Hinds: ?No nos acosan porque siempre vamos juntas y nos protegemos?
De Malasa?a a la piscina de Selena Gomez. Hinds puede presumir de ser un fen¨®meno internacional. Hablamos con ellas sobre c¨®mo lo han logrado.
?Cu¨¢ntas veces os han llamado ¡®ni?atas¡¯? La pregunta hace referencia a una etiqueta popular de la que las Hinds han tenido que defenderse desde que montaron su banda. ?T¨² acabas de ser la ¨²ltima?. As¨ª de directa se revuelve Carlotta Cosials, vocalista del cuarteto que, en apenas cuatro a?os, ha dinamitado el indie rock nacional y le ha pegado un bocado al de fuera.
La clave seg¨²n la cr¨ªtica: un sonido garage potente. En 2014, cuando solo era un d¨²o de ni?as bien con pulso guitarrero (Cosials y Ana Garc¨ªa Perrote) publicaron Bamboo. No cantar en espa?ol fue algo natural: ?Somos la generaci¨®n de la ESO en ingl¨¦s y la m¨²sica que nos gusta usa esa lengua (desde Black Lips a The Parrots)?.
El directo exigi¨® ampliar filas y llegaron Ade Mart¨ªn (bajo) y Amber Grimbergen (bater¨ªa). La era de las redes sociales e Instagram lo aceleraron todo. El idioma y una puesta en escena m¨¢s gamberra que mel¨®dica (?hemos ido aprendiendo a tocar bien?) catapult¨® a las cuatro ¡®pijas¡¯ de Malasa?a (las etiquetas variaban) a la premier internacional en un abrir y cerrar de ojos, convertidas ya en una banda respetable y con la que hay que contar. La prensa anglosajona les pone ojitos (desde The Guardian a The Fader), NME las nomina a mejor banda revelaci¨®n internacional y uno de los sanctasanct¨®rum del pop ingl¨¦s, el l¨ªder de Primal Scream, Bobby Gillespie, les dedica un ?son incluso mejores cuando todas las guitarras suenan desafinadas?.
Ajenas a los haters que les llueven en Espa?a, se embarcan en una gira mundial en furgoneta. ?No somos tan grandes como para tener bus propio, pero nos llaman de todo el mundo. Y bandas que llevaban 10 a?os en esto no asimilan que lleguen cuatro chicas y toquen en Londres o en el Festival de Glastonbury con solo un disco en la calle, Leave Me Alone (2016)?. El dinero: ?Lo pusieron la agencia de management y nuestros padres. Giramos sin lujos, vamos a hostales, compartimos la ducha. Y hemos estado dos a?os currando y sin ver un duro. Pero hay que arriesgarse?. La primavera pasada lanzaron su segundo trabajo, I don¡¯t run (2018). La cr¨ªtica patria se relaj¨®. ?A estas alturas ya sabemos que este pa¨ªs no es fundamental para las ventas. Nuestro mercado est¨¢ fuera?.
Viajan ligeras de equipaje y abiertas a la improvisaci¨®n. Como lo de ba?arse en la piscina de la mansi¨®n de Selena Gomez. ?Surgi¨® como la t¨ªpica historia de un amigo que conoce a un amigo que invita a Selena a tu concierto. Y luego ella propone terminar la fiesta en su casa?. No es que la m¨²sica de la exni?a Disney suene en su selecci¨®n favorita, pero ni se les pasa por la cabeza criticarla por ser un producto pop. ?Nos han juzgado tanto por estar donde estamos, y m¨¢s siendo mujeres, que somos conscientes de lo mucho que ha tenido que comerse Selena para estar donde est¨¢. Incluso para conciliar el sue?o, sin darle vueltas a todos los obst¨¢culos que hay en esta profesi¨®n, que son muchos. Tampoco lo har¨ªamos con Taylor Swift, que encarna mucho de lo que nosotras no somos. Solo podemos admirarlas, sin prejuicios?.
Acaban de abrir la caja de Pandora. El rock and roll, tan libertario, es tan machista o m¨¢s que otros sectores laborales. ?Es bastante jodido. Hablamos de bandas, de discogr¨¢ficas, de la prensa. Es un mundo de hombres con modos de actuar masculinos y anticuados?. ?Son Hinds una banda feminista? ??Por supuesto! No componemos letras reivindicativas, preferimos cantar sobre otros temas. Pero ya solo por estar aqu¨ª, por ser mujeres, trabajadoras y en la m¨²sica, no te queda la opci¨®n de no ser feminista. Te va a tocar pelear para que te traten con igualdad. Si no luchas, te comen?.
La lista de reivindicaciones arranca en el cach¨¦. ?En salas peque?as no sucede porque vas a comisi¨®n en la venta de entradas, sin embargo en los festivales seguro que nos torean. Una banda de chicos que act¨²a a la misma hora pero otro d¨ªa, o el mismo d¨ªa, en un escenario m¨¢s peque?o, cobra m¨¢s que nosotras. Por no hablar de que como somos chicas los organizadores tienden a colocarnos para abrir el festival. ?C¨®mo van a poner a cuatro chicas por la noche, que es cuando tocan las bandas serias!?.
Ade denuncia otra situaci¨®n que demuestra que a¨²n estamos a a?os luz de ver natural a una mujer en el rock. ?Muchas veces en los camerinos hay mucho ruido. O no hay cobertura. Sales a la calle a hablar por tel¨¦fono. Al intentar volver a entrar, el portero no te deja. Y se descojona en tu cara de que seas del grupo que va a tocar. Entonces tienes que llamar a los de dentro para que salgan a por ti. No creo que lo hagan a mal, pero eso con los t¨ªos no ocurre?.
?Cambian los comportamientos en la relaci¨®n con otros m¨²sicos? Carlotta se pone seria y vuelve a tomar la palabra. ?Muchos no saben c¨®mo actuar cuando hay chicas en el backstage y no se trata de fans. T¨² est¨¢s simp¨¢tica y compartes risas con otro m¨²sico. Lo tratas como a un colega. ?l piensa: a) Que est¨¢s ligando, b) ¡®Ostras, est¨¢ buena. Me la voy a ligar¡¯, c) ¡®No te acerques, que tengo novia¡¯. Y te cabrea. Si fu¨¦ramos chicos, en cuesti¨®n de segundos todo ser¨ªa ¡®Hey, brother, nosotros, u?a y carne¡¯. Somos un gremio en el que te entiendes en seguida. Puedes pasarte toda la noche compartiendo cervezas y an¨¦cdotas y no pasa nada. Pero todo cambia si somos chicas. Ah¨ª se levanta una barrera enorme, no s¨¦ si por falta de educaci¨®n o porque nunca han tenido una amiga y no saben relacionarse con mujeres?.
Entonces, ?hay o no acoso? ?No nos ha pasado porque siempre vamos juntas. Para acosar a cuatro t¨ªas a la vez tienes que ser muy idiota. Pero s¨ª hay fans que intentan propasarse. Toca hacerse el selfie y pararle los pies en seco. Sin medias tintas?.
Una vez m¨¢s, no es lo mismo ser var¨®n que mujer. ?El mito de la estrella de rock haci¨¦ndoselo con varias groupies a la vez no puedes trasladarlo al caso de una mujer. Ya ser¨ªa mala suerte toparse con un grupo de t¨ªas psic¨®patas que pusieran en peligro la vida del m¨²sico. Pero siendo chica, es otra cosa. De entrada pueden parecer supermajos y, a medida que avanza la noche, se embrutecen?. La sombra de La Manada es alargada. Prefieren ser precavidas. ?Igual que con lo de emborracharte hasta perder el control. Desde ni?as te ense?an que una mujer no puede quedarse inconsciente por la noche en la calle. Conocemos a algunos m¨²sicos cuyos compa?eros de banda les escriben en el brazo la direcci¨®n del hotel. O un tel¨¦fono. A nosotras jam¨¢s nos pasa. Nunca vamos a perder el contacto con otra de las chicas. Nos protegemos entre nosotras. Entre mujeres es as¨ª?.
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