Amnist¨ªa Internacional cumple 40 a?os
El director de AI Espa?a, Esteban Beltr¨¢n, charlar¨¢ con los lectores de ELPAIS.ES a las 18.00
En 1961, Amnist¨ªa Internacional (AI) eran s¨®lo cuarenta personas procedentes de siete pa¨ªses; ahora son m¨¢s de un mill¨®n extendidas por casi todo el mundo. La organizaci¨®n sabe que ha crecido mucho, pero tambi¨¦n que en algunas zonas, entre ellas Espa?a, el apoyo a sus campa?as es todav¨ªa reducido. Para aumentar la participaci¨®n en el movimiento internacional de protecci¨®n de los derechos humanos, la ONG lanzar¨¢ en nuestro pa¨ªs una campa?a publicitaria y potenciar¨¢ la interacci¨®n con el p¨²blico a trav¨¦s de los medios electr¨®nicos.
En la p¨¢gina web espa?ola de la organizaci¨®n se est¨¢n introduciendo algunos cambios para facilitar la navegaci¨®n y “enganchar” al internauta solidario. ?ste podr¨¢ sumarse desde la web a las llamadas “acciones urgentes” de la organizaci¨®n. Cuando AI tiene noticia de que una persona o grupo se encuentran en extrema situaci¨®n de riesgo, activa una red integrada por decenas de miles de simpatizantes que presionan enviando mensajes a las autoridades del pa¨ªs de que se trate. El usuario puede solicitar ahora que le avisen por correo electr¨®nico de nuevas acciones urgentes o sumarse a una de ellas escribiendo mensajes desde la web.
La organizaci¨®n tambi¨¦n buscar¨¢ el acercamiento al internauta publicando m¨¢s informes tem¨¢ticos en espa?ol y disponiendo en la web todas las direcciones de contacto de sus centros locales. Pero quiz¨¢ el cambio m¨¢s importante sea el que permita, pr¨®ximamente, hacerse socio y abonar la cuota a trav¨¦s de Internet, mediante un servidor seguro.
Y en el mundo real, ser¨¢n los voluntarios (m¨¢s de 17000 en todo el territorio nacional) quienes adquieran mayor protagonismo en los actos que se van a celebrar: desde la exposici¨®n fotogr¨¢fica sobre la historia de la organizaci¨®n hasta un concierto de m¨²sica celta en Madrid (sala Surist¨¢n, 21 de junio).
Al margen de estos eventos puntuales, AI continuar¨¢ con su labor de movilizaci¨®n ya conocida, con la presentaci¨®n en 2001 de numerosos informes relativos a Espa?a. Uno versar¨¢ sobre pol¨ªtica exterior y otros tres profundizar¨¢n en temas nunca antes analizados por la secci¨®n espa?ola: reparaci¨®n a v¨ªctimas de la tortura, restricciones al derecho de asilo y refugio -uno de los combates favoritos de Amnist¨ªa- y derechos de las mujeres. En el plano internacional, la atenci¨®n se centra en la Conferencia Internacional contra el Racismo, que se celebrar¨¢ en Sud¨¢frica el pr¨®ximo mes de agosto.
Todo empez¨® con un brindis
1961. Portugal. Dos estudiantes son arrestados y condenados a siete a?os de prisi¨®n tras brindar por la libertad en su pa¨ªs. En Reino Unido, un abogado llamado Peter Benenson decide que no merecen la c¨¢rcel y publica, el 28 de mayo, un art¨ªculo sobre el asunto en el peri¨®dico The Observer. Su objetivo: alentar la protesta pac¨ªfica contra los “presos de conciencia” –es la primera vez que se emplea el t¨¦rmino- e inundar a las autoridades responsables con cartas de protesta.
“Abran sus peri¨®dicos cualquier d¨ªa de la semana y podr¨¢n encontrar informes de que en alguna parte del mundo se est¨¢n llevando a cabo encarcelamientos, torturas o ejecuciones de personas cuyas opiniones o religi¨®n resultan inaceptables para su gobierno... ".
?sta era parte del texto. M¨¢s de mil lectores responden a la llamada enviando cartas y ofreciendo ayuda pr¨¢ctica. No lo saben todav¨ªa, pero acaban de inspirar la fundaci¨®n de Amnist¨ªa Internacional (AI).
La ONG de la vela y el espino ha evolucionado mucho desde su nacimiento. Desde la ocurrencia de Benenson, la lucha contra los encarcelamientos motivados por ideas pol¨ªticas, religiosas, ¨¦tnicas o de g¨¦nero sigue siendo el motor de la organizaci¨®n. Pero los objetivos se han ampliado bastante. Primero fue la petici¨®n de juicios justos, luego la lucha contra la tortura a los presos y, finalmente, las protestas ante cualquier violaci¨®n de los derechos humanos, dentro o fuera de una c¨¢rcel.
AI fue ganando adeptos y reconocimiento institucional a medida que se vinculaba a causas cada vez m¨¢s arriesgadas y a la vez poderosas, como hizo al proteger al arzobispo checoslovaco Josef Beran, al enviar observadores al juicio de Nelson Mandela o al “colar” al Gobierno de Pinochet, en 1973, una misi¨®n que pudo investigar las violaciones masivas de derechos humanos en Chile. La ONU, el Consejo de Europa... todas las organizaciones internacionales con voz propia fueron dej¨¢ndole terreno y reconoci¨¦ndole el estatus de consultor.
En su d¨¦cimo aniversario (1971), prensa, radio y televisiones de todo el mundo elogian sus logros, y en 1974 su presidente, Sean McBride, consigue el Nobel de la Paz. Estrellas tan populares como Bob Geldof, Mark Knopfler, Eric Clapton o los Monty Pithon comienzan a apuntarse a los actos caritativos organizados por AI, en lo que ser¨¢ la antesala de un concierto que hizo historia, el Live Aid... Ya es mucho para un peque?o grupo que hab¨ªa comenzado protestando por un brindis.
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