El desfile que estuvo a punto de causar un desastre medioambiental en Malib¨²

Miley Cyrus y su marido, el actor Liam Hemsworth, no faltaron a la cita. Tampoco Keanu Reeves o Laura Dern. No era f¨¢cil rechazar la oportunidad de conocer la nueva colecci¨®n de una firma de lujo como?Saint Laurent en un entorno de ensue?o: una playa perdida de Malib¨² (California). Esa fue la localizaci¨®n en la que hace unos d¨ªas la maison francesa present¨® su colecci¨®n masculina primavera-verano 2020, una propuesta que tambi¨¦n incluy¨® ropa femenina, como suele hacer desde hace algunas temporadas. Los dise?os de Anthony Vaccarello adquirieron una dimensi¨®n especial escoltados por el acantilado y el sol californiano que se escond¨ªa tras el Oc¨¦ano Pac¨ªfico. Pero detr¨¢s del id¨ªlico escenario, so?ado por cualquier firma, se esconde la ¨²ltima pol¨¦mica medioambiental que cuestiona si deben celebrarse eventos como este en parajes naturales.

Los ciudadanos de Malib¨² y las autoridades de la ciudad han denunciado que la firma viol¨® una serie de regulaciones que protegen la flora, fauna y entorno de la playa Paradise Cove, en la que se celebr¨® el show. Al parecer, el pez gru?¨®n deb¨ªa desovar en la arena la misma noche del evento, una misi¨®n dif¨ªcil para esta especie teniendo en cuenta que la playa estaba cubierta por una improvisada pasarela. ?Construyeron un paseo y lo afianzaron con sacos de arena de pl¨¢stico, que est¨¢n prohibidos en la ciudad. La gente estaba indignada?, ha explicado a Vogue Business Matt Myerhoff, portavoz del ayuntamiento de Malib¨². La localidad es una de las m¨¢s cuidadosas de todo California con la naturaleza y no permite el uso de bolsas de pl¨¢stico para hacer la compra ni una iluminaci¨®n nocturna demasiado potente que impida ver las estrellas. En el desfile, las luces superaron los niveles autorizados y los asistentes bebieron en botellas de pl¨¢stico. Motivos suficientes para que varios residentes escribieran cartas al ayuntamiento quej¨¢ndose de lo ocurrido.

Ni la firma ni Kering, el conglomerado de lujo al que pertenece, han querido hacer declaraciones al respecto, pero no est¨¢ claro hasta qu¨¦ punto estaban al tanto de las restricciones medioambientales del lugar, puesto que una empresa externa se hizo cargo de la?infraestructura del evento. ?No culpo a Saint Laurent porque solo hicieron lo que ten¨ªan que hacer, pero los permisos para eventos de este tipo o rodajes de pel¨ªculas deber¨ªan incluir educaci¨®n y orientaci¨®n?, ha explicado Chapman Meyer, que adem¨¢s de ser mujer del presidente de NBC Universal, Ron Meyer, forma parte del National Resources Defense Council, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que defiende los recursos naturales en Estados Unidos.

El incidente, adem¨¢s de reabrir el debate sobre el impacto que citas de este tipo causan en la naturaleza, pone el foco en la cantidad de materiales y recursos que se utilizan para montar el set de un desfile y que, tras unas horas, terminan siendo descartados y desechados. Un desperdicio que no se tiene en cuenta cuando las firmas miden su impacto medioambiental, lanzan colecciones sostenibles o luchan por minimizar la contaminaci¨®n durante el proceso de producci¨®n de sus prendas. Un problema colateral que persiste a pesar del nacimiento de iniciativas como Paris Good Fashion, una organizaci¨®n que trabaja para hacer m¨¢s sostenibles las semanas de la moda celebradas en la capital francesa.

Regular este tipo de eventos se hace especialmente necesario en un momento en el que firmas como Jacquemus no dudan en desfilar en una id¨ªlica playa al sur de Francia o en mitad de un campo de lavandas de la Provenza. Am¨¦n de la ya ic¨®nica playa de Chanel, que aunque artificial no deja de emplear infinidad de recursos escenogr¨¢ficos que, probablemente, no tengan vida ¨²til m¨¢s all¨¢ del show.