?Qu¨¦ es ser americano?, por Isabel Fonseca
?Se espera que en 2050 cerca del 40% de los j¨®venes americanos sean latinos?
Mis padres se conocieron en 1954 en una cafeter¨ªa de Roma en la que estaban sentados, por casualidad, el uno frente al otro. ??De d¨®nde eres??, le pregunt¨® Gonzalo a Elizabeth en italiano. ?Am¨¦rica?, dijo ella. ?Yo tambi¨¦n?, respondi¨® ¨¦l. Entonces, Elizabeth comenz¨® a charlar en ingl¨¦s. Pero Gonzalo, en cuanto pudo, tuvo que hacer marcha atr¨¢s. ?No, soy de Sudam¨¦rica?. ?Se decepcion¨® ella? No, se cas¨® con ¨¦l. Pero quiz¨¢ s¨ª se sinti¨® un poco avergonzada por la r¨¢pida conclusi¨®n a la que hab¨ªa llegado (como hija de ambos hemisferios he crecido siendo consciente de la sensibilidad latinoamericana hacia cualquier torpeza del norte). Gonzalo acab¨® convirti¨¦ndose en un ciudadano m¨¢s de Estados Unidos, pero siempre se sinti¨® extranjero. ?C¨®mo se sentir¨ªa ahora?
Desde la muerte de mi padre, hace 15 a?os, el espa?ol ha pasado a ser la segunda lengua de Estados Unidos. Tanto es as¨ª que en muchas zonas es el ¨²nico idioma que se oye hablar. Cada estado americano ¨Cno solo Texas y California¨C tiene un pr¨®spero barrio latino. Hasta 3.143 condados estadounidenses cuentan con una mayor¨ªa de hispanohablantes. La m¨²sica que se escucha ya no es rock and roll o rhythm and blues, sino salsa, marimba o cumbia. En la actualidad, unos 50 millones y medio de latinos viven en Estados Unidos. Son, en consecuencia, el mayor grupo minoritario del pa¨ªs. ?M¨¢s de 50 millones! Esto significa que los latinos estadounidenses tambi¨¦n constituyen el mayor grupo de latinos de cualquier parte del mundo excepto de M¨¦xico, cuya poblaci¨®n es de 111 millones. Sin embargo, incluso M¨¦xico puede perder pronto este r¨¦cord: se espera que hacia el a?o 2050 el n¨²mero de latinos en Estados Unidos alcance la cifra de 132,8 millones, o, lo que es lo mismo, el 30% de la poblaci¨®n del pa¨ªs. As¨ª, cerca del 40% de los j¨®venes americanos ser¨¢n latinos, lo que significa que por entonces los j¨®venes ?blancos? ser¨¢n minor¨ªa.
Creo que la idea de que este grupo social supere en n¨²mero a cualquier otro est¨¢ teniendo un efecto extra?o en la corriente principal blanca. ?C¨®mo si no explicar la dura hostilidad con la que se trata a un sector de la poblaci¨®n que ni siquiera cuenta en las estad¨ªsticas oficiales? Las cifras de la oficina del censo no incluyen a los inmigrantes ilegales, los 11 millones que viven y trabajan en Estados Unidos y que son claramente mayor¨ªa latina. Se trata de gente que limpia casas o empaqueta pollos para los supermercados, pero entre ellos tambi¨¦n se encuentra el periodista y premio Pulitzer Jos¨¦ Antonio Vargas, quien se confes¨® inmigrante ilegal ¨Caun a riesgo de deportaci¨®n y de arresto¨C con el fin de liberarse del miedo constante que acarreaba y de crear un grupo, Define American, cuyo objetivo es cambiar el modo en que la mayor¨ªa piensa de sus conciudadanos. Qu¨¦ duda cabe de que ese cambio es necesario y urgente: en los ¨²ltimos debates republicanos los candidatos a la presidencia han prometido proteger las fronteras, e incluso Mitt Romney, el actual favorito, deportar a estos 11 millones, independientemente de que hayan estado en el pa¨ªs 4 o 40 a?os, o de que tengan o no recuerdos o lazos con otro pa¨ªs.
La preocupaci¨®n por las grandes afluencias de extranjeros es com¨²n en todas las naciones, pero ninguna se traiciona tanto a s¨ª misma acrecentando sus miedos como esta. Porque ninguna otra naci¨®n se fund¨® espec¨ªficamente por y para los inmigrantes. Recuerden las palabras de Emma Lazarus que est¨¢n grabadas en la Estatua de la Libertad: ?Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres. Vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad?. Lazarus escribi¨® su poema, El nuevo coloso, en 1883 tras el pogromo que tuvo lugar en la Rusia zarista y que provoc¨® una vasta oleada de refugiados (entre los que estaban los abuelos de mi madre) que buscaban una nueva vida en el Nuevo Mundo. Puede que el sur tenga una firme representaci¨®n aqu¨ª, en el hemisferio norte, pero no creo que mi padre se sintiera m¨¢s en casa en una Am¨¦rica excluyente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.