The Bling Ring: el ¡®Bonnie and Clyde¡¯ de las ¡®influencers¡¯
Se cumple una d¨¦cada de la pel¨ªcula de Sofia Coppola, experta en retratar el nihilismo de los privilegiados.
The Bling Ring, estrenada hace justo 10 a?os, est¨¢ considerada una pel¨ªcula menor en la filmograf¨ªa de Sofia Coppola. Pero todo lo que hace una d¨¦cada parec¨ªa una burda caricatura generacional hoy resulta una escalofriante radiograf¨ªa del mundo que vino despu¨¦s y que a¨²n no se ha ido.
Basada en una historia que Coppola ley¨® en Vanity Fair, la pel¨ªcula recog¨ªa un suceso real: una pandilla obsesionada con los famosos y sus lujosas vidas entraba de forma sistem¨¢tica en la casa de Paris Hilton y otras celebridades de Hollywood Hills (Megan Fox, Miranda Kerr y Orlando Bloom, Lindsay Lohan¡) para hurgar en sus cajones y, de paso, llevarse ropa y accesorios de sus insondables armarios. Un bot¨ªn de relojes Rolex y bolsos de Chanel que, entre drogas y fiestas, convirti¨® a cinco adolescentes en cautivas del culto a la fama.
La pel¨ªcula estaba inspirada en un reportaje escrito por Nancy Jo Sales que se titulaba Las sospechosas llevaban louboutins en alusi¨®n a los famosos zapatos de suela roja que reinaban en el vestidor de Hilton, la rica heredera que se convirti¨® en la obsesi¨®n favorita de la banda. A partir de esa lectura, Coppola construy¨® un relato basado en las confesiones de sus miembros. The Bling Ring es el Bonnie and Clyde de las influencers, una pel¨ªcula de robos en la era de las redes sociales que representa la huida hacia delante de unas ladronzuelas sin cabeza ni pistola. Un grupo de cuatro chicas y un chico que, cegados por el deseo de poseer los s¨ªmbolos de la fama y una vida ante los focos, acabaron como forajidos de Beverly Hills y su nueva fiebre del oro.
Pero la pel¨ªcula era algo m¨¢s. Supuso un cambio de perspectiva en la obra de una cineasta que ha retratado como pocas el nihilismo de los privilegiados. Coppola, que acaba de estrenar su octavo filme, Priscilla, basado en la exmujer de Elvis Presley, desvi¨® su mirada de las burbujas de Versalles (Mar¨ªa Antonieta) o del Chateau Marmont (Somewhere) para acercarse a una realidad m¨¢s fea e inc¨®moda, la de los que, m¨¢s all¨¢ de los selfis y el culto a las marcas, acaban siendo parias del imperio de la nada.
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