Lecturas para septiembre: perderse en los relatos cortos de la mano de Jon Bilbao
En algunos de sus libros, como ¡®Estr¨®mboli¡¯ (Impedimenta), ha mostrado su maestr¨ªa con el relato breve. Nos recomienda a cinco autores que han apostado por las narraciones cortas.
El asturiano Jon Bilbao se ha ganado el t¨ªtulo de cuentista. Adem¨¢s de novelas ha escrito relatos breves, un g¨¦nero en el que destaca, como se puede apreciar en Estr¨®mboli o en las tres historias de El silencio y los crujidos (ambos publicados por Impedimenta).
Quemar las naves. Los cuentos completos?(Sexto Piso), de Angela Carter
A quienes creen que Angela Carter solo reescrib¨ªa cuentos tradicionales, este libro les demostrar¨¢ que su registro era mucho m¨¢s amplio. En cualquier caso, ofrece la oportunidad de sumergirse en un universo narrativo tan complejo como sugerente.
Una noche en el para¨ªso?(Alfaguara), de Lucia Berlin
Muchos nos quedamos con ganas de m¨¢s Berlin despu¨¦s del revelador Manual para mujeres de la limpieza, y Una noche en el para¨ªso nos lo da. En este caso, los relatos parecen tener m¨¢s de autobiogr¨¢fico que de ficticio, lo que solo los hace m¨¢s emocionantes.
La vida sumergida?(Galaxia Gutenberg), de?Pilar Ad¨®n?
En el ¨²ltimo libro de Ad¨®n hallamos relatos muy atmosf¨¦ricos en los que impera el extra?amiento. En ocasiones no terminamos de reconocer d¨®nde y cu¨¢ndo se desarrollan, y eso nos lleva a concentrar nuestra atenci¨®n en los personajes, abundantes en emociones y dobleces.
Furtivos?(Dirty Works), de?Tom Franklin
Ambientados en la Alabama profunda, los relatos de Franklin alternan lo pat¨¦tico con lo iluminador, y siempre, como fondo, esa ¨¦pica del fracaso tan sure?a. A destacar, el relato que da t¨ªtulo al libro, donde se narra el enfrentamiento de unos hu¨¦rfanos asilvestrados con un guarda forestal implacable.
El ¨¢rbol del ahorcado?(Valdemar), de Dorothy M. Johnson?
Puede extra?ar que pel¨ªculas a priori tan masculinas como El hombre que mat¨® a Liberty Valance y Un hombre llamado caballo se basaran en relatos escritos por una mujer con aspecto de abuelita entra?able. Al margen de la an¨¦cdota, Johnson fue una narradora portentosa que aport¨® una mirada femenina y sutil al mundo habitualmente testoster¨®nico del western.
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