?Deber¨ªamos sacar a las mascotas del dormitorio cuando vamos a tener sexo?
Los estudios sostienen que cada vez son m¨¢s los due?os que permiten a sus animales dormir en sus camas pero, ?puede afectar a la salud sexual de una pareja? Esto es lo que opinan los expertos.
Primero tomaron nuestras casas. Despu¨¦s llegaron bares, cines, la oficina en la que trabajamos y, como cantaba Leonard Cohen, casi hasta Berl¨ªn. El mundo de 2019 presume de esp¨ªritu pet friendly y las mascotas ya invaden incluso los rincones m¨¢s ¨ªntimos de las viviendas. Una encuesta asegura que hasta un 60% de los due?os de perros permiten que los canes duerman con ellos en la cama. Entre los motivos se?alados sostienen que son relajantes, que dan seguridad y que su temperatura corporal ¨Cunos tres grados de media m¨¢s alta que la humana¨C los hace perfectos para las noches m¨¢s fr¨ªas del invierno. M¨¢s all¨¢ de los efectos que esto pueda tener en la rutina de sue?o de cada uno, la creciente tendencia nos hace reflexionar sobre el papel de las mascotas a la hora de gozar de una sexualidad plena. ?Debemos sacarlas del dormitorio cuando vamos a tener sexo o a masturbarnos?, ?pueden las relaciones m¨¢s fogosas causarles estr¨¦s o celos?, ?es bueno para la salud sexual de una pareja que duerman en la cama? Hablamos con dos expertos para salir de dudas.
¡°Las relaciones er¨®ticas son momentos de intimidad con nosotros mismos o con la pareja. En esa intimidad solo cabe uno mismo y la (o las) persona(s) implicadas. No es recomendable que haya nada que pueda distraer, como ser¨ªa el caso de una mascota¡±, nos confiesa Arola Poch, psic¨®loga y sex¨®loga y autora del libro de educaci¨®n sexual Las cosas claras. Poch sostiene que la presencia de perros o gatos, animales que pueden reaccionar a sonidos u olores ¨Csi tu mascota es una tortuga, tranquilo¨C, son potenciales elementos de distracci¨®n. ¡°Pueden hacernos perder la concentraci¨®n y que nos sintamos inc¨®modos. Eso, por supuesto, no beneficia el encuentro er¨®tico¡±. Hasta una c¨¦lebre actriz de cine para adultos, Missy Martinez, confesaba en un art¨ªculo de la revista Mel que no pod¨ªa evitar sentirse ¡°juzgada y vulnerable¡± cuando su perra la miraba desnuda: ¡°Antes de que pase cualquier cosa la saco de la habitaci¨®n. No quiero traumatizarla de por vida¡±.
Enrique Sol¨ªs, educador canino y director del centro de adiestramiento LealCan, asegura que es habitual que sus clientes le pregunten acerca de los comportamientos de los perros durante las relaciones sexuales o incluso ante cualquier muestra de afecto hacia otra persona. ¡°Lo m¨¢s adecuado es que les habituemos a entender que es un comportamiento normal entre humanos, que no les va a suponer da?o o amenaza y que, si todo va bien, lo van a ver muchas veces a lo largo de su vida¡±, explica. La interpretaci¨®n de lo que est¨¢ sucediendo puede ser radicalmente distinta para ellos, existiendo la posibilidad de que lo traduzcan como un comportamiento amenazante. ¡°Las muestras de cari?o ¨Cm¨¢s a¨²n si son ruidosas¨C pueden desencadenar un acercamiento a nosotros nervioso y extra?ado, incluso con actitud de separarnos desarrollando pautas para ¡®terminar¡¯ con la situaci¨®n: situarse en medio, etc.¡±, explica Sol¨ªs. Los saltos, aullidos o ladridos pueden ser su llamada de atenci¨®n en un episodio de estr¨¦s y en ese caso ser¨ªa adecuado buscar un lugar m¨¢s seguro y tranquilo para que nos espere de forma puntual hasta que se habit¨²e a este tipo de situaciones.
La invasi¨®n del dormitorio por parte de perros y gatos es incontestable y esto tambi¨¦n tiene su repercusi¨®n en nuestra vida ¨ªntima. Un estudio publicado en 2018 se convirti¨® en viral al afirmar que la mayor¨ªa de mujeres encuestadas (casi 700 alrededor de Estados Unidos) aseguraban que dorm¨ªan mejor acompa?adas de su perro que cuando lo hac¨ªan con un hombre. Arola Poch es clara: ?Respecto a la salud sexual, no recomendar¨ªa que las mascotas est¨¦n en la habitaci¨®n. Al igual que un televisor, los animales pueden ¡®robarnos¡¯ la intimidad en uno de los lugares hist¨®ricamente destinados a cultivar las relaciones ¨ªntimas de una pareja?.
Enrique Sol¨ªs no ve mayor problema en que una mascota, ¡°un miembro m¨¢s de la familia¡±, se suba a la cama si as¨ª lo desea el due?o, pero reclama coherencia. ¡°En los momentos en los que no sea adecuado que suba quiz¨¢ sea dif¨ªcil para ¨¦l entender por qu¨¦ no le permitimos acceder a su zona de descanso habitual¡±. El transcurso de una relaci¨®n er¨®tica es uno de esos posibles momentos. ¡°Si no est¨¢ acostumbrado, puede costarle entender qu¨¦ sucede¡±, concluye. Jeremy Glass, tambi¨¦n educador canino, resum¨ªa el dilema as¨ª en Thrillist: ¡°Si te has pasado toda tu vida permiti¨¦ndoles dormir en tu cama, entonces es posible que s¨ª pueda importarles que otra persona les quite el sitio. Los perros fueron criados para cuidar de los humanos y son incapaces de comprender el acto de amor como lo que es: no un intento de asesinato¡±. Un poco de espacio en ocasiones se?aladas siempre viene bien. Seguro que nuestro compa?ero sabe entenderlo.
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