Razones por las que Sonia Delaunay bien merece una exposici¨®n en el Thyssen
Su figura por fin recibe el reconocimiento que merece. Analizamos por qu¨¦ ver esta exposici¨®n es el verdadero ¡®must¡¯ del verano.
Es dif¨ªcil esbozar un retrato sencillo de esta vers¨¢til artista fascinada por el color y las formas abstractas. A lo largo de su carrera, Sonia Delaunay (en realidad, Sarah Il¨ªnichna Stern. Ucrania rusa, 1885¨C Par¨ªs, 1979) pint¨® cuadros, dise?¨® tejidos, ropas y escenograf¨ªas teatrales, model¨® y decor¨® los m¨¢s variados objetos de uso cotidiano, abri¨® varias tiendas en las que vend¨ªa sus creaciones, y sus producciones en serie fueron distribuidas internacionalmente. Su arte bebi¨® del expresionismo, el cubismo o el fauvismo y junto con su marido, Robert Delaunay, form¨® uno de los t¨¢ndems art¨ªsticos m¨¢s s¨®lidos del siglo XX. Mientras que ¨¦l se dedic¨® en exclusiva a la pintura, ella pas¨® gran parte de su carrera centrada en las artes aplicadas. Quiz¨¢ por ser estas ¨²ltimas consideradas ¡°menores¡± y tambi¨¦n por la sombra proyectada por su pareja, hasta hace pocos a?os su figura no ha comenzado a tener el reconocimiento que deb¨ªa.
Sin embargo, Sonia consigui¨® una asombrosa simbiosis con su tiempo: expresar el pulso de la vida moderna, el nacimiento de las calles iluminadas con electricidad, los aviones y la energ¨ªa vibrante que tra¨ªan a la ciudad los ballets y los salones de baile. Aun inmersa en un mundo de hombres, supo crecer como artista y comercializar su propia marca con ¨¦xito imparable. Una etapa crucial de su carrera fue aquella en la que se instal¨® con su familia en Madrid y su trabajo comenz¨® a ser reconocido p¨²blicamente. Ahora, el Museo Thyssen inaugura la exposici¨®n ¡°Sonia Delaunay. Arte, dise?o y moda¡±, con la que homenajea aquellos a?os tan definitivos en su desarrollo como artista, dise?adora y empresaria. ?C¨®mo consigui¨® Sonia Delaunay convertirse en una de las artistas m¨¢s influyentes de la modernidad? ?Por qu¨¦ el Museo Thyssen le dedica una de las exposiciones m¨¢s atractivas del verano?
Porque una sencilla manta para beb¨¦ cambi¨® su rumbo art¨ªstico: su gusto por crear m¨¢s all¨¢ del lienzo la llev¨® en 1911 a confeccionar un edred¨®n para su hijo reci¨¦n nacido. Compuesto a partir de retales e inspirado por las piezas de patchwork t¨ªpicas de su infancia en Rusia, el resultado le record¨® la est¨¦tica cubista de artistas como Picasso o Braque, pero en este caso el color era el protagonista absoluto. A partir de ese momento, Sonia comenz¨® a plasmar su arte en todo tipo de soportes y su trabajo, en un principio figurativo y muy cercano al fauvismo, se dirigi¨® hacia la abstracci¨®n.
Porque cofund¨® una de las vanguardias art¨ªsticas de principios de siglo XX: ese estilo abstracto con el que el matrimonio comenz¨® a experimentar, llev¨® a su marido Robert a desarrollar una teor¨ªa que en 1911 este denomin¨® simultane¨ªsmo. La nueva est¨¦tica, bautizada por Apollinarie como orfismo, se sustentaba en la idea de que el contraste de colores complementarios los dotaba de vida propia y generaba un movimiento que segu¨ªa el modelo r¨ªtmico de la danza y la m¨²sica. Esa simultaneidad era la misma que se daba en el espacio y en el tiempo por el impacto de las nuevas t¨¦cnicas industriales y otras manifestaciones que tra¨ªa consigo la vida moderna.
Porque su primera tienda la abri¨® en Madrid: con el estallido de la Primera Guerra Mundial la pareja pas¨® unos a?os entre Portugal y Espa?a. Fue en Madrid donde conocieron a Sergei Diaghilev, fundador de los ballets rusos que estaban revolucionando el mundo de la danza. Tras conocer su trabajo, el empresario encarg¨® a Sonia el dise?o del vestuario para el ballet ¡®Cleopatra¡¯. Por aquel entonces tambi¨¦n decor¨® el teatro-cabaret Petit Casino. Sin embargo,? el dinero segu¨ªa sin bastar para mantener a la familia. Por eso en 1918 prob¨® suerte abriendo una boutique en la calle de Columela, Casa Sonia, dedicada a la decoraci¨®n de interiores, dise?o de complementos y de moda. Sus textiles, joyas, mosaicos, muebles y vestidos coloristas no tardaron en hacer furor entre la aristocracia de la capital.
Porque fue una emprendedora adelantada a su tiempo: su exitoso negocio pronto creci¨® con la apertura de nuevas tiendas en Bilbao, Barcelona y San Sebasti¨¢n y fue as¨ª como consigui¨® sacar adelante a su familia. Incluso registr¨® en Francia y en los EE.UU. su propia marca, ¡®Simultan¨¦¡¯. En 1925 abri¨® Maison Delaunay en Par¨ªs y desde all¨ª continu¨® pintando en m¨²ltiples soportes. Ese mismo a?o particip¨® en la Exposici¨®n Internacional de las Artes Decorativas, muestra en la que el art d¨¦co? y los objetos de dise?o fabricados en serie cobraron gran protagonismo. Desde entonces, sus textiles y vestidos comenzaron a ser distribuidos por los almacenes holandeses Mertz & Co., los londinenses Liberty y algunas tiendas de Nueva York.
Porque llev¨® el arte a la vida diaria: antes de dedicarse por completo a las artes decorativas, Sonia hab¨ªa estado centrada en la pintura. Sin embargo, se dice que por consejo de su marido o para evitar la competencia con ¨¦l, durante el periodo de entreguerras, opt¨® por la producci¨®n de objetos ornamentales y funcionales. A pesar de que esa decisi¨®n en un principio le apart¨® de la primera l¨ªnea art¨ªstica, pronto result¨® ser muy acertada. Objetos de la vida cotidiana como textiles, cer¨¢micas, carteles publicitarios, paraguas, sombreros o incluso un coche de la marca Citro?n cobraban a trav¨¦s de su arte un nuevo significado. Con ella la vida diaria se llenaba de arte, a la vez que el arte cobraba vida.
Porque hizo de las artes ¡°menores¡± algo grande: del mismo modo que hablar cuatro idiomas le hab¨ªa acostumbrado a traducir y cambiar su forma de expresi¨®n fluidamente, tampoco hac¨ªa distinci¨®n entre el arte y las llamadas ¡°artes aplicadas¡±. Las ¡°artes menores¡±, nacidas en el movimiento Arts and Crafts ingl¨¦s, nunca le supusieron una frustraci¨®n art¨ªstica, sino una expansi¨®n libre que le permiti¨® conquistar nuevos espacios. Y fue precisamente su amor por el ¡°arte total¡± el que pronto le descubri¨® las posibilidades que ofrec¨ªa la producci¨®n en masa y le permiti¨® dar a conocer su obra en distintos pa¨ªses, as¨ª como ofrecer el sustento principal a su marido y su hijo.
Porque danzaba con el color: para Sonia el color era ¡°la piel del mundo¡± y con ella quiso vestirse por lo que en 1913 dise?¨® su primer ¡®vestido simult¨¢neo¡¯, confeccionado con formas geom¨¦tricas hechas a base de trozos de tela coloridos. Con ¨¦l acentuaba de manera natural la forma y el movimiento de su cuerpo y borraba los l¨ªmites entre su figura y el espacio por el que se deslizaba mientras bailaba. El impacto que tuvo el vestido en el c¨ªrculo art¨ªstico parisino fue tal, que m¨¢s tarde su amigo el poeta Cendrars lleg¨® a afirmar que la moda futurista estuvo directamente influenciada por esa prenda.
Porque liber¨® el cuerpo de la mujer: su ¡®arte vestible¡¯ supuso una alternativa a aquella moda decimon¨®nica que todav¨ªa oprim¨ªa la vida de muchas mujeres. Influenciada por la revoluci¨®n que pocos a?os antes comenz¨® el modisto Paul Poiret con el dise?o de vestidos que libraban a la mujer del cors¨¦, Sonia creaba prendas t¨¦cnicamente adaptadas a las formas femeninas y a las necesidades reales de una mujer moderna que trabajaba, bailaba o practicaba deporte. Por aquellos a?os el movimiento feminista iba conquistando progresivamente el derecho al voto en muchos pa¨ªses europeos, y para celebrarlo la artista rusa creaba looks din¨¢micos y elegantes que exploraban nuevas feminidades al mismo tiempo que festejaban la conquista de las nuevas libertades.
Porque reivindicar la presencia de su arte en los museos sigue siendo necesario: y no solo el de ella ¨Cfue la primera mujer viva a la que el Museo del Louvre de Par¨ªs dedica una exposici¨®n en solitario en 1964¨C, sino el de tantas artistas que la historia ha olvidado. A pesar de que el Museo Thyssen ya hab¨ªa programado anteriormente un par de exposiciones de otras artistas o de que el Museo del Prado despu¨¦s de doscientos a?os ofreci¨® en 2016 por primera vez en su historia la muestra de una pintora en solitario, sigue siendo imprescindible reforzar la perspectiva de g¨¦nero y otros discursos de inclusi¨®n que conviertan a dichas instituciones en lugares en los que la identidad y la memoria nos representen a todas.
¡®Sonia Delaunay: Arte, dise?o y moda¡¯ es una exposici¨®n temporal que estar¨¢ en el museo Thyssen del 4 de julio al 15 de octubre de 2017.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.