un tal Bruce Willis. ¡°En cuanto se fue, me inclin¨¦ hacia Glenn y le dije: ¡®Es ¨¦l¡±.
Cabe destacar que en la versi¨®n de este asunto de Glenn Caron Gordon, quien se enamor¨® de Bruce Willis fue ¨¦l¡ Y a partir de aqu¨ª las versiones empiezan a distar. El creador de la serie explica que convenci¨® a la cadena para hacerles llegar una prueba de c¨¢mara del desconocido, pero que Shepherd se neg¨® a hacerla con ¨¦l por miedo a que cuando ¨¦l la viese por pantalla, no le gustase para el papel. Tuvieron que contratar a otra actriz ¨CMary Margaret Humes¨C solo para esta prueba.? En cambio Cybill, en su autobiograf¨ªa, rememora haber compartido plano con Bruce Willis en esa prueba y haberle escuchado decirle: ¡°No me puedo concentrar, eres demasiado guapa¡±.
Ella tambi¨¦n cuenta que una semana antes de grabar el piloto, Bruce Willis, Glenn Gordon Caron y ella vieron La fiera de mi ni?a y Luna nueva,?tal y como ella ¡°hab¨ªa sugerido¡±. La comedia hawksiana que la actriz percibi¨® desde el principio estaba a punto de materializarse y merec¨ªa la pena repasar sus referentes. Pero hab¨ªa una diferencia: en la serie, ella no era Katharine Hepburn, era Cary Grant. Los parlamentos largos los ten¨ªa Willis y ella se especializ¨® en aprender a reaccionar.
Ya en el rodaje, se descubri¨® que, adem¨¢s de en la serie, Cybill mandaba fuera de ella. La tensi¨®n sexual entre Maddie y David, uno de los elementos diferenciales y m¨¢s atractivos de la ficci¨®n, ten¨ªa su reflejo en la realidad. Tal y como cuenta ella, despu¨¦s de una escena especialmente sexy entre ambos, se larg¨® del set y ¨¦l la sigui¨®, a lo que ella respondi¨® con una pregunta: ¡°?Vamos a hacer algo con esto que hay entre nosotros o qu¨¦?¡±. ?l sonri¨® y propuso: ¡°?Por qu¨¦ no voy a tu casa esta noche?¡±. Fue ella tambi¨¦n quien, mientras esa misma noche ambos se besaban apasionadamente en su casa, le dijo: ¡°Quiz¨¢ no deber¨ªamos hacer esto¡±. ?l acat¨® y se fue.
No todas sus sugerencias fueron aceptadas. Las extenuantes jornadas de trabajo de la serie, habitualmente de 14 horas y con unos horarios que forzosamente acababan invadiendo parte de noche, pusieron a los actores y al equipo al borde del agotamiento. Despu¨¦s de una cena con su amiga Angela Lansbury en la que esta le dijo que ella llegaba al rodaje de Se ha escrito un crimen a las seis de la ma?ana y se iba a las seis de la tarde, y que nunca empezaba una temporada con menos de ocho guiones escritos, fue a pedirle lo mismo a su jefe. ?l se rio.
La situaci¨®n empeor¨® para Cybill cuando dos a?os despu¨¦s, en pleno ¨¦xito de la serie, se qued¨® embarazada de gemelos, lo cual no fue bien recibido por sus jefes. ¡°Mi embarazo ampli¨® el abismo con los productores, que reaccionaron a la noticia como si fuera una inconveniencia desconsiderada. A otras actrices se les permit¨ªa incluir sus embarazos en las tramas de la serie y ajustar los calendarios. Cuando le ped¨ª algo parecido a Glenn, me dijo: ¡°Bueno, no me dejas mucha elecci¨®n¡±. A pesar de que desarroll¨¦ diabetes gestacional y me prohibieron trabajar en el tercer trimestre, a veces iba al estudio contra las ¨®rdenes de mis m¨¦dicos. Pero Glenn segu¨ªa actuando como si yo personalmente y a conciencia hubiera decidido joderlo (y despu¨¦s dir¨ªa que mi embarazo hab¨ªa arruinado Luz de luna)¡±.
La soluci¨®n que encontraron pasaba por casar a Maddie, con un tipo al que acababa de conocer, a lo que se opuso la actriz. ?La respuesta de su jefe? ¡°C¨¢llate y haz tu trabajo, no est¨¢s produciendo la serie¡±.
Las tensiones crecieron. Y no solo entre ella y los productores, tambi¨¦n entre ambos actores, cuyo affaire no consumado, seg¨²n mantiene Cybill, fue solo el inicio de sus problemas. Cuando en la tercera temporada la serie recibi¨® una colecci¨®n de nominaciones a los Emmy por su cap¨ªtulo Atomic Shakespeare, una adaptaci¨®n de La fierecilla domada escrita en verso blanco ingl¨¦s, la actriz confiesa haber rezado para que Willis no se lo llevara ¨Cella ni siquiera estaba nominada¨C. Sus plegarias no fueron atendidas: ¨¦l gan¨®. El mal ambiente en el rodaje era tan conocido que hasta se decidi¨® incorporarlo a la serie. En uno de sus caracter¨ªsticos arranques metatelevisivos tan innovadores entonces, una periodista acud¨ªa a las oficinas de Blue moon para investigar qu¨¦ hab¨ªa de cierto en los rumores que hablaban de peleas constantes entre sus protagonistas.
La situaci¨®n lleg¨® hasta tal extremo que Gordon Caron abandon¨® la producci¨®n en oto?o de 1988, declarando que o se quedaba ella o se quedaba ¨¦l, y estaba seguro de que la cadena jam¨¢s lo habr¨ªa elegido a ¨¦l. Hasta el mism¨ªsimo Brandon Stoddard, presidente de la ABC, quiso interceder por el bien de la serie, y habl¨® con Glenn: ¡°Tal vez no puedas llevar la serie, tal vez no puedas decirle a ella lo que tiene que hacer, pero podr¨ªas seguir escribiendo¡¡±, lo que dio a entender a su creador que la cuesti¨®n ya estaba zanjada a favor de la actriz antes de esa conversaci¨®n. La visi¨®n de ella es diferente, claro. Seg¨²n cuenta en sus memorias: ¡°Lo que hab¨ªa empezado como una alianza entre Glenn y yo se convirti¨® en Glenn y Bruce contra Cybill. No solo David Addison sino tambi¨¦n Bruce se hab¨ªa convertido en el alter ego de Glenn, y yo en la problem¨¢tica, la dif¨ªcil¡±. Influy¨®, adem¨¢s, que en 1988, gracias al ¨¦xito de Jungla de cristal, Bruce hab¨ªa dado el salto al estrellato cinematogr¨¢fico.
La marcha de su creador no mejor¨® la situaci¨®n de Luz de luna, que acab¨® terminando en 1989. En los ¨²ltimos minutos del ¨²ltimo cap¨ªtulo, mientras huyen despavoridos de la destrucci¨®n del plat¨® en otra pirueta meta, David y Maddie buscan los motivos por los cuales su serie se termina. Acaban en una sala de cine donde un productor de televisi¨®n les viene a decir que los espectadores se enamoraron al verlos enamorarse y que ahora que ya no lo est¨¢n, han perdido su favor. ¡°El amor es algo muy fr¨¢gil¡±, dice. La estabilidad en un rodaje y la integridad de sus art¨ªfices tambi¨¦n lo es.
Despu¨¦s de Luz de luna:?
Bruce Willis continu¨® su incipiente y exitosa carrera cinematogr¨¢fica hasta su reciente retirada.
Cybill Shepherd protagoniz¨® Cybill, serie de tremendo ¨¦xito en CBS que desapareci¨® casi de la noche a la ma?ana sin ning¨²n motivo claro. A?os despu¨¦s, ella contar¨ªa que le cancelaron la serie despu¨¦s de no acceder a un acercamiento sexual por parte de Les Moonves, entonces presidente de la CBS. En 2018, Moonves dimiti¨® despu¨¦s de que se destaparan 12 casos en los que hab¨ªa cometido abuso sexual.
En 2005, Glenn Gordon Caron cre¨® Medium. En 2021, dej¨® otra serie, Bull, despu¨¦s de que varios guionistas se marcharan alegando que fomentaba un ambiente de trabajo irrespetuoso. En 2018 una de las actrices de la serie, Eliza Dushku, aleg¨® haber sufrido acoso sexual por parte del protagonista de la serie, Michael Weatherly. En una carta escrita por ella, afirm¨®: ¡°Caron me hizo desaparecer 48 horas despu¨¦s de mis quejas sobre Weatherly¡±. Caron, a trav¨¦s de su representante, lo niega.
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