La presi¨®n que sienten las adolescentes espa?olas para perder la virginidad cada vez m¨¢s pronto
En algunos casos, las preadolescentes ni siquiera tienen en el periodo cuando se inician en el sexo. La entrada en el instituto con 12 a?os, la necesidad de pertenencia al grupo y el acceso a la pornograf¨ªa son algunos de los factores que afectan a este fen¨®meno que preocupa a los educadores sexuales.
Basta con echar un vistazo a los estudios acerca de la edad a la que se pierde la virginidad en Espa?a para comprobar que, a?o tras a?o, esta se adelanta. Mientras que los resultados de una encuesta puesta en marcha por la marca de preservativos Control en 2017 indicaron que en Espa?a de media se pierde la virginidad con 17,7 a?os (las chicas, por cierto, comienzan antes seg¨²n los datos, pues el 49,3% de ellas tuvo su primera relaci¨®n entre los 14 y los 17 a?os), un estudio realizado por la Asociaci¨®n de Enfermer¨ªa Familiar y Comunitaria de Catalu?a se?al¨® en 2021 que la edad media de la primera relaci¨®n sexual con penetraci¨®n es de 13,8 a?os. Marina Marroqu¨ª, educadora social y especialista en violencia de g¨¦nero, comenta a S Moda que si hace a?os las relaciones sexuales comenzaban alrededor de los 15 a?os, en la actualidad los j¨®venes se inician hacia una media de 13 a?os. ¡°Hay muchos factores que explican este adelanto, como la iniciaci¨®n m¨¢s temprana a la pornograf¨ªa como educaci¨®n sexual, pero me parece esencial se?alar la entrada anticipada m¨¢s temprana de los menores al instituto. Si antes se entraba a los 14 a?os, cuando la sociedad ya te socializa como adulto y crees serlo, por lo que las relaciones se sol¨ªan tener al a?o de comenzar, ahora la entrada se ha adelantado a los 12 a?os, por lo que es al a?o siguiente cuando empiezan a iniciarse¡±, explica. ¡°Ahora la edad media ahora son 13 a?os. Estamos hablando de una preadolescente; muchas de estas ni?as ni se han desarrollado y ni tienen siquiera el periodo. No est¨¢n preparadas psicol¨®gicamente para mantener relaciones sexuales. Uno de los motivos es el acceso a internet, y no hemos de olvidar que la sexualidad va a llamar siempre la atenci¨®n a los ni?os, pues genera intimidad. Que no haya l¨ªmites y que haya una herramienta como internet que no tenga control parental hace que todo el acceso a informaci¨®n que no es para esa edad se malinterprete. Si dieran clases de educaci¨®n sexual y de gesti¨®n emocional, les explicaran por qu¨¦ no deben acceder a cierta informaci¨®n o que si lo hacen, les digamos que pregunten a los adultos qu¨¦ est¨¢n viendo, ser¨ªa diferente¡±, se?ala Mariona Gabarra, educadora sexual.
El porqu¨¦ del gran paso
La encuesta nacional sobre Estudio sobre sexualidad y anticoncepci¨®n realizada por Sigmados para la Fundaci¨®n Espa?ola de Contracepci¨®n (FEC) indica que algunos de los motivos que alegan los adolescentes para mantener su primera relaci¨®n sexual son la popularidad, el qu¨¦ dir¨¢n y el hecho de que los dem¨¢s lo haya hecho. ¡°Existe cierta presi¨®n social a la hora de perder la virginidad, pero esto pasa desde hace muchos a?os. Lo que ha cambiado es la edad. Antes, si ten¨ªas entre 18 y 20 a?os y eras virgen, podr¨ªas ser la rarita, pero hoy se considera raro a alguien que con 15 a?os sigue siendo virgen. Al final, entra en juego el sentido de pertenencia, y los adolescentes tienen esta necesidad muy acusada. El ser humano, y m¨¢s un adolescente, tiene necesidad de pertenencia de grupo y si no cumple con las caracter¨ªsticas del mismo, puede quedarse fuera¡±, comenta Gabarra.
Amabel Bardera Rojo, psic¨®loga general sanitaria, sex¨®loga y terapeuta de pareja, coincide en que las ni?as soportan much¨ªsima presi¨®n para conquistar el hito de ¡°perder la virginidad¡± incluso darse un beso , hacer preliminares o tener alg¨²n tipo de interacci¨®n sexual con otras personas. ¡°La presi¨®n que reciben se relaciona con su contexto social, con las redes sociales y con conquistar determinadas caracter¨ªsticas que en edades muy tempranas se asocian a la normalidad. Seg¨²n mi experiencia como terapeuta, la presi¨®n por mantener relaciones sigue siendo muy grande. Muchas personas se sienten mal por no estar ¡®aprovechando su juventud y sexualidad¡¯ como su grupo de iguales o como que creen que es habitual. En terapia vemos muchas luchas internas con uno mismo frente a lo que creo que la sociedad espera de m¨ª, miedo al rechazo y sentimiento de no pertenencia al grupo por c¨®mo se desarrolla su propia sexualidad. Aun as¨ª, poco a poco veo que vamos aprendiendo a respetar m¨¢s nuestras propias decisiones, caminos y a marcar mejor nuestros l¨ªmites, y esto hace que el desarrollo de la sexualidad tambi¨¦n est¨¦ mejorando¡±, indica.
?Es el t¨¦rmino ¡®virginidad¡¯ arcaico?
Por su parte Piero Cifelli, comadr¨®n el el Hospital Sant Joan de Deu y en el CAP de Can Vidalet, asegura que respecto a hace unos a?os, hay una gran presi¨®n social para perder la virginidad. ¡°Las chicas se sienten m¨¢s ¡®obligadas¡¯ y es algo que muchas veces les da miedo, porque no saben lo que les espera. Por si fuera poco, todav¨ªa? hay una idea muy patriarcal sobre la virginidad, y muchas veces, las mujeres pasan por una presi¨®n cultural muy fuerte que es dif¨ªcil de erradicar¡±, se?ala. ¡°El concepto de virginidad es una construcci¨®n social, no una realidad m¨¦dica: es el mandato patriarcal que crea graves consecuencias. Para acabar con este mandato y sus violencias asociadas, ser¨ªa imprescindible crear pol¨ªticas p¨²blicas que promuevan la educaci¨®n afectivo-sexual¡±, explica.
Seg¨²n una de las definiciones de la RAE, virgen es una ?persona que no ha tenido relaciones sexuales¡±, y aqu¨ª habr¨ªa que detenernos a explorar por qu¨¦ todav¨ªa pensamos que la penetraci¨®n es la que marca cu¨¢ndo ha habido una interacci¨®n ¨ªntima. No hablamos ¨²nicamente del falocentrismo, sino al mismo tiempo, tambi¨¦n de una sociedad sexocentrista en la que el sexo nos envuelve desde que tenemos uso de raz¨®n. Los educadores sexuales no creen que la narrativa tradicional vinculada a la virginidad sea capaz de reflejar las experiencias ¨ªntimas de muchas personas, mientras que las personas queer aseguran que la noci¨®n de virginidad es heteronormativa. Por ende, no puede ser adaptada a muchas experiencias que se escapan de la heterosexualidad. ¡°Es un concepto en el que sin ir m¨¢s lejos, las mujeres lesbianas no pueden verse identificadas ni representadas. Puede resultar muy confuso y frustrante no encontrar un lenguaje que te represente y con el que puedas narrar la historia de tu vida sexual. Incluso, a nivel de salud m¨¦dica, en muchas consultas de ginecolog¨ªa no existe un protocolo adecuado a las lesbianas que permita evaluar su salud sexual de manera apropiada¡±, dice Ana Lombard¨ªa, colaboradora y experta en salud y bienestar sexual de Womanizer. ?¡°La virginidad es un t¨¦rmino que tiene sus or¨ªgenes en la religi¨®n y en la realizaci¨®n del coito para poder procrear. A d¨ªa de hoy, el sexo no est¨¢ relacionado ¨²nicamente con ello, sino tambi¨¦n con el disfrute y las emociones. Por ello, da cabida a relaciones entre dos mujeres, relaciones en las que ¨²nicamente se estimulan los genitales femeninos por fuera para disfrutar y recibir placer. Queda m¨¢s que anticuado el t¨¦rmino en el momento en el que el sexo pasa a ser algo m¨¢s amplio que simplemente el coito para la reproducci¨®n¡±, dice la sex¨®loga Mariona Gabarra, asesora de Gleeden.
Como refleja el estudio?La sexualidad de las mujeres j¨®venes en el contexto espa?ol. Percepciones subjetivas e impacto de la formaci¨®n,?llevado a cabo por el Instituto de las Mujeres, tanto si se es muy joven y no se tiene experiencia como si se es muy mayor y a¨²n no ha sucedido; los comentarios referidos a la primera vez denotan cierta ansiedad, con el tel¨®n de fondo del miedo al rechazo y a la estigmatizaci¨®n. El estudio desvela, sin embargo, algunos datos esperanzadores, como que aparecen entre las j¨®venes claras se?ales de querer dejar atr¨¢s la mirada faloc¨¦ntrica predominante en la sexualidad. Prueba de ello son los numerosos comentarios que alientan a desvincular el sexo de las relaciones amorosas de pareja, de la mirada y existencia de un otro (generalmente masculino), as¨ª como la insistencia en interpretar la sexualidad como una forma de autoconocimiento asociada al placer. Pese a todo, la inercia de las viejas l¨®gicas se mantiene, pues las cifras demuestran que la penetraci¨®n es la pr¨¢ctica m¨¢s habitual (74,6% ) entre las mujeres j¨®venes, por encima de la autoestimulaci¨®n (66,5%).
Hay sex¨®logos que aseguran que entender la experiencia como un ¡®p¨¦rdida¡¯ y no reconocer lo diversa que puede llegar a ser son nociones que deber¨ªan evolucionar, algo en lo que coincide Ana Lombard¨ªa. ¡°Es un concepto arcaico que nada tiene que ver con el placer y con el modelo de sexualidad positiva y placentera en el que deber¨ªa basarse la sexualidad humana. Esa p¨¦rdida tiene que ver con un modelo econ¨®mico en el que la mujer pierde valor cuando ¡®ya ha sido estrenada¡¯ por otro hombre. Por el contrario, en los hombres es algo a perder cuanto antes para aumentar su valor¡±, asegura. Amabel Bardera Rojo est¨¢ de acuerdo. ¡°Cuando perdemos algo nuestro primer instinto es llorarlo, lamentarlo y vivirlo de forma traum¨¢tica o desagradable. Nos referimos a ese primer momento como ¡®perder la virginidad¡¯, un concepto que me cuenta que hay algo de m¨ª que ya no est¨¢, en vez de contarme que he a?adido o ganado algo, que realmente es como ser¨ªa sano que fuera, ?no? Cuando decimos igualmente que ¡®has entregado¡¯, hablamos de una expresi¨®n que nos vuelve a dejar en una posici¨®n muy vulnerable ante una relaci¨®n sexual¡±, explica.
El suspenso de la educaci¨®n sexual
Todos los expertos consultados coinciden en enfatizar la importancia de la educaci¨®n sexual. El Informe del Instituto de las Mujeres Sexualidad de las mujeres j¨®venes en el contexto espa?ol?revela que aunque la mayor parte de las j¨®venes (65,2 %) ha recibido alg¨²n tipo de formaci¨®n sexual en su centro educativo, el 34,8% no ha tenido acceso a programas de educaci¨®n sexual en sus lugares de estudio. En cuanto a la educaci¨®n sexual recibida en los centros de estudios, suspende con una insuficiente valoraci¨®n media de 4,4, lo que sustenta la demanda de las j¨®venes de una mayor y mejor formaci¨®n afectivo-sexual, capaz de integrar sus necesidades formativas en torno a temas como las relaciones afectivas, el bienestar y la gesti¨®n emocional, la prevenci¨®n de las ETS, la diversidad sexual, el placer o los m¨¦todos anticonceptivos. ¡°La educaci¨®n sexual es clave para que entiendan que el sexo no forma parte del ocio, que lo socioafectivo no se puede separar y que tomar la decisi¨®n de perder la virginidad cuanto antes para quit¨¢rtelo de encima no es banal, pues tiene influencia en el desarrollo de tu persona. Iniciar esas relaciones casi por imposici¨®n sexual tiene consecuencias en las chicas. En los chicos, las relaciones tienen un papel muy claro: su meta es hacer el mayor n¨²mero de pr¨¢cticas posibles con el mayor n¨²mero de chicas posible. Cuando ellas, con 12 a?os, entran en el instituto, me encuentro con que los chicos de 14 y 15 a?os se las rifan¡±, dice Marina Marroqu¨ª, autora de Eso no es amor.
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