La merienda es el nuevo ¡®brunch¡¯
La comida menos seria del d¨ªa gana protagonismo. En Inglaterra el proletario ¡®high tea¡¯, convive con el sofisticado ¡®afternoon tea¡¯ y en Espa?a la merienda-cena es la f¨®rmula dos por uno, ideal para tiempos de crisis.
La merienda siempre ha sido la comida preferida de los rebeldes, los cursis y los tikis mikis en materia alimentaria, porque es un refrigerio que no hay que hacerlo sentado ¨Cal menos en la infancia-, bajo la supervisi¨®n de los padres o superiores, que quieren estar seguros de que se ingiere todo lo que hay en el plato; se presta para ir acompa?ada de tazas, manteles y todo tipo de complementos, m¨¢s o menos agradables a la vista, y porque, tradicionalmente, siempre se ha entendido como algo m¨¢s l¨²dico que alimenticio, con el predominio de lo dulce sobre lo salado.
Hasta ahora, en la mayor¨ªa de los pa¨ªses mediterr¨¢neos, la comida de la media tarde se reservaba para ni?os y ancianos, mientras en Inglaterra, sin embargo, el afternoon tea era sin¨®nimo de distinci¨®n. De hecho, se dice que lo dise?¨® la duquesa de Bedford en la mitad del siglo XIX. Por aquel entonces ya se hab¨ªan inventado las l¨¢mparas de keroseno y eran objetos habituales en las casas de los ricos, lo que contribuy¨® a que la hora de la cena se retrasase un poco m¨¢s. En aquellos d¨ªas solo hab¨ªa dos comidas: una a media ma?ana ¨Calgo parecido al brunch¨C y otra por la noche. Cuentan que la duquesa sent¨ªa un poco de debilidad a media tarde y decidi¨® empezar a tomar algunos snacks alrededor de las cinco, acompa?ados de t¨¦ y rodeada de amigos. Enseguida esta costumbre se convirti¨® en moda y s¨ªmbolo de exclusividad y se relacion¨® con un pasatiempo de damas de la alta sociedad, aunque con el tiempo se democratiz¨®.
Diferente al palaciego t¨¦, con sus scones, pasteler¨ªa variada y sus finger s¨¢ndwiches, era el high tea, la variante de la clase trabajadora, que se hac¨ªa m¨¢s tarde, una vez acabada la jornada laboral, y que consist¨ªa en una merienda-cena con platos salados, m¨¢s asociados al almuerzo, aunque acompa?ados con la imprescindible bebida caliente.
Ambas variantes del t¨¦ han vuelto con fuerza en Inglaterra, donde cada vez se abren m¨¢s locales entorno a la sacrosata tradici¨®n inglesa, que han reemplazado a los afterwoorks, y que adem¨¢s de comida ofrecen, muchas veces, espect¨¢culos u otras actividades. Lo cursi, la calceta, el punto de cruz y el color rosa vuelven a estar de moda y quedar con las amigas, remover una taza de t¨¦ de porcelana cara con el dedo me?ique levantado, mientras se comentan las incidencias del d¨ªa, encaja a la perfecci¨®n dentro de esta nueva tendencia. Lo dijo muy bien Jazz Domino Holly, la hija de Joe Strummer, del grupo punk The Clash, que para seguir la ley que sentencia que los hijos llevar¨¢n siempre la contraria a sus padres, ha decidido dedicarse al punto y a las labores caseras sentenciando, ¡°para mi lo rebelde no consiste en beber o consumir drogas. Yo quiero volver a las meriendas de t¨¦ con leche y a lo que entonces se consideraba cursi¡±.
Adem¨¢s de los cl¨¢sicos templos del t¨¦ londinenses, como el hotel Savoy, cada d¨ªa nacen otros nuevos que incluyen shows burlesque, como el Club Volupt¨¦ (7-9 Norwich St.), o que mezclan el ritual de las cinco con labores y trabajos manuales, como elaboraci¨®n de diademas, bordados o saquitos para lavanda, como ocurre en Drink, Shop & Do (9, Caledonian Road, King Cross).
Pocos chefs han dedicado tanto tiempo a las comidas m¨¢s humildes del d¨ªa como Eva Argui?ano, que hace a?os present¨® el programa Desayunos y meriendas, del canal Hogarutil, en el que propon¨ªa recetas para estos almuerzos. ¡°Los h¨¢bitos alimentarios van cambiando con el ritmo de vida y el inter¨¦s por una dieta m¨¢s sana¡±, comenta Eva, ¡°yo he visto que las cenas han bajado considerablemente. Se cena menos y m¨¢s temprano, un poco al estilo europeo, porque esa comida de dos platos a las diez de la noche no sienta bien a casi nadie. Lo que se est¨¢ llevando mucho ahora es la merienda-cena, una comida m¨¢s ligera que incluye dulces y salados. Si antes se invitaba a los amigos a cenar, ahora se les cita a merendar y se prepara un t¨¦ tipo ingl¨¦s, porque es m¨¢s f¨¢cil de organizar y m¨¢s barato¡±.
La merienda es siempre femenina y no solo porque el art¨ªculo que la acompa?ada as¨ª lo decida, sino porque su filosof¨ªa encaja m¨¢s con este g¨¦nero. ¡°Siempre la he visto como un acto muy entra?able. Un descanso a media tarde, que casi siempre se hac¨ªa entre las mujeres de la casa. Yo a¨²n meriendo todos los d¨ªas con mi madre, que tiene 88 a?os¡±, dice Eva, que se define como defensora del tradicional bocadillo para los m¨¢s peque?os, ¡°un buen pan con un poco de chocolate, embutido, queso y membrillo, adem¨¢s de ir introduciendo frutas, aunque sea de manera camuflada en forma de macedonias o batidos, es el mejor men¨² para los ni?os. La palabra merienda, la asocio a esas cafeter¨ªas antiguas que hay en Par¨ªs, en el barrio de Le Marais, donde te sientas a ver pasar a la gente, regentadas por un matrimonio mayor que te sirve el caf¨¦ en una vajilla de porcelana que ha cumplido ya muchos a?os¡±.
Eduardo Basanta es socio fundador del grupo La Musa, con tres restaurantes ¨CLa Musa (Manuela Malasa?a, 18), La Musa Latina (Costanilla de San Andr¨¦s, 12) y Ojal¨¢ (San Andr¨¦s, 1)- y la Cafeter¨ªa HD (Guzm¨¢n el Bueno, 67), todos en Madrid. Esta ¨²ltima es una de mis favoritas para meriendas tradicionales o m¨¢s sofisticadas, con decoraci¨®n vintage. Eduardo comenta como de todos sus locales, el que mejor est¨¢ funcionando en este momento es la cafeter¨ªa. ¡°Lo que m¨¢s servimos ¨²ltimamente son desayunos y meriendas. Mucha gente viene a ¨²ltima hora de la ma?ana y pide un gran desayuno, que es casi brunch. Las meriendas tambi¨¦n se han incrementado. Cuando cogimos la Cafeter¨ªa HD, era una de toda la vida para la gente del barrio y hemos querido respetar ese esp¨ªritu, aunque con un car¨¢cter m¨¢s joven. Antes la merienda estaba un poco relegada a la gente mayor, pero eso est¨¢ cambiando. Veo que est¨¢ llegando la tendencia de los bares americanos, de Nueva York, en los que entras y a cualquier hora del d¨ªa puedes tomar lo que quieras¡±.
Las comidas tambi¨¦n se redise?an y se ponen al d¨ªa y se podr¨ªa decir que las m¨¢s punteras son ahora mismo el brunch y la merienda por razones de falta de tiempo, de horarios diferentes para cada tipo de trabajo y econ¨®micas: merendar sale siempre m¨¢s barato que cenar. ?ngeles Laso, es due?a de dos locales, en Madrid Pome Sucre (Barquillo, 49) y Oita Caf¨¦ (Hortaleza, 30) que han entendido muy bien esta nueva corriente y que se especializan en meriendas, aunque a partir de noviembre se empezar¨¢n a ofrecer brunch en el de la calle Hortaleza. Sus croissants, dicen, son los mejores de la ciudad y este a?o Julio Blanco, el repostero, ha recibido el premio de la mejor pasteler¨ªa y reposter¨ªa de Espa?a, por parte de la Real Academia de Gastronom¨ªa. ?ngeles achaca esta nueva predilecci¨®n por las meriendas a la crisis econ¨®mica. ¡°Desgraciadamente, los restaurantes est¨¢n viviendo un mal momento, la gente se lo piensa mucho antes de decidirse a ir a cenar. Sin embargo tomar un t¨¦ con pastas, o una merienda salada a base de pinchos o montaditos, es mucho m¨¢s asequible. La restauraci¨®n est¨¢ yendo en esta direcci¨®n. La gente necesita salir, pero gasta lo menos posible y las cenas se convierten en meriendas, m¨¢s ligeras, pero tambi¨¦n m¨¢s dulces¡±.
Cafeter¨ªa HD en Madrid.
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