?Su cuerpo era perfecto y se pod¨ªa poner cualquier cosa?: c¨®mo el estilista de Cher la convirti¨® en un icono de la moda
Desde que el Bob Mackie y la artista se conocieron en 1967 son inseparables: durante m¨¢s de cinco d¨¦cadas ha sido el autor de sus looks m¨¢s memorables, demostrando el poder transformador de la moda.
Lo suyo fue amor a primera vista cuando se conocieron en 1967. ?l, Bob Mackie, era uno de los dise?adores de vestuario m¨¢s j¨®venes y solicitados de la peque?a pantalla y Hollywood tras haber sido el asistente de la oscarizada Edith Head en la Paramount. Y ella, Cher, cantaba junto a su marido Sonny Bono en uno de los d¨²os de mayor ¨¦xito de la ¨¦poca, Sonny & Cher. Justo en ese a?o la pareja acudi¨® de invitada especial al programa de la CBS The Carol Burnett Show, donde el propio Mackie trabajaba despu¨¦s de haber hecho lo propio tiempo antes en?The?Judy Garland Show. ¡°Entraron al estudio y pens¨¦: ¡®Oh, no, ?qu¨¦ voy a hacer con esa chica?¡¯ En foto ella parec¨ªa un poco hura?a. Y tambi¨¦n parec¨ªa que era dos cabezas m¨¢s alta que ¨¦l, aunque no lo era¡±, rememor¨® el californiano a The New Yorker sobre los prejuicios que ten¨ªa de esos dos hippies que ¡°eran como dos personas salidas de una cueva New Age¡±. Efectivamente, nadie mejor que ¨¦l pod¨ªa poner fin a aquellos chalecos de piel y pantalones tan estramb¨®ticos unisex con los que conquistaron las listas de ventas gracias a I Got You Babe.
Ese primer encuentro no fue m¨¢s que la antesala de la alianza creativa que estaba por venir, ya que sus caminos volvieron a cruzarse cuando la misma CBS fich¨® al matrimonio en el verano de 1971 para que presentara su propio show televisivo de variedades, The Sonny & Cher Comedy Hour. Lo cierto es que nadie cre¨ªa que iba a durar m¨¢s de un par de episodios porque los productores de la cadena decidieron estrenarlo en agosto, el mes con las audiencias m¨¢s bajas del a?o. Y, sobre todo, porque por entonces Sonny & Cher estaban tan pasados de moda (no hay que olvidar que a principios de los setenta los j¨®venes prefer¨ªan a bandas de rock sonoramente m¨¢s duras) que ¨²nicamente actuaban por las noches en peque?os clubs de Las Vegas. Pero justamente ah¨ª, en aquellos antros, es donde entre canci¨®n y canci¨®n empezaron a explotar esa vis c¨®mica que los llevar¨ªa a colarse semanalmente en millones de hogares estadounidenses. Contra todo pron¨®stico triunfaron, y de qu¨¦ manera.
¡°Cuando conoc¨ª a Cher pens¨¦ que era la cosa m¨¢s linda del mundo, y luego mir¨¦ su figura y pens¨¦: ¡®Dios m¨ªo, es como una modelo; ella es tan hermosa e inusual¡¯. Los productores no sab¨ªan qu¨¦ hacer con Cher, y yo dije: ¡®?Ella podr¨ªa ser cualquier cosa!¡¯ Empez¨® a aparecer y a usar esa ropa elegante porque su cuerpo era perfecto y pod¨ªa llevar lo que quisiera, as¨ª que comenzamos a hacerle cosas locas¡±, dijo Mackie a?Vogue, donde se?al¨® que desde ese preciso momento su tel¨¦fono no ces¨® de sonar porque todo tipo de celebridades quer¨ªan pasar por sus manos para parecerse, o al menos intentarlo, a ese repentino e hiperfemenino nuevo icono de la moda. Su respuesta siempre sol¨ªa ser la misma: ¡°T¨² no eres Cher¡±.
The Sonny & Cher Comedy Hour se cancel¨® en mayo de 1974 porque la pareja protagonista ya no pod¨ªa ocultar lo evidente: por mucho que aparentaran lo contrario, su relaci¨®n hac¨ªa tiempo que naufragaba y ya hab¨ªan tramitado los papeles del divorcio. Por entonces, la ABC fich¨® a Sonny ese mismo a?o para que presentara The Sonny Comedy Revue. Y la CBS contraatac¨® en febrero de 1975 con The Cher Show, donde la artista demostr¨® con creces que estaba m¨¢s que capacitada para llevar las riendas de su propio programa porque, verdaderamente, la estrella siempre hab¨ªa sido ella. No hace falta decir que a Bob Mackie le entusiasm¨® este nuevo proyecto porque pudo explorar en mayor medida la faceta m¨¢s sensual de su maniqu¨ª preferido. Tal como coment¨® a la revista Interview, ¡°los censores originalmente se quejaron, pero la cadena dec¨ªa: ¡®?D¨¦jenlos en paz, estamos obteniendo grandes audiencias!¡¯¡±.
Dejando de lado aquel cap¨ªtulo aislado y desesperado por seguir haciendo caja que fue en 1976 la ¨²nica temporada de The Sonny & Cher Show (el primer espacio de la historia que tuvo a unos presentadores divorciados como maestros de ceremonias), no cabe duda de que los modelitos de la artista se extremaron a medida que cimentaba su carrera en solitario. Tal como el dise?ador se?al¨® a Harper¡¯s Bazaar, Cher le dec¨ªa en tono jocoso ¡°?soy como tu jodida Barbie!¡±. No hab¨ªa l¨ªmites o cualquier atisbo de autocensura, m¨¢s bien al contrario. Y lo mismo sigui¨® ocurriendo durante las d¨¦cadas siguientes, ya que todos los looks siguieron una ¨²nica premisa: ¡°cuanto m¨¢s interesantes y ex¨®ticos, mejor¡±.
¡°A ella le encanta su pedrer¨ªa y sus brillos¡±, verbaliz¨® Mackie en la revista Out, donde admiti¨® que durante toda su vida ha querido vestirla con un sencillo vestido rojo en crep¨¦, pero que es ella la que se resiste porque siempre se decanta por las indumentarias m¨¢s exageradas. ¡°Mucha gente cree que s¨®lo hago lo que hago para Cher porque es como un personaje en una obra de teatro. Tiene un estilo y una forma en la que le encanta verse, y nunca es la normal¡±, apostill¨® al respecto. Tirando de hemeroteca salta a la vista que este medio siglo de amistad ha sido m¨¢s que fruct¨ªfero.
Si se le interroga a Cher acerca de cu¨¢l es su modelo favorito siempre contesta que fue aquel conjunto negro con un extravagante tocado que llev¨® en la gala de los Oscar de 1986. De hecho, la int¨¦rprete de If I Could Turn Back Time se rob¨® todas las miradas y, de paso, se veng¨® de la Academia por no haberla nominado en la categor¨ªa de Mejor Actriz Principal por su papel en M¨¢scara, de Peter Bogdanovich. Sin embargo, si se le hace la misma pregunta a Mackie, lo tiene muy claro: el vestido transparente con el que su musa acudi¨® a la Met?Gala de 1974 (con ¨¦l del brazo) y que, un a?o m¨¢s tarde, apareci¨® en un hist¨®rico n¨²mero de la revista Time. S¨ª, hablamos del mismo conjunto que en los ¨²ltimos a?os ha inspirado a otras tantas figuras como Jennifer Lopez o Kim Kardashian. ¡°Fue muy emocionante cuando sali¨® la revista Time de 1975 con ese vestido transparente en portada. Antes se hab¨ªa visto en Vogue, pero nadie lee Vogue como se lee Time. De repente, la revista fue prohibida en algunas ciudades de todo el pa¨ªs. En otros lugares se agotaron en media hora. Fue realmente una locura¡±, confes¨® a Harper¡¯s Bazaar. A sabiendas de que los dos siguen en activo y a¨²n tienen cuerda para rato, ?no cabe la posibilidad de que en el futuro puedan sorprendernos con otro ic¨®nico dise?o de esos que marcan una ¨¦poca?
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