Magro Cardona, la firma de zapatos nacida en Malasa?a que vende en el Museo Thyssen y lleva la cantante de Arcade Fire
Irene Magro y Ana Cardona llevan casi una d¨¦cada con la firma de calzado a la que pusieron sus apellidos. Sus dise?os nacen de la m¨²sica y la pintura.
Suena salsa entre espejos, fieltro y hormig¨®n. ¡°Es una m¨²sica que nos gusta mucho, somos salseras, no tanto de ir a bailar pero s¨ª de escuchar, ir a conciertos¡±, explica Irene Magro (Madrid, 43 a?os) y su socia Ana Cardona (Madrid, 45 a?os) enumera una lista de afinidades: ¡°H¨¦ctor, Rub¨¦n Blades, Willie Col¨®n, La Lupe¡¡±. Porque la m¨²sica es un elemento central en la historia de su marca, Magro Cardona, una firma de calzado made in Spain que naci¨® en 2014: su primer modelo se llam¨® Kika, no por la pel¨ªcula de Almod¨®var, sino por Kiko Veneno. ¡°Trabaj¨¢bamos las dos en Prada, y ese d¨ªa ¨ªbamos a ir a un concierto de Kiko Veneno, as¨ª surgi¨®¡±, cuenta Irene.
Porque se conocieron cuando eran empleadas de la firma de lujo italiana en su tienda de Madrid. Ana estuvo all¨ª 12 a?os, trabajaba con el equipo milan¨¦s de la firma en la parte visual de las presentaciones del producto. Hab¨ªa estudiado moda en IADE y ten¨ªa una fijaci¨®n con los zapatos. ¡°Desde peque?a ten¨ªa una relaci¨®n especial con ellos, era camarera por las noches mientras estudiaba y lo que iba ganando lo gastaba en las tiendas que hab¨ªa por Piamonte¡±, dice. Su socia quer¨ªa ser corresponsal de guerra, pero acab¨® estudiando Filolog¨ªa Hisp¨¢nica. ¡°Mi padre era periodista, y me dijo que estudiara todo menos Periodismo. Acab¨¦ de copy en una agencia de publicidad y luego me mud¨¦ a Nueva York ocho a?os. All¨ª descubr¨ª la moda, que era una profesi¨®n, que la gente se dedicaba a esto. Empec¨¦ a asistir a Romina Herrera Malatesta, una estilista venezolana, hice cat¨¢logos para Bloomingdale¡¯s, Neiman Marcus¡¡±, recuerda.
La ¡°inconsciencia¡± hizo que se embarcaran en ¡°la monta?a rusa¡± del emprendimiento. Comenzaron vendiendo online y luego con un local en el barrio madrile?o de Malasa?a, que el a?o pasado se les qued¨® peque?o y frente al que ahora tienen su sede, todo escaparates y juegos de luz. ¡°Acabamos en Malasa?a en parte por accidente y en parte de esp¨ªritu, porque la marca tiene un lado sofisticado y otro m¨¢s rebelde y canalla¡±, analiza Irene, mientras Ana destaca el punto urbanita de Magro Cardona: ¡°Gustamos mucho a galeristas, artistas, cantantes, alguna actriz¡ Y al p¨²blico americano, sobre todo neoyorquinos, de Chicago o San Francisco, que vienen de vacaciones y se llevan dos o tres pares¡±. Eso ocurri¨® con la cantante de Arcade Fire, R¨¦gine Chassagne, que se baj¨® de una moto de alquiler frente a su escaparate para comprar dos pares antes de su concierto en el WiZink.
Esos v¨ªnculos con la creatividad siempre est¨¢n presentes. Sus bocetos beben del arte, como demuestra su reciente colaboraci¨®n con el Museo Thyssen ¡ªla segunda con esta instituci¨®n¡ª, inspirada en la obra de la artista ucrania Sonia Delaunay. ¡°Nos propusieron colaborar para una exposici¨®n que se inaugura en octubre, Maestras antiguas y modernas, y su obra nos atrajo, ella fue una pionera, vivi¨® en Madrid, dise?¨® textiles y moda¡¡±, se?ala Irene. Para el proyecto trabajaron de nuevo con la artista gallega Carlota Pereiro, que ya hab¨ªa reinterpretado con un estampado de percebes su Kika en 2020, y as¨ª surgi¨® Latif Thyssen, un zapato ¡°sorprendente y genuino¡±, destaca Ana, que se encuentra a la venta en la tienda del museo. No es la ¨²nica creativa con la que han trabajado, la dise?adora de joyas Beatriz Palacios tambi¨¦n ha compartido con ellas su imaginario. Aunque prueban pieles, combinaciones y dise?os en Madrid, fabrican en Alicante. Reconocen que adentrarse en el universo del calzado desde cero ha sido una aventura. ¡°Es tan interesante como complicado, porque normalmente es una industria que t¨² heredas. No es f¨¢cil meterse en este mundo, porque requiere una serie de conocimientos y experiencia para poder tener ¨¦xito¡±, reflexionan. ?Y los pasos para la pr¨®xima d¨¦cada? ¡°Salir m¨¢s fuera, recuperar la presencia en tiendas multimarca internacionales, que ya estuvimos en Anthropologie o Takashimaya, algo que se fren¨® con la pandemia y que es un concepto que est¨¢ resurgiendo ahora con fuerza¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.