Por qu¨¦ ¡®Pretty Woman¡¯ nos sigue dando lecciones de moda tres d¨¦cadas despu¨¦s
La dise?adora Marilyn Vance dibuj¨® los vestidos, eligi¨® las telas y complet¨® los looks con accesorios propios. El resultado: un vestuario inolvidable para un film que no podemos dejar de ver.
En Marzo de 1990 se estrenaba en Estados Unidos Pretty Woman, aunque a Espa?a no llegar¨ªa hasta el mes de octubre. Veintiocho a?os despu¨¦s es dif¨ªcil llevar la cuenta de las veces que la pel¨ªcula ha aparecido en televisi¨®n y m¨¢s de las veces que nos hemos quedado pegados al sof¨¢ a pesar de saber, exactamente, lo que ocurrir¨¢ en pantalla.
?D¨®nde reside la gracia de Pretty Woman? La historia es simple y universal: chica humilde de escasa educaci¨®n y poca suerte en la vida, conoce a chico rico de exquisitos modales y ¨¦xito en los negocios. Los inicios son desastrosos y despu¨¦s de un proceso m¨¢s o menos cat¨¢rquico terminan enamorados y felices. El c¨ªrculo se cierra con la elecci¨®n de una estrella en ciernes ¨C una por entonces jovenc¨ªsima Julia Roberts¨C y un gal¨¢n ¨CRichard Gere¨C ya consolidado en la industria.
Al margen de las cr¨ªticas obvias que pueden hacerse a lo edulcorado y estereotipado de la historia, vale la pena detenerse en el uso que se hace del dise?o de vestuario para acompa?ar la transformaci¨®n de su protagonista femenina. Un cuidado trabajo de la dise?adora de vestudario Marilyn Vance. Creando desde cero todos los looks ¨C dise?ando bocetos, eligiendo personalmente las telas o aportando accesorios propios ¨C Vance y su equipo consiguieron construir el estilismo preciso para cada tr¨¢nsito emocional al que nos arrastra la pel¨ªcula.
Estos son algunos de los momentos inolvidables de Pretty Woman que son ya parte del imaginario popular.
Vivian enfund¨¢ndose su ¡®uniforme¡¯ de trabajo
La escena en el interior del apartamento de Vivian en la que la protagonista inicia un nuevo d¨ªa en el m¨¢s absoluto caos y se prepara para salir a ¡®hacer la calle¡¯, tiene una fuerza estil¨ªstica arrolladora. A¨²n no ha abierto la boca, la realidad de su trabajo no se ha evidenciado pero todo habla por si mismo: el vestido el¨¢stico hiper ce?ido y minifaldero, la peluca rubia, la gorra de pescador griego y las super botas de cremallera.
Ay, ?qu¨¦ ser¨ªa de Pretty Woman sin sus maxibotas de vinilo negro? Un hallazgo que le debemos a Marylin Vance porque, tal y como ha explicado la dise?adora en m¨²ltiples ocasiones, el director de la cinta Garry Marshall ten¨ªa en mente unos zapatos de tac¨®n. Vance siempre tuvo claro que deb¨ªa llevar botas y encontr¨® el par perfecto en una tienda londinense. Quien nos iba a decir que dos d¨¦cadas despu¨¦s las botas mosqueteras poblar¨ªan los blogs de las It girls de todo el mundo. Y lo m¨¢s incre¨ªble que un look casi id¨¦ntico se iba a colar en un desfile de Dior.
Para el vestido, la responsable de vestuario se inspir¨® en un traje de ba?o con anilla que hab¨ªa tenido a?os antes y rescat¨® la gorra de su propio armario. Sigui¨® el instinto del director para la chaqueta de esmoquin que completa el look. Marsall quer¨ªa darle un toque masculino y que pareciese que Vivian hab¨ªa heredado la chaqueta de un exnovio as¨ª que se inspiraron en las chaquetas que popularizaron las bandas de m¨²sica de los a?os 50 y¡ voil¨¤.
Tirando de fondo de armario¡ de tu chico
Vivian y Edward han pasado la noche juntos pero no se han despedido. Edward, necesitado de compa?¨ªa en las salidas sociales que sus negocios requieren, ha propuesto a Vivian ampliar sus ¡®servicios¡¯ a toda una semana.
La etiqueta requiere un cambio urgente de armario y el dinero no es impedimento, pero los prejuicios de las dependientas de las tiendas m¨¢s exclusivas de Beverly Hills, s¨ª. Despu¨¦s de una salida infructuosa en busca de modelitos, Edward se indigna por el trato recibido por su ¡®pareja¡¯ y juntos se dirigen a las mejores boutiques de la zona.
La imagen de Vivian es suavizada con un truco infalible: una camisa blanca de hombre anudada a la cintura y con las mangas ligeramente remangadas para cubrir su vestido de licra. No era un camisa cualquiera, pues todo el vestuario de Richard Gere ¨Ccorbatas incluidas¨C fue confeccionado para la ocasi¨®n en los talleres de la casa Cerruti en Italia.
Aqu¨ª s¨ª, las botas mosqueteras han dado paso a unos zapatos de sal¨®n negros y la peluca rubia ya no oculta la imponente melena pelirroja. La transformaci¨®n, aunque sutil, est¨¢ en camino.
Una camisa masculina anudada a la cintura y unos salones negros transformaron el look de trabajo de Vivian.
Cordon Press
Un gran error. Grande. Enorme
Rodeo Drive es una de las millas de oro de Estados Unidos. Un distrito donde se concentran establecimientos con los dise?os m¨¢s caros del mundo y donde cualquiera no familiarizado con los protocolos pertinentes puede sentirse intimidado. El cine y sus ¡®tocadores de fibras¡¯ profesionales, lo saben.
Vivian, humillada y ninguneada en la jornada anterior se presenta aqu¨ª como un ave F¨¦nix resurgido de sus cenizas. Suenan los primeros acordes de Oh, Pretty Woman y vemos a una mujer triunfal con pamela, pendientes de perlas, guantes y vestido-abrigo blanco. M¨¢s cl¨¢sico y recatado, imposible.
Y es entonces cuando se produce ese gran momento de revancha en el que, cargada de bolsas, se enfrenta a las dependientas que no tuvieron a bien atenderla. Con cierta sorna se pregunta c¨®mo trabajando a comisi¨®n pudieron subestimar el poder de su tarjeta de cr¨¦dito pronunciando eso de: ¡®Big mistake. Big. Huge¡¯. Impagable.
La presentaci¨®n en sociedad
La relaci¨®n de los protagonistas va poco a poco traspasando lo meramente profesional y acuden juntos a un partido de polo donde se entremezclan los asuntos de ocio con los negocios. Para la ocasi¨®n la dise?adora de vestuario elige un vestido de lunares en tonos marrones y blancos que ha sido imitado despu¨¦s hasta la saciedad en m¨²ltiples variantes.
Marylin Vance se enamor¨® de la tela cuando dio con ella en el s¨®tano de una tienda de tejidos, pero la pieza era tan escasa que s¨®lo pod¨ªan permitirse confeccionar un vestido. Esto oblig¨® a decantarse por un largo de rodilla que permit¨ªa a?adir un lazo del mismo estampado al pa?uelo. Los zapatos blancos de Chanel, el cintur¨®n y los guantes hicieron el resto.
El vestido de lunares que sirvi¨® para presentar a Vivian en sociedad.
Cordon Press
Una noche en la ¨®pera vistiendo de largo y de rojo
Vivian ya hab¨ªa lucido previamente un traje de c¨®ctel negro pero para su noche en la ¨®pera se viste por primera vez de largo. Hubo distintas opiniones sobre el color pero despu¨¦s de realizar tres versiones diferentes, triunf¨® el rojo.
La silueta tambi¨¦n sufri¨® modificaciones respecto a la idea original m¨¢s en sinton¨ªa con los ¡®trajes de princesa¡¯ cl¨¢sicos. Vance, sin embargo, consideraba que si la pieza clave iba a ser el impresionantes collar con el que Edward sorprender¨ªa a Vivian, el vestido deb¨ªa prescindir de florituras y dejar despejado el cuello. Y as¨ª fue.
Blazer azul con camiseta blanca: combinaci¨®n perfecta
A lo largo de toda la pel¨ªcula puede decirse que Vivian va de m¨¢s a menos. Va prescindiendo de lo accesorio para quedarse con los imprescindible. Y as¨ª llega a la escena final totalmente reconvertida y como m¨¢ximo exponente de estilo casual chic. Ah¨ª tenemos a la ¡®ni?a buena¡¯ que quiere encarrilar su vida con unos vaqueros de tiro alto, camiseta de algod¨®n blanca y una americana azul marino. Y mientras hace la maleta, irrumpen en escena los gritos de su novio desde una limusina. ¡°Esto es Hollywood, la tierra de los sue?os¡±.
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Con su traje de americana y bermudas.
Cordon Press
El director Garry Marshal bromeando con Julia Roberts durante el rodaje. Fue ¨¦l quien insisti¨® en que llevase una americana masculina con su uniforme de trabajo.
Cordon Press
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