Joni Mitchell: c¨®mo el dolor de dar en adopci¨®n a una hija contra su voluntad inspir¨® uno de los mejores discos del siglo XX
Se cumplen 50 a?os de la edici¨®n del emblem¨¢tico disco, un ¨¢lbum que ampli¨® la profundidad emocional que hasta entonces hab¨ªa alcanzado el folk y que convirti¨® a su autora en una estrella. Pocos conocen, sin embargo, el origen de las emociones que acompa?aron a su creaci¨®n.
¡°Una ni?a con una ni?a, fingiendo. / Cansada de las mentiras que env¨ªas a casa. / Entonces firmas todos los papeles en nombre de la familia. / Est¨¢s triste y te duele, pero no te averg¨¹enzas. / Peque?a Green, que tengas un final feliz¡±.
Nunca volveremos a escuchar de la misma manera esta letra de la canci¨®n Little Green del disco Blue (1971), de Joni Mitchell, tras conocer qui¨¦n es esa tal Green: la ni?a a la que Mitchell, con 21 a?os, vi¨¦ndose sola y sin ninguna posibilidad de mantenerla, se vio obligada a dar en adopci¨®n.
Joni Mitchell, cuyo verdadero nombre es Roberta Joan Anderson, naci¨® en 1943 en Fort Macleod, Canad¨¢, y desde peque?a mostr¨® una inclinaci¨®n natural hacia las artes. Sin embargo, nunca fue una buena estudiante y a punto estuvo de convertirse en una delincuente juvenil tras abandonar la escuela por un tiempo con solo 12 a?os. Tampoco le convenci¨®, a?os despu¨¦s, el futuro que le ofrecer¨ªa el Alberta College of Arts y solo encontr¨® su lugar en el mundo cuando comenz¨® a tocar folk en clubs de Calgary y, m¨¢s tarde, de Toronto cuando ten¨ªa unos 20 a?os.
Llevaba por entonces una vida bohemia, el sue?o de muchos j¨®venes estadounidenses durante la d¨¦cada de los sesenta, aunque esa manera de vivir estaba lejos de ser id¨ªlica: hab¨ªa poco dinero, trabajos de pacotilla, habitaciones ruinosas en pisos compartidos y muchas dificultades; incluso en el panorama musical, porque a pesar de que en el folk hab¨ªa algo m¨¢s de espacio para las mujeres, los artistas que dominaban las escenas locales, sol¨ªan ¡®adue?arse¡¯ de algunas canciones aunque no las hubieran escrito ellos, y no permit¨ªan que otros las cantasen. Fue aquella situaci¨®n uno de los motivos que llevaron a Mitchell a comenzar a escribir sus propios temas, lo que con el tiempo le har¨ªa convertirse en una artista internacional.
Pero entonces, a finales de 1964 y con tan solo 21 a?os, Joni se qued¨® embarazada de Brad MacMath, un antiguo novio de Calgary que hab¨ªa conocido en la universidad y con quien nunca hab¨ªa pensado tener un proyecto de vida en com¨²n. Brad ten¨ªa solo un par de a?os m¨¢s que ella y no estaba preparado para afrontar la situaci¨®n y casarse con ella, que era lo que en la sociedad de la ¨¦poca se supon¨ªa que se deb¨ªa hacer en esos casos.
Un d¨ªa, Brad se larg¨® a California, donde acab¨® convirti¨¦ndose en fot¨®grafo y desde entonces nunca ha vuelto a encontrarse con Mitchell. ¡°El padre de mi hija me dej¨® embarazada de tres meses en una habitaci¨®n de un piso compartido, sin dinero, con el invierno ech¨¢ndosenos encima y con una chimenea como ¨²nica fuente de calor¡±, declar¨® Mitchell en relaci¨®n al origen de su canci¨®n Moon at the Window. ¡°Los inquilinos del invierno anterior hab¨ªan utilizado los barrotes de la barandilla de la escalera como le?a. Brad dej¨® un dibujo de una mujer embarazada sentada en una ventana, mirando a la luna creciente y al lado escribi¨®: ¡®El ladr¨®n se dej¨® / al marchar, / la luna en la ventana¡±.
En aquella ¨¦poca Joni todav¨ªa compaginaba sus estudios de arte con la m¨²sica. ¡°El mayor problema era c¨®mo ocultar el embarazo¡±, record¨® en 1997 a Los Angeles Times. ¡°Era un esc¨¢ndalo tan enorme¡ Una hija no pod¨ªa darle a sus padres un disgusto mayor. Arruinaba completamente tu vida social. No tienes ni idea del estigma que supon¨ªa. Era casi como si hubieras matado a alguien¡±.
Abortar tampoco entraba en sus planes, as¨ª que a Joni no le qued¨® m¨¢s remedio que afrontar la situaci¨®n completamente sola: sin ayuda del padre de la criatura y sin cont¨¢rselo a su familia. Decidi¨® tener a la ni?a por su cuenta y fue as¨ª como conoci¨® el duro trato que se les daba en el Hospital de Toronto a las madres solteras y sin recursos de la ¨¦poca. ¡°Una de las atrocidades que hac¨ªan era vendar los pechos de las madres para evitar que les subiera la leche¡±, revel¨® al mismo medio.
Arruinaba completamente tu vida social. No tienes ni idea del estigma que supon¨ªa. Era casi como si hubieras matado a alguien.
Su hija naci¨® en febrero de 1965 y Joni, que le puso el nombre de Kelly Dale Anderson, sali¨® del hospital completamente desbordada: sin un hogar ni dinero, pero con la intenci¨®n de quedarse con la ni?a e intentar salir adelante.
Unos d¨ªas despu¨¦s, encontr¨® trabajo cantando en un local de folk de la ciudad llamado Penny Farthing, donde aproximadamente un mes despu¨¦s del nacimiento de Kelly conoci¨® al tambi¨¦n cantante Chuck Mitchell, que se qued¨® prendado de ella y de su talento. Sin pens¨¢rselo mucho, el cantante le pidi¨® matrimonio y ella, valorando la posibilidad de tener una familia junto a ¨¦l y su hija, accedi¨®. Se casaron 36 horas despu¨¦s de conocerse: ¡°Tuve que hacerme yo misma el vestido de novia y tambi¨¦n los de las damas de honor, porque no ten¨ªamos ni un centavo¡±, le cont¨® a la revista Word en 2005. Fue entonces cuando se convirti¨® en Joni Mitchell.
Quiz¨¢ no resulte sorprendente que las cosas entre ellos no terminasen de funcionar. Un mes despu¨¦s del enlace, se dieron cuenta de que mantener a una ni?a no encajaba en su estilo de vida y, pocos d¨ªas despu¨¦s, Joni entreg¨® a Kelly Dale a una agencia de adopci¨®n, con la esperanza de que su nueva familia le ofreciese lo que ella no hab¨ªa podido darle. Le result¨® tan traum¨¢tico que la artista no recuerda nada de aquel momento.
El matrimonio con Chuck todav¨ªa se alarg¨® un tiempo, pero termin¨® dos a?os despu¨¦s. Hab¨ªa nacido con el deseo de conservar a la ni?a y dej¨® de tener sentido una vez que esa posibilidad se esfum¨®. Aquellos a?os que pasaron juntos fueron un desesperado intento de huida hacia adelante, viajando, tocando por clubs de la zona de Michigan, y con Joni, mientras tanto, dando forma a su propio material.
Este esfuerzo compositivo dio sus frutos poco despu¨¦s del divorcio, en 1968, cuando a trav¨¦s del m¨²sico David Crosby, que se hab¨ªa encontrado con ella en un club de Florida, Joni tuvo la oportunidad de grabar su primer ¨¢lbum, Song to a Seagull. Este disco ac¨²stico que compila todas las canciones que ella compuso durante aquellos a?os result¨® un ¨¦xito y le llev¨® de gira por todo el pa¨ªs. Antes de que pasase un a?o, public¨® su segundo disco, Clouds. Las portadas de ambos son obras suyas, porque Joni nunca abandon¨® su pasi¨®n por la pintura.
Pero este ¨¦xito, que lleg¨® despu¨¦s de tantos a?os tocando en garitos de mala muerte, m¨¢s que alegr¨ªa le produjo un sentimiento inesperado que con el tiempo ser¨ªa la base de su siguiente disco, Blue. Joni se sinti¨® frustrada ya que muy poco despu¨¦s de dar a su hija en adopci¨®n, gan¨® el suficiente dinero para comprarse una casa, un coche y, en definitiva, el dinero que le habr¨ªa permitido mantener a Kelly. ¡°La conjugaci¨®n de esas dos situaciones no me sent¨® nada bien. As¨ª que me retir¨¦ durante un tiempo de la m¨²sica y me sumerg¨ª en m¨ª misma. Investigu¨¦ qui¨¦n era yo realmente. Y de esos pensamientos, surgi¨® Blue¡±, le cont¨® en el a?o 2000 a la revista Hot Press.
Inspirada en la sinceridad que Bob Dylan le estaba imprimiendo a sus canciones de aquella ¨¦poca, Mitchell decidi¨® abrirse en canal y expresar en el que ser¨ªa su tercer disco todo lo que ten¨ªa dentro, mostr¨¢ndose ante el p¨²blico tal cual era. Un nivel de exposici¨®n alt¨ªsimo que dio como resultado un ¨¢lbum m¨ªtico, pero que le supuso un alt¨ªsimo coste emocional. ¡°En ese periodo de mi vida¡±, declar¨® a Rolling Stone, ¡°no me guardaba nada para m¨ª. Me sent¨ªa como el celof¨¢n de un paquete de cigarrillos. Me sent¨ªa como si no tuviese ya ning¨²n secreto y no pod¨ªa fingir que era una persona fuerte (¡). Blue es probablemente el disco con las emociones m¨¢s puras que escribir¨¦ en mi vida¡±. El ¨¢lbum obtuvo un ¨¦xito rotundo de cr¨ªtica y p¨²blico, y la convirti¨® en la estrella de folk m¨¢s importante del momento. De hecho, con este disco culmin¨® y cerr¨® su etapa m¨¢s folk, antes de que empezase a buscar otros caminos que la llevaron hacia el jazz y la m¨²sica m¨¢s experimental.
Su hija fue durante d¨¦cadas el gran secreto de Mitchell, que durante a?os trat¨® de buscarla sin ¨¦xito. Por su parte, la chica, que hab¨ªa sido rebautizada como Kilauren Gibb, tambi¨¦n hab¨ªa comenzado a preguntarse d¨®nde estar¨ªan sus padres biol¨®gicos.
Todo se precipit¨® cuando en 1993 una antigua compa?era de estudios de Mitchell vendi¨® la historia de su embarazo a un tabloide. El reencuentro no fue instant¨¢neo sino que se produjo cuatro a?os despu¨¦s, en 1997. Fue un momento muy feliz para ambas y despu¨¦s del encuentro, Mitchell declar¨®, seg¨²n recogi¨® el peri¨®dico escoc¨¦s The Herald, que hab¨ªa perdido el inter¨¦s en escribir canciones, como si toda la energ¨ªa creativa que dio forma a sus mejores temas hubiese estado desde siempre inseparablemente ligada a aquella p¨¦rdida ya reparada.
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