La mujer que estuvo (voluntariamente) 12 a?os sin sexo
Hablamos con Sophie Fontanel, periodista y escritora francesa, que describe en el libro ¡®El Deseo¡¯ su experiencia evitando las relaciones sexuales ?porque no le hac¨ªan feliz?.
Una de las mejores definiciones que he le¨ªdo de nuestro instinto m¨¢s b¨¢sico es la que da Alain de Botton en su libro C¨®mo pensar m¨¢s en el sexo (Ediciones B), donde apunta: ¡°El sexo nunca ser¨¢ algo simple o agradable en la forma en que nos gustar¨ªa. No es democr¨¢tico o bonito y est¨¢ estrechamente ligado a la crueldad, la trasgresi¨®n y el deseo de subyugaci¨®n y humillaci¨®n. Ha rehusado situarse cuidadosamente por encina del amor, como deber¨ªa¡±. Ante fen¨®meno tan ind¨®mito, an¨¢rquico y cambiante, cualquier regla establecida deja de cumplirse, incluso la m¨¢s b¨¢sica que determina que la experiencia y la pr¨¢ctica es la base del aprendizaje. Para Sophie Fontanel, periodista y escritora francesa, su decisi¨®n de prescindir del sexo durante doce a?os la llev¨® a redescubrir su sexualidad ya que como ella mantiene ¡°nuestra vida amorosa es lo que hacemos.. y lo que dejamos de hacer¡± y define su experiencia como ¡°la peor subordinaci¨®n de nuestra ¨¦poca: la ausencia de vida sexual¡±. Su periodo de abstinencia, en el que su ¨²nico compa?ero de cama fue su almohada, lo dedic¨®, entre otras cosas, a los ba?os con lavanda, masajes y viajes a pa¨ªses ex¨®ticos.
En Francia, el pa¨ªs del erotismo, su libro El deseo (Ed Lumen) fue best seller en solo seis semanas, a pesar de que tambi¨¦n arremet¨ªa contra sus compatriotas y su sentido del deber a la hora de cumplir con las expectativas que su leyenda de buenos amantes les exige. En palabras de la propia Fontanel: ¡°Nos consideramos los reyes de la seducci¨®n. En Francia tienes que mentir sobre comer y hacer el amor. M¨ªranos, estamos bastante delgados y sin embargo somos el pa¨ªs del pan y del queso, pero no comemos demasiado¡±. El New York Times, por su parte ha calificado el libro como ¡°muy franc¨¦s: delgado, chic y sin nada de humor¡±.
La decisi¨®n de Sophie perturb¨® sobre todo a amigos y familiares, que no paraban de organizarle citas, pero lo que en principio empez¨® como un peque?o par¨¦ntesis se convirti¨® en una docena de a?os. Algunas de las ense?anzas de semejante ¡°meditaci¨®n corporal¡± fueron hacerse una experta en seducci¨®n, aprender mil lecciones de su propio cuerpo, cultivar la sensualidad recogiendo excelentes frutos y la m¨¢s importante de todas, expresada en esta m¨¢xima: ¡°No esperes amor, espera solo unas buenas manos¡±.
?Su decisi¨®n de dejar el sexo dir¨ªa que sali¨® del cuerpo o de la cabeza?
Los dos est¨¢n conectados ?no? Pero entiendo la pregunta. La cuesti¨®n es que al ser incapaz de escuchar la alarma que sal¨ªa de mi interior, mi cuerpo decidi¨® parar de hacer el amor en la forma en que lo estaba haciendo, que ya no me era placentera. Me di cuenta de que incluso cuando consegu¨ªa placer, este no me proporcionaba una felicidad sexual. Era todo muy banal y yo quer¨ªa algo m¨¢s.
Por su libro campa la idea de que la sociedad nos empuja a tener relaciones sexuales, de que estamos hastiados del sexo. Muchos le preguntar¨ªan de que planeta viene. ?ltimamente en la Tierra las consultas de los sex¨®logos est¨¢n llenas de personas con falta de deseo. Yo m¨¢s bien dir¨ªa que hay poco sexo y malo.
Lo siento, pero no creo que sean problemas diferentes sino m¨¢s bien el mismo. Todos queremos hacer el amor y ser felices con nuestra relaci¨®n, pero es dif¨ªcil encontrar la forma de estar realmente satisfechos. En todo el mundo la gente sue?a con este tipo de felicidad, pero este sue?o nos lleva a otro y es entonces cuando se instala la frustraci¨®n. Practicar el sexo no garantiza la satisfacci¨®n. A veces se tiene a alguien en la cama pero es igual de frustrante que tenerla vac¨ªa.
Usted ha apuntado en una entrevista que el problema no es solo el da?o que una relaci¨®n nos puede hacer sino que ahora, los contratiempos ocurren mucho antes de que esta haya empezado. ¡°Conoces a un hombre y con el primer SMS ya te ha herido, ya est¨¢s desilusionada enseguida y no porque ¨¦l sea horrible, sino porque algo se ha destruido en nuestros lazos debido a la tecnolog¨ªa y a la forma en que hoy se establece una cita". ?Qu¨¦ hacer entonces, volver a las cartas de amor?
Por mi parte he tratado de restaurar de nuevo el misterio entre los hombres y yo. Intentando verlos como personas espl¨¦ndidas y valientes, lo que no es f¨¢cil cuando alguien acepta enviarte un SMS pero reh¨²ye quedar contigo para hablar o tomar una taza de caf¨¦.
En otro pasaje de su libro dice: ¡°Hasta entonces el agua hab¨ªa sido un ¨²til elemento que yo corr¨ªa a utilizar para limpiarme de una presencia despu¨¦s de haberme dejado coger¡±, lo que profundiza un poco en la idea de que el sexo es algo sucio. ?No cree que su libro puede servir de herramienta al puritanismo, que parece querer ahora resurgir?
Francamente me considero lejos del puritanismo. En esa parte del libro hablo de la sexualidad de mis primeros a?os, en los que fui forzada por un hombre mayor cuando ten¨ªa 13 a?os, de lo que se deriv¨® que el sexo fuera para mi algo triste y mec¨¢nico. Hubiera preferido haber tenido una sexualidad divertida, agradable e irresistible, con palabras prohibidas y todo eso.
Algunas de las razones por las que usted decide aparcar el sexo por un tiempo parecen aspirar a algo m¨¢s rom¨¢ntico: ¡°Yo esperaba m¨¢s. Quer¨ªa algo con poes¨ªa, algo con m¨²sica, algo celestial¡±. Sin embargo al final del libro confiesa: ¡°No esperes amor, solo unas buenas manos¡±.
Unas buenas manos son la esencia del romanticismo. El amor no siempre es el objetivo, pero un aut¨¦ntico encuentro con ternura, suavidad, un silencio entre tu y un desconocido, puede ser el para¨ªso y entonces si que encuentras algo celestial. ?Cr¨¦eme!
Su libro fue r¨¢pidamente un best seller en Francia. ?A que debe su ¨¦xito?
Porque es un completo tab¨². F¨ªjese en la orientaci¨®n de sus preguntas. Detecto una cierta suspicacia. ?Qui¨¦n es esta mujer que est¨¢ tratando de decirnos que a veces necesitamos dejar de practicar el sexo, no en todos los casos pero si cuando se es infeliz con ¨¦l? Puede considerarse una persona afortunada si es feliz sexualmente, pero para la mayor¨ªa de la gente no es tan obvio estar desnuda, ser fr¨¢gil, ser aceptada, decir s¨ª o no a esto o aquello, confiar en alguien, ser capaz de olvidar todo por un momento o aceptar a un desconocido.
Los hombres no salen muy bien parados en su libro. The New York Times apuntaba al respecto: ¡°El sexo es muy pocas veces un encuentro entre iguales en The Art of Sleeping Along ¨Ctitulo del libro en ingl¨¦s-. Es una plataforma para el dominio masculino¡±. ?La raz¨®n por la que las mujeres no tenemos sexo excitante es porque no quedan buenos amantes?
Seguramente alg¨²n hombre ha escrito el art¨ªculo. De hecho, creo que lo conozco. Pero es m¨¢s bien al contrario, ellos tambi¨¦n est¨¢n solos en el libro. Incluso un famoso actor del que hablo est¨¢ solo con sus pinturas en su enorme casa. Incluso hombres con mujeres insoportables. Muchos hombres se han reconocido a si mismos en mi ¨²ltimo trabajo y me han escrito para contarme su historia. Adem¨¢s, la falta de sexo es peor en el hombre, porque, pobrecillos, no se lo pueden contar a nadie.
Los amigos influyen m¨¢s de lo que creemos en nuestra vida sexual. Uno de sus mayores problemas era explicarles su decisi¨®n y hacerles entender.
Yo no ten¨ªa intenci¨®n de explicar nada pero la gente es muy curiosa. Una persona sin pareja se ve siempre obligada a responder a preguntas sobre su actitud sexual. ?Contin¨²as sola? ?Por qu¨¦? Y todas esas cosas¡
?C¨®mo convivi¨® esos doce a?os con el deseo?
Ten¨ªa mucho. So?aba, me enamoraba del hombre imposible, trataba todo el rato de estar lo m¨¢s atractiva posible. A veces era muy duro porque mi cuerpo ten¨ªa una gran necesidad pero no pod¨ªa encontrar a un hombre, reconocer unas ¡°buenas manos¡±. Tras a?os sin vida sexual te vuelves muy vergonzosa respecto a tu cuerpo y te preguntas si todav¨ªa eres capaz de hacer el amor con otro ser humano.
?Cu¨¢l es la lecci¨®n m¨¢s importante que aprendi¨® en su vida sin sexo?
La gente es mentirosa. Dicen que no tienen complejos sexuales pero es muy raro encontrar a alguien que se sienta a gusto en este terreno. Son personas afortunadas.
Ha reconocido tambi¨¦n que en estos doce a?os se ha convertido en toda una experta en el arte de seducir a los hombres. Il¨²strenos, por favor.
Es simple. En el momento en que aceptas al otro, este te entiende y se acerca. A veces se trata solo de una amistad, en otros casos se llega a m¨¢s.
?C¨®mo ha mejorado su sexualidad tras esta la experiencia?
No hay nada que olvidar ni hay nada que aprender. Lo ¨²nico importante es que tu est¨¢s ah¨ª, en la cama y ese es el gran d¨ªa.
¡®El deseo¡¯ de Sophie Fontanel ha sido un ¨¦xito de ventas en Francia.
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