Por qu¨¦ lo ¡®folkie¡¯ nunca pasa de moda
Seg¨²n los expertos hace cinco a?os que este estilo ha muerto en las pasarelas. Sin embargo, sigue en pleno auge en las calles.
El mercado de los eventos reclama esta est¨¦tica, todo el mundo parece querer una boda con aire r¨²stico y vestido bohemio, los espacios de consumo m¨¢s cool recrean jardines folkies y hasta la Reina usa vaqueros rotos. ?Qu¨¦ tiene el boho-chic para que todav¨ªa nos rindamos a ¨¦l?
Sus coordenadas son la mezcla (de tejidos, prendas e intenciones), los colores suaves, las l¨ªneas sueltas y los complementos de est¨¦tica ¨¦tnica y neo hippy, pero siempre mezclados con elementos m¨¢s duros. Es decir, con piezas disonantes, muy intensas, que sean elocuentes acerca del estilo de vida que se quiere subrayar, generalmente natural, en bruto, no sofisticado, a pesar de que pocas cosas hay m¨¢s refinadas que significarse intencionadamente a trav¨¦s de la ropa. Porque para sus militantes, el boho-chic vertebra una manera de entender el mundo que se expresa a trav¨¦s del atuendo desde hace una d¨¦cada.
Cuando en 2004 la dise?adora de vestuario h¨²ngara Beatrix Aruna Pastor plante¨® los estilismos de Siena Miller en la pel¨ªcula Alfie seguramente no sab¨ªa que estaba dando puntadas a un c¨®digo que primero fue tendencia, luego moda y ha acabado convirti¨¦ndose en un estilo de vida. Seg¨²n algunas publicaciones y el Urban Dictionary el personaje de Nikki amplific¨® la onda boho-chic, shabby-chic, folkie (o como quieran llamarlo) que para la editora de estilo de Vanity Fair, no podemos entender sin otros nombres: ¡°La reina del boho-chic es Kate Moss, por mucho que le fastidie a Sienna. Y siempre tiene un giro muy boho Carine Roitfeld¡±, asegura Raquel Pel¨¢ez.
Sienna Miller, una precursora de este estilo en la pel¨ªcula ¡®Alfie¡¯.
Cordon Press
Sea quien sea la reina, la cuesti¨®n es que sigue muy vivo en la calle a pesar de que ¡°en las colecciones de las grandes pasarelas no es una tendencia que est¨¦ en auge?. No es algo especialmente vigente, ?aunque siempre hay toques como la primera colecci¨®n de Hedi Slimane para Saint Laurent o el trabajo de Missoni o Etro en versi¨®n ultra lujosa¡±, aclara Pel¨¢ez que, adem¨¢s, enfoca hacia las claves de una permanencia que resulta interesante porque ejemplifica el v¨ªnculo entre la moda y los estilos de vida. ¡°Sigue de moda, entre los urbanitas de clase media y media alta, reivindicar los valores de una vida m¨¢s apegada al campo, m¨¢s aut¨¦ntica¡±, que reclama el derecho de escapar de la alienaci¨®n del mundo industrial, los productos seriados, la mala alimentaci¨®n. Y es muy curioso c¨®mo esa est¨¦tica bohemia es un lugar com¨²n de las mujeres que quieren parecer contempor¨¢neas, liberadas, sanas, cool¡ Creo que adem¨¢s coincide con un cierto despertar de las sociedades occidentales a la realidad de que nuestras vidas son opresivas, estresantes y desnaturalizadas. Aunque es obvio que llevar una camisa de segunda mano o tomar caf¨¦ org¨¢nico no significa liberarse de todo eso¡±, ironiza.
Pero puede ser una forma ser consciente. El efecto derivado de esta explicaci¨®n, que apela m¨¢s a valores sociales que a propuestas de la moda, es que el boho ha penetrado en pr¨¢cticamente todos los ¨¢mbitos del mastod¨®ntico lifestyle. Hacer una panor¨¢mica de los ejemplos resulta imposible, pero buscar sus ra¨ªces nos lleva hacia acontecimientos sociol¨®gicos m¨¢s profundos como cierta facilidad para replicar el estilo de vida de los Bobos (burgueses bohemios), los procesos de gentrificaci¨®n, tras los que barrios tradicionalmente empobrecidos se renuevan y pasan a formar parte de las ¨¢reas de moda de las grandes ciudades, a la consolidaci¨®n de valores medioambientales, a nuevos paradigmas de consumo, directamente, al auge e influencia de capitales como Portland.
Kate Moss, fiel a su estilo incluso el d¨ªa de su boda.
Cordon Press
Mezclar y agitar estos fen¨®menos con otros muchos derivados nos ha llevado al ¨¦xito actual. Y aunque seg¨²n Pel¨¢ez ¡°en ciudades term¨®metro como Londres o Nueva York el boom pas¨® hace m¨¢s de cinco a?os¡±, su huella se mantiene en la m¨²sica, con ejemplos como Au Revoir Simone, planteamientos editoriales como el de Kinfolk o restaurantes de banco corrido en los que se reivindica el silencio. Son solo algunos ejemplos de entornos en los que no falta un manifiesto, como el ¡°this is your life¡±, dise?ado por Rachael Berersh para Holstee que se hizo viral y que los boho-chic han abrazo con alegr¨ªa.
La estela de directoras de arte foodies o estilistas como la australiana Sibella Court y sus espl¨¦ndidos libros, que hablan de decorar con recuerdos de viajes, telas antiguas y farolillos hechos a mano, parece haber iluminado ¨¢mbitos que han cambiado los al¨®genos por las velas, el metacrilato por la madera y los remates perfectos por el inacabado decadente.
Este estilo ha penetrado en todos los ¨¢mbitos del ¡®lifestyle¡¯.
Holstee/Kinfolk
Para una de las pocas marcas patrias que pueden presumir de haber nacido con esta tendencia en su ADN, Verdeagua Alhajas, ¡°el estilo que llamamos bohemio est¨¢ muy arraigado al ser humano, a la historia, a la antropolog¨ªa. Vivimos en un mundo muy tecnol¨®gico, vamos muy deprisa, y precisamente esa conexi¨®n con lo bohemio, lo aut¨¦ntico, lo genuino se convierte en una necesidad?, apunta Virginia Abascal, fundadora de la firma. Su esp¨ªritu viajero propici¨® su aventura empresarial: ?Necesit¨¦ hacer algo bello de la observaci¨®n de las personas que hab¨ªa visto viajando. Creo que en el fondo del ser humano existe la necesidad de ser desenfadado, imperfecto, primitivo y no creo que se trate de una moda m¨¢s porque no se puede imitar. Cuando se imita deja de ser aut¨¦ntico, porque, al menos para m¨ª, es un estilo innato que empampa toda tu existencia¡±.
Los boho aprecian palabras como deshilachado, gastado, trillado, castigado, desvencijado, envejecido, arrugado o destartalado con un sentido diferente al resto. Quiz¨¢ por eso, s¨ª estemos en condiciones de afirmar, que algunas modas se quedan para siempre. Aunque haya que tener mucho estilo para serles fiel y acertar sea cual sea la ocasi¨®n¡ algo que, efectivamente, solo parece poder hacer la ¡®reina¡¯.
Seg¨²n la editora de estilo de ¡®Vanity Fair¡¯: ¡°La reina del boho-chic es Kate Moss, aunque que le fastidie a Sienna.
Getty/Cordon Press
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