?Qui¨¦n es esta chica?
Ha calado entre el p¨²blico comercial con su m¨²sica alternativa. Influye a Frida Giannini y a Karl Lagerfeld. Es exc¨¦ntrica y misteriosa. Es Florence Welch.
Recuerda a una de las modelos de las obras prerrafaelistas. O a una de un ¨®leo de Tiziano. O a un personaje de un cuento de Lewis Carroll. Florence es magn¨¦tica e ind¨®mita: no encaja en el patr¨®n. Se sale del cuadro. Su autenticidad ha encandilado a opuestos. Tiene a la industria de la m¨²sica y a la de la moda a sus pies; en ambos casos, en sus dos vertientes: la comercial y la indie. La cantante de Florence + The Machine ha vendido m¨¢s de tres millones de Lungs, su debut. Una barbaridad. Y ha impresionado a la prensa musical especializada: Mojo, NME y Rolling Stone la adoran. Tambi¨¦n ha seducido a la reina del sexy chic, Frida Giannini. Su colecci¨®n de oto?o-invierno 2011/2012 se inspira en la excentricidad de la cantante. ?A la hora de idear esta l¨ªnea, pens¨¦ en una mujer misteriosa y fuerte. Florence es esa clase de mujer?, asegur¨® Giannini en una entrevista con la revista brit¨¢nica Dazed & Confused. Lo segundo lo es un rato. Lo primero, como veremos m¨¢s adelante, no tanto.
¨C El d¨ªa de Halloween publica su segundo ¨¢lbum, Ceremonials.?
¨C No eleg¨ª la fecha.?
¨C Pero reconocer¨¢ que encaja bastante bien con su estilo.?
¨C S¨ª.
Es parca y huidiza. No sorprende si se tienen en cuenta su edad, 25 a?os, y su ¨¦xito. Welch acumula galardones; entre otros, dos Brits, un MTV Video Music Award, dos candidaturas a los Grammy y una a un Mercury Prize ¨Cel prestigioso galard¨®n anual al mejor disco publicado en Gran Breta?a¨C. El alumbramiento de Ceremonials fue fruct¨ªfero. ?Grabamos 40 canciones, 12 forman parte del disco. Con Lungs fue diferente. Me llev¨® m¨¢s de medio a?o. Lo compuse a trompicones. No hay nada m¨¢s dif¨ªcil que una ¨®pera prima. No saber c¨®mo reaccionar¨¢ la gente es aterrador [¡]. En este ¨¢lbum he hecho lo que he querido. Hay m¨¢s de m¨ª en ¨¦l?, admite. Ceremonials es m¨¢s soul. Y m¨¢s euf¨®rico. ?Es curioso, pero no s¨¦ lo que opino sobre algo hasta que escribo sobre ello. Las letras se transforman en una especie de ejercicio?. Sus canciones hablan de los grandes temas: amor, muerte, violencia, sexo, ansiedad, pesadillas¡ Tambi¨¦n sobre la noche, la luna y los sue?os. Muchas son anat¨®micas, en casi todas menciona el cuerpo: habla sobre los pies, los pulmones, las pesta?as, las manos, los ojos¡ Son inquietantes. ?Una de mis series favoritas es True Blood?, afirma sobre el programa de ficci¨®n de HBO. ?Tambi¨¦n me gusta Crep¨²sculo?. Welch adora los vampiros. Y la literatura. Sus padres sol¨ªan encontrarla en el jard¨ªn leyendo Jack el destripador o trepando en los ¨¢rboles. ?Llevo muchos libros de poes¨ªa al estudio. Los leo y voy anotando cuanto se me ocurre?, explica. De su proceso creativo surgen enso?aciones pop y soul con gui?os al blues. Su voz mezcla la dulce sensualidad de Aretha Franklin y la furia art¨ªstica de Patti Smith. Un c¨®ctel vehemente salpicado aqu¨ª y all¨ª con notas melanc¨®licas. Su sonido, como el nombre de su segundo disco (ceremoniales, en ingl¨¦s), tiene algo m¨ªstico.?
Vestidos vaporosos, flores, referencias a la Ofelia de Millais (en su v¨ªdeo Rabbit Heart baja un r¨ªo dentro de un ata¨²d abierto), diosas griegas, pompones gigantescos¡ ?De d¨®nde surge toda esa parafernalia on¨ªrica? ?Le¨ªa mucho de peque?a. Siempre andaba con la cabeza metida en un libro?, recuerda. Entre sus obras favoritas cita Born Yesterday de Gordon Burn, Lolita de Vladimir Nabokov, The Ice Age de Kirsten Reed y El gran Gatsby de Scott Fitzgerald.
?Su icono est¨¦tico? ?Mi mejor amiga. Desde ni?as buscamos ropa en mercadillos vintage y nos disfrazamos?. Se refiere a Isabella Summers, la teclista que da nombre a parte del grupo, The Machine. La banda de Welch tiene sus ra¨ªces en un proyecto anterior, Florence Robot/Isa Machine. ?Los apodos eran una broma. Isabella siempre andaba entre m¨¢quinas, MPC y ordenadores. Yo me bautic¨¦ Robot porque suena anticuado, y fuerte y dulce a la vez?.?
Su madre es otra pieza del puzle. La neoyorquina Evelyn Welch es catedr¨¢tica de Estudios Renacentistas en la Universidad Queen Mary de Londres. Tambi¨¦n fue una habitual del m¨ªtico Studio 54. ?Me ense?¨® a imaginar y a describir el arte con todo lujo de detalles?, precisa. Tambi¨¦n a apreciarlo. Evelyn la llevaba a ver iglesias, galer¨ªas y museos. Hoy Florence colecciona objetos de la ¨¦poca victoriana. A veces los sube al escenario. La brit¨¢nica pertenece a la estirpe de m¨²sicos-artistas encabezada por la islandesa Bj?rk. Los directos de Florence + The Machine son ejercicios visuales y coreogr¨¢ficos. Y eso que de ni?a fue disl¨¦xica y dispr¨¢xica (desorden de la psicomotricidad). Hoy sacude la melena y mueve las caderas con la seguridad del David Bowie de los a?os 70. ?Me gusta crear un v¨ªnculo con el p¨²blico y provocar sentimientos. Un concierto no es solo cosa de m¨²sicos, tambi¨¦n de asistentes?.?
Estudi¨® Bellas Artes en la Universidad Camberwell de Londres. ?Mezcl¨¢bamos arte y espect¨¢culo. Jug¨¢bamos a disfrazarnos para salir de fiesta, constru¨ªamos cosas?, cuenta. Una de esas cosas fue una flor gigante con un cartel de casi dos metros de alto. En ¨¦l se le¨ªa ?Twat?, gilipollas en ingl¨¦s. Lo escribi¨® Welch e iba dirigido a s¨ª misma.?
Su biograf¨ªa dar¨ªa para un guion televisivo. Su t¨ªo es un famoso humorista ingl¨¦s. Su abuelo fue el editor del diario Daily Telegraph. Cubri¨® los juicios de N¨²remberg. Sus padres se divorciaron cuando Welch cumpli¨® 14 a?os. Su madre se enamor¨® de un vecino y las dos familias se fueron a vivir juntas. El resultado: dos padres y seis adolescentes bajo el mismo techo. Un infierno muy Brady Bunch. ?No nos soport¨¢bamos?, comenta.?
No es una reci¨¦n llegada. De ni?a convenci¨® a sus padres para estudiar canto. Aprendi¨® arias de ¨®pera francesas e italianas. Al final de cada lecci¨®n, escog¨ªa un tema pop. Eleg¨ªa cortes de divas como Dusty Springfield. De la mezcla surgi¨® el encanto. Y el talento. ?Cantaba en eventos familiares, en cumplea?os, bodas, comuniones¡?. Tambi¨¦n en funerales. Su abuela materna se suicid¨® cuando la cantante era una adolescente. ?Prefiero no hablar de ello?. No tiene inconveniente en hacerlo sobre su novio Stuart Hammond, periodista del Dazed & Confused. De su separaci¨®n temporal surgi¨® Lungs. ?Cuando rompes, te vuelves hacia dentro, te a¨ªslas. Esa soledad puede ser muy creativa. Las emociones te sumen en un estado cat¨¢rtico del que surgen temas. Desgraciadamente es una condici¨®n provocada por la tristeza¡?, razona. Hammond y ella se reconciliaron; hoy son pareja.
Su suerte cambi¨® en 2006. Coincidi¨® con una conocida dj y promotora, Mairead Nash, en los ba?os de un local. La pelirroja le cant¨® Something¡¯s Got a Hold on Me de Etta James. Nash la fich¨® en el acto. Otro espaldarazo a su carrera fue la aparici¨®n en Panic Roommate, un cap¨ªtulo de la cuarta temporada de Gossip Girl donde cant¨® Cosmic Love. Y su aplaudida actuaci¨®n en los MTV Video Music Awards de 2010. Perdi¨® el apetito y el sue?o antes de la gala. Tambi¨¦n llor¨®. ?Estaba muy nerviosa. Sab¨ªa que era un directo masivo e importante¡ No me sent¨ªa preparada. Al final lo disfrut¨¦¡ pero cuando todo hab¨ªa terminado?.
Atrae el caos. ?Al final de la actuaci¨®n en el Met Ball [el pasado mayo] baj¨¦ del escenario. Estaba cantando Rebel Rebel de David Bowie. All¨ª estaban Madonna, Karl Lagerfeld, Jay-Z¡ Entonces me di cuenta de que mi vida era absolutamente ins¨®lita?. ?Qu¨¦ hizo? ?Me puse a bailar y a cantarle a Paul McCartney?.
Londres es su h¨¢bitat. ?No lo cambiar¨ªa por nada en el mundo. Adoro Nueva York, pero mi coraz¨®n est¨¢ aqu¨ª?. ?Existe una escena londinense? ?S¨ª. Es una ciudad muy creativa. Mis amigos son m¨²sicos, pintores, dise?adores¡ Todos nos ayudamos y apoyamos?. El ¨¦xito no le ha cambiado la vida. ?Sigo viviendo en el mismo sitio y mis amigos siguen siendo los mismos?, insiste. Son parte de la maquinaria. Sus colegas aparecen en sus videoclips, la fotograf¨ªan en sus conciertos y hasta suben al escenario. ?Son parte del grupo?.
Se ha convertido en una habitual de las revistas de tendencias. Aparte de Gucci, adora Valentino y Chanel. Es una de las musas de Karl Lagerfeld. Welch actu¨® el pasado 4 de octubre durante el desfile de primavera-verano 2012 de Chanel. No olvida a sus amigos dise?adores de la Semana de la Moda de Londres. ?Me encantan Hannah Marshall, Mary Katrantzou, Erdem y Acne?. Sobre la colaboraci¨®n con Gucci, asegura: ?Adoro a Frida. Le ped¨ª que ideara algunos trajes para mi gira por Estados Unidos. Fue un acierto. Los colores, las formas, el chiffon; todo encajaba con mi est¨¦tica y funcionaba sobre el escenario¡ Me sent¨ª afortunada?. Y concluye: ?Me encantar¨ªa seguir trabajando con ella. Veremos qu¨¦ sucede?.
Gonzalo Machado
Gonzalo Machado
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