Rebekah Brooks y el arte de vestirse para declarar
La ex mano derecha de Murdoch se pasa con el ¡®look¡¯ inocente.
Si de algo sabe la ex directora de The Sun y News of the World y ex mano derecha (por lo menos oficialmente) del imperio Murdoch, es de peri¨®dicos. Y sin embargo, el pasado 21 de mayo, cuando tuvo que declarar ante la Comisi¨®n Leveson, que investiga las pr¨¢cticas dudosas de la prensa brit¨¢nica, no calcul¨® bien. Sab¨ªa que las c¨¢maras la esperar¨ªan ansiosas y decidi¨® ponerse el vestido que crey¨® que mejor podr¨ªa ayudarle a trasladar el mensaje "a m¨ª no me miren, soy inocente". Se trataba de un vestido negro , de la boutique online Suzanna, coronado por un enorme cuello beb¨¦ en piqu¨¦ blanco, la tela que m¨¢s se asocia a la ropa infantil, y rematado por un ribetito oscuro. Los pu?os, a juego, tambi¨¦n en blanco.
Rebekah Brooks y Charlie Brooks el pasado mes de mayo.
Getty Images
La reacci¨®n no se hizo esperar: a Rebekah se le hab¨ªa ido la mano. Un cuello beb¨¦, o Peter Pan, no es lo primero que alguien asociar¨ªa con esta mujer, cuya ondeante melena roja le ha impedido siempre pasar desapercibida. Algo que nunca busc¨® en la vida ,hasta ahora. En el fondo, Brooks segu¨ªa una larga tradici¨®n. Bianca Jagger, que se cas¨® con un esmoquin blanco sin camisa abierto hasta el estern¨®n, acudi¨® en cambio al juzgado para divorciarse en 1980 con un cuello Peter Pan. Y Winona Ryder, que tan lejos llev¨® el concepto de vestirse para el juzgado, se puso un abrigo con cuello beb¨¦ y una diadema (s¨®lo le faltaban merceditas y calcetines altos) para comparecer ante el juez cuando le pillaron robando ropa de Marc Jacobs.
Lindsay Lohan, probablemente la estrella que m¨¢s veces ha tenido que me pensar "?qu¨¦ me pongo hoy para el juez?", nunca fue tal lejos. En sus distintas apariciones en los juzgados ha llevado minivestidos ajustados, escotes y, por ¨²ltimo, el 29 de marzo de este a?o, un traje pantal¨®n bastante forzado.
Con este look acudi¨® Winona Ryder a juicio en 2002.
Getty Images
Lo de Brooks no fue sutil pero quiz¨¢ tampoco lo pretend¨ªa. La editora de moda de The Guardian, Jess Cartner-Morley, escribi¨® que ponerse ese vestido es el equivalente a titular a p¨¢gina entera, como los tabloides que dirig¨ªa Brooks. Y brome¨® que el mensaje que transmite un cuello beb¨¦ es tan obvio que incluso David Cameron puede desencriptarlo. Se refer¨ªa a la revelaci¨®n de la muy jugosa Comisi¨®n Leveson de que el primer ministro se enviaba hasta 12 SMS al d¨ªa con Brooks y los firmaba "LOL", pensando que esas iniciales quieren decir Loads of Love ("mucho amor") y no Laughing Out Loud, o sea, "tronch¨¢ndome". En el mismo peri¨®dico, Hadley Freeman especulaba sobre si no ser¨ªa este el final del cuello Peter Pan, que ha sido la base del vestuario semi-hipster femenino de los ¨²ltimos dos a?os.
La periodista Sally Bercow, casada con un tory, tuite¨® "Vaya t¨®pico intento de aparecer buenecita. Sentir¨ªa m¨¢s respeto por ella si apareciese con un mono de l¨¢tex". En Newsweek, Peter Jukes habl¨® de su "estrategia de victimismo" en una columna titulada La m¨¢rtir del pelo rojo y conced¨ªa a Brooks el m¨¦rito de llevarse el premio de calle a la aparici¨®n m¨¢s fotografiable en una Comisi¨®n ante la que han declarado entre otros Hugh Grant, Sienna Miller (ambos v¨ªctimas de escuchas ilegales) y los Murdoch padre e hijo, Rupert y James. Aunque quiz¨¢ fue la revista sat¨ªrica Private Eye quien encontr¨® la mejor analog¨ªa: la imagen que Brooks quer¨ªa invocar es la de Las Brujas de Salem. Y, de hecho, su marido, Charlie Brooks, a quien sol¨ªan apodar Champagne Charlie, djo hace unos meses que ¨¦l y su esposa est¨¢n siendo v¨ªctimas de "una caza de brujas".
?ltima aparici¨®n de Rebekah Brooks.
Getty Images
El caso es que Brooks tom¨® nota y cuando ayer compareci¨® ante el Juzgado junto a su marido, acusada entre otros cargos de obstrucci¨®n a la Justicia, moder¨® su estilismo. Iba casi con la cara lavada, la imagen dela inocencia, pero nada de cuellos beb¨¦. Falda tubo, pashmina al cuello y Louboutins de suela roja, que tampoco es cuesti¨®n de pasar por pobre.
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