Libros salvavidas
Los libros son tambi¨¦n el hilo invisible que nos conecta con nuestras madres al otro lado del oc¨¦ano.
El verano pasado, durante un largo paseo una noche calurosa, encontr¨¦ en una esquina de Bedford Avenue una caja llena de libros. La acompa?aba un cartel que anunciaba que eran gratis para quien se los quisiera llevar. La mayor¨ªa eran novedades editoriales, algunas novelas que ya hab¨ªa le¨ªdo, y en general se trataba de una muy buena selecci¨®n, as¨ª que me arm¨¦ de fuerza y cargu¨¦ todos los libros que me cupieron en el bolso y en los brazos. Los repart¨ª por mi casa, y fue una de las primeras decoraciones que tuvo. Esos libros de la calle empezaron a hacer del sal¨®n un hogar. Los he ido moviendo de sitio con diversos fines: para apoyar el port¨¢til en una videollamada, como alzador del teclado a lo largo de la jornada laboral para no encorvar tanto la espalda, o como base para sostener una botella y una copa de vino.
Hace unas semanas se rompi¨® una de las cuatro patas del sof¨¢ del sal¨®n, descompensando el equilibrio y haciendo que se inclinara en direcci¨®n a la esquina de la pata estropeada. Despu¨¦s de observar la situaci¨®n, mi compa?era de piso y yo decidimos usar algunas de esas novelas de la calle (las de tapa dura, las de apariencia m¨¢s s¨®lida) para hacer de soporte en la esquina defectuosa. Milagrosamente, los libros restablecieron la armon¨ªa del sof¨¢: con su ayuda haciendo de contrapeso, el sof¨¢ se aguantaba de nuevo.
El escritor brit¨¢nico Julian Barnes, en un ensayo en defensa de las librer¨ªas independientes en el diario The Guardian, habla de todo lo que la literatura representa para ¨¦l: viaje, evasi¨®n, refugio, introspecci¨®n, alegr¨ªa. Reley¨¦ndolo, pienso en para qu¨¦ sirve un libro: los libros son casa, decoraci¨®n, terapia, regalo y viaje en el tiempo. Tambi¨¦n son muebles, atrezo, testigo de todas las cosas que suceden en las viviendas que los acogen, compa?¨ªa y distracci¨®n. El otro d¨ªa estaba hablando con mi madre y me coment¨® que acababa de leer una novela de Anne Tyler. Casualmente yo hab¨ªa comprado la misma recientemente. Esa misma tarde, mi amiga Clara me dijo que, hablando con la suya, en una especie de serendipia, se hab¨ªan dado cuenta de que ambas estaban leyendo a James Baldwin. Los libros son tambi¨¦n el hilo invisible que nos conecta con nuestras madres al otro lado del oc¨¦ano. Barnes, que es uno de mis escritores de cabecera, dice que cuando lees un gran libro no escapas de la vida, sino que te sumerges m¨¢s profundamente en ella. La lectura y la vida, argumenta, no est¨¢n separadas, sino que son simbi¨®ticas, y el libro f¨ªsico sigue siendo el objeto que simboliza esta uni¨®n.
Cuando ten¨ªa siete a?os, mi padre me trajo un libro y me dijo que le gustar¨ªa que lo leyera, porque hab¨ªa escuchado que estaba muy bien. La cubierta no me atrajo especialmente y lo dej¨¦ en mi mesita de noche. Pasado un tiempo, me sent¨ª culpable por haber desde?ado el libro que me hab¨ªa recomendado con ilusi¨®n, y lo empec¨¦. En cuanto pas¨¦ la primera p¨¢gina, no pude parar. Ese universo, que lleg¨® a mi vida cuando ten¨ªa que llegar, me absorbi¨® por completo, como si el libro me hubiera escogido. Era Harry Potter y la piedra filosofal. Y yo a¨²n no sab¨ªa que la novela que hab¨ªa estado meses tirada en mi habitaci¨®n, as¨ª como las que la siguieron, cambiar¨ªan mi vida. Se llegaron a convertir en una especie de salvavidas en muchas ocasiones.
Miro los libros que sujetan la pata tarada del sof¨¢, y me pregunto si un d¨ªa los nuestros, con Anne Tyler y James Baldwin, acabar¨¢n tambi¨¦n en una caja en la calle, con un cartel que anime a sus siguientes propietarios a hacerles un espacio. Y cuando veo una cubierta de Harry Potter me acuerdo de una columna de Leila Guerriero en la que escrib¨ªa: ?Ayer me llamaron de una radio, me preguntaron para qu¨¦ sirven los libros. Debo haber respondido alguna estupidez. Lo que deb¨ª haber dicho es que los libros sirven para una sola cosa: para salvarnos la vida?.
*Leticia Vila-Sanju¨¢n es editora y vive deseando que alg¨²n d¨ªa su vida se parezca a una novela.
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