Sentarse en primera fila de un desfile cuesta 70.000 euros
El centro art¨ªstico de Robert Wilson subasta entradas para las Semanas de la Moda. Su precio es similar a lo que cobran las ¡®celebrities¡¯ por acudir.
Pongamos que un desfile de pr¨ºt-¨¤-porter al uso dura unos 10 minutos de media. Sumemos los 20 o 30 minutos de espera de rigor. Diez m¨¢s para abandonar la sala y los cinco o diez minutos de visita privilegiada al backstage en caso de poder acceder a ¨¦l. En total, podr¨ªamos aventurar que cuando uno acude a un desfile de moda pasa una hora de su vida en el proceso de contemplarlo. 60 minutos. Lo mismo que tardamos en ver un cap¨ªtulo de nuestra serie favorita o en ejercitarnos en una clase de pilates. ?Qu¨¦ pensar¨ªan si alguien les pidiese desembolsar 70.000 euros por contemplar tres shows en la Semana de la Moda de Mil¨¢n? Ser¨ªa pagar unos 23.000 euros por desfile/hora. El minuto, una minucia de 383 euros de inversi¨®n. Lo que sea por estar en primera fila, ?verdad?
Si los ojos ya han vuelto a sus respectivas ¨®rbitas, deber¨ªan saber que este es uno de los reclamos de la subasta veraniega del Watermill Center en EEUU. El centro art¨ªstico, tal y como recoge Fashionista, subastar¨¢ el pr¨®ximo 26 de julio dos packs para sentarse en primera fila en las semanas de la moda de febrero: uno para los shows de Prada, Armani y Fendi en Mil¨¢n y otro para ver el desfile de Miu Miu en Par¨ªs. El precio de salida parte de los 18.500 euros por el pack de Mil¨¢n (con dos asientos en front row en cada uno de los desfiles y visita al backstage) y los 7.500 euros para el de Miu Miu. Si el comprador no quiere esperar a la subasta y va sobradito de efectivo, puede pagar ahora 70.000 euros y hacerse con los tres desfiles de Mil¨¢n y otros 18.500 euros por ir a rodearse de celebrities (durante una hora) en el show de la hermana peque?a de Prada. Una ganga.
En la web de Artsy se subastan los tickets para acudir a los desfiles de Mil¨¢n. Su valor estimado, seg¨²n la web, ?priceless?.
Captura de pantalla de artsy.net
?Un desfile es una obra de arte?
Esta sorprendente oferta de compra tiene como objetivo finanaciar el 'laboratorio performance' que el artista visual y director esc¨¦nico Robert Wilson fund¨® en 1992 para acoger de forma gratuita a j¨®venes creadores en un espectacular centro de los Hamptons. Cada verano, el Watermill Center organiza una subasta art¨ªstica para poder seguir subsistiendo sin cargos y este a?o, entre obras de Julian Schnabel, el video-retrato del propio Wilson a Lady Gaga simulando 'La Muerte de Marat' o una acuarela de Sophie Matisse, nos encontramos con desfiles de moda a subasta. El destino, o una puja de la aristocracia cultural en el epicentro veraniego del pijer¨ªo estadounidense, ha querido que los dise?os de Giorgio Armani, Miuccia Prada y Karl Lagerfeld (y hasta ellos mismos) queden relegados a una segunda posici¨®n, para formar parte de un engranaje en el que las modelos, el escenario, la m¨²sica y el propio p¨²blico sean elevados a¡ ?una car¨ªsima obra de arte ef¨ªmera? As¨ª lo piensan (y mercantilizan) en Watermill.
Pagar donde otros cobran
La paradoja de todo este asunto de subastar desfiles de moda y pagar cifras astron¨®micas por contemplarlos es que a muchos famosos se les paga por acudir a verlos y los grandes grupos medi¨¢ticos hacen lo propio con sus editoras para que los rese?en en sus medios. ?Qu¨¦ gracia tiene pagar una barbaridad por algo en el que el resto sale ganando? Desde hace a?os, las listas de lo que cobran las famosas por dejarse ver en Par¨ªs o Mil¨¢n han ido perfilando rankings de lo m¨¢s ilustrativos: se sabe que Rihanna cobr¨® 70.000 euros por acudir al desfile primavera/verano 2010 de Chanel y que, por aquel entonces, celebrities como Beyonc¨¦ o Chlo? Sevigny no bajaban de los 45.000 euros por sentarse en primera fila. Aunque fue una burbuja que estall¨® en 2012 (se lleg¨® a decir que Jessica Chastain lleg¨® a cobrar 800.000 d¨®lares por ir a un desfile de Armani Priv¨¦, aunque luego la cosa se qued¨® en 60.000 euros) y ahora las celebridades solo cobran si van en exclusiva a un desfile.
Jessica Chastain vivi¨® su m¨¢ximo esplendor en 2012 (cobraba 60.000 euros por desfile), Beyonc¨¦ cobr¨® 80.000 euros en 2010 y Kim Kardashian cobraba por entonces unos 40.000 euros.
Getty
La burbuja espa?ola
En Espa?a, como suele ser habitual, la burbuja se encuentra en su m¨¢ximo esplendor si hablamos de pagar a famosas que se dejen ver en su primera fila. Una fuente del sector a la que hemos consultado, y que prefiere permanecer en el anonimato, deja el cach¨¦ de Rihanna en pura calderilla. Existen tres grupos muy definidos en los front rows nacionales:
A) Estrella de Hollywood mundialmente conocida: de 150.000 euros en adelante (son actrices o modelos internacionales conocidas por un amplio espectro de la poblaci¨®n).
B) Famosa nacional, habitual de la prensa rosa: de 3.000 a 20.000 euros
C) Blogueras nacionales: de 700 a 5.000 euros (aprox).
Para las famosas internacionales, visitar nuestro pa¨ªs y sentarse junto al directivo textil de turno no viene marcado por una admiraci¨®n personal o por voluntad de exposici¨®n asegurada, como es el caso de las grandes semanas de la moda internacionales. "Espa?a paga m¨¢s por traer a famosas porque muchas estrellas internacionales nos ven como un mercado menor, no les interesa ser fotografiadas si no hay una buena suma de por medio", asegura la misma fuente an¨®nima.
Desfile de Alta Costura de Dior en Par¨ªs, el pasado 7 de julio.
Getty
?Qui¨¦n pujar¨¢ por unas entradas a 70.000 euros?
Hemos consultado a los propulsores de esta subasta para que nos expliquen c¨®mo funcionar¨¢ la puja de las entradas para las Semanas de la Moda y nos aseguran que, por ahora, la propuesta de pagar cifras astron¨®micas por sentarse en primera fila es todo un ¨¦xito. "Cada d¨ªa recibimos una media de entre dos y tres llamadas preguntando por la oferta y pujando para la subasta", asegura Alice Field, relaciones p¨²blicas del evento que no duda en "agradecer a Armani, Fendi y Prada que nos apoyen para poder mantener a la siguiente generaci¨®n de artistas". Field aclara que es la "primera vez" que el centro de Robert Wilson subasta la asistencia a desfiles de moda, pero que posiblimente se repita porque "es una opci¨®n bastante prometedora". "A diferencia de la mayor¨ªa de arte que ofrecemos, que tiene definido un valor en el mercado, estas experiencias son divertidas y determinar¨¢n su valor seg¨²n avance la subasta. Nunca sabes qui¨¦n ser¨¢ el que pujar¨¢ por algo as¨ª y c¨®mo terminar¨¢. Eso lo hac¨ªa todav¨ªa m¨¢s excitante", apunta.
Sobre el perfil del comprador: ¨¦lites culturales y bien relacionadas. "Estamos notando una fuerte interacci¨®n de gente que aprecia la moda, el arte y el dise?o. Son personas que apoyan a Watermill y nuestros programas y son las mismas personas que est¨¢n atentas a lo que ocurre en la moda. Para alguien que sigue los desfiles pero nunca ha tenido la oportunidad de sentarse en primera fila.. ?esta es una gran experiencia para hacerlo!" El s¨¢bado sabremos c¨²anto les ha costado conseguirlo.
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