Un armario comestible
Que la manera en la que nos alimentamos es una se?a de identidad lo sabemos muy bien. Las dos actividades primeramente ligadas a la alimentaci¨®n del ser humano, cazar animales y recolectar los frutos de la tierra, dieron paso a la fundaci¨®n de las primeras sociedades, y por muy lejos que nos sintamos hoy de nuestros antepasados pobladores, la herencia gen¨¦tica de cazadores-recolectores nos acompa?a y no deja espacio para debate: el hombre es aquello de lo que se alimenta. La consolidaci¨®n de las poblaciones dio lugar, probablemente, a las primeras elecciones de men¨²: cuando la agricultura entr¨® en juego y la actividad de la caza dej¨® de ser la ¨²nica forma de conseguir alimentos, podemos asumir que los pobladores empezaron a definir sus preferencias, y conforme avanzaban los siglos, la creciente diversificaci¨®n de alimentos disponibles dar¨ªa lugar a las primeras manifestaciones de preferencias de consumo, y la variedad en la oferta har¨ªa posible la configuraci¨®n de gustos personales.
Es probable que el qu¨¦ comer, qu¨¦ vestir y con qui¨¦n formar una familia fueran las manifestaciones m¨¢s tempranas asociadas a la configuraci¨®n de la personalidad humana. A d¨ªa de hoy, parece que somos m¨¢s conscientes que nunca de la necesidad de apelar a la comida para definirnos: forma parte de nuestra carta de presentaci¨®n, y las redes sociales (que son amplificadores de los intereses y prioridades comunicativas de los habitantes de su tiempo) no han hecho m¨¢s que darle la raz¨®n al soci¨®logo franc¨¦s Claude Fischler cuando afirma que ¡°los seres humanos marcan su pertenencia a una cultura o a un grupo al afirmar la especificidad de lo que comen, o m¨¢s precisamente¡ al definir la alteridad, aquello que comen y que les diferencia de los dem¨¢s¡±. As¨ª, cuando hemos tenido la oportunidad de compartir con el mundo las elecciones personales que salpican nuestro d¨ªa a d¨ªa, hemos decidido que mostrar lo que comemos es esencial, confirmando que comer fue, y es, una herramienta de manifestaci¨®n social, porque nuestras decisiones toman relevancia y nos posicionan dentro de un grupo solo cuando son compartidas con el resto de integrantes del mismo. Si bien la moda (volviendo a esas elecciones primarias, el c¨®mo nos vestimos) ha sido durante mucho tiempo la herramienta principal a nuestra disposici¨®n para definirnos dentro de un grupo ¡ªque de tribu ha pasado a ser el mundo entero a trav¨¦s del sharing sin barreras de las redes sociales¡ª, parece que hoy la alimentaci¨®n le pisa los talones a la moda como herramienta de comunicaci¨®n personal.
M¨¢s all¨¢ de compartir la tostada de aguacate del desayuno en la nueva cafeter¨ªa del barrio (eso ya pertenece a los albores de las redes, y mucho ha cambiado desde entonces), f¨®rmulas m¨¢s sofisticadas se van abriendo paso: el nuevo fetichismo de Kendall Jenner no es otro bolso de By Far, sino una botella de tequila de la marca que ella misma ha lanzado hace un a?o, 818 Tequila. Antes que ella, las hermanas Delevingne ya hab¨ªan presentado su marca de prosecco al mundo, y es que nunca estuvo tan claro eso de dime qu¨¦ comes ¡ªo qu¨¦ bebes, dados los casos¡ªy te dir¨¦ qui¨¦n eres. Jacquemus tambi¨¦n recurri¨® a la gastronom¨ªa para seguir expandiendo su universo, y con la apertura de Caf¨¦ Citron y del restaurante Oursin, ambos en Par¨ªs, dej¨® claro que, en sus propias palabras, ¡°Jacquemus no se trata solo de moda, sino de vida¡±, y la v¨ªa elegida para seguir cont¨¢ndolo al mundo era la comida. Cuando la ecuaci¨®n ¡°modelo/influencer lanza marca de moda y/o cosm¨¦tica¡¯¡¯ empez¨® a resultar tan predecible y reiterativa que dif¨ªcilmente puedes tom¨¢rtela en serio (a pesar de que Kate Moss parece querer demostrarnos que hay f¨®rmulas que nunca se agotan, lanzando su propia l¨ªnea de belleza, Cosmoss), parece que la nueva f¨®rmula elegida por los personajes p¨²blicos para seguir esculpiendo una imagen p¨²blica din¨¢mica y consolidada es aventurarse en el universo gastron¨®mico, y a ser posible, que entre el bot¨®n del ¡°qui¨¦nes somos¡¯¡¯ y el de ¡°buy now¡¯¡¯ haya otro que rece ¡°sustainability¡¯¡¯, sea cual sea la interpretaci¨®n que le quieran dar al t¨¦rmino en esta ocasi¨®n. ?Ser¨¢ un restaurante la nueva apuesta de Inditex, que ya hizo sus pinitos presentando Zara Caf¨¦ en la apertura de su ¨²ltima gran flagship ¡ªla m¨¢s grande de Europa¡ª en Madrid? El tiempo lo dir¨¢.
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