Un tribunal de Barcelona ordena por primera vez prisi¨®n para un maltratador psicol¨®gico
El acusado, seg¨²n la sentencia, convirti¨® el matrimonio "en un microcosmos regido por el miedo hacia la mujer y el hijo"
Un tribunal de la Audiencia de Barcelona afirma que los jueces no pueden permanecer "impasibles" ante la violencia dom¨¦stica y ha dictado una sentencia "contundente" por la que, por primera vez, encarcela a un hombre por amenazar y maltratar psicol¨®gicamente a su ex mujer.
Fuentes judiciales han se?alado que es la primera vez que un tribunal decreta prisi¨®n en Espa?a para un hombre por maltrato dom¨¦stico habitual de car¨¢cter psicol¨®gico ya que, como dice la sentencia, el acusado convirti¨® el matrimonio "en un microcosmos regido por el miedo y la dominaci¨®n hacia la mujer y el hijo". El agresor, Francisco Rabanal Rodr¨ªguez, ha sido condenado a dos a?os de prisi¨®n por un delito de malos tratos habituales, y a otro a?o y medio de c¨¢rcel por amenazas.
Tambi¨¦n se le impone una multa de 1.080 euros por un delito de da?os causados en la vivienda de la ex esposa, otros 1.620 euros por quebrantar una medida cautelar de prohibici¨®n de acercarse a la mujer y 180 euros m¨¢s por una falta de lesiones leves por algunos golpes que tambi¨¦n propin¨® a la v¨ªctima. Adem¨¢s, se le ha prohibido que se acerque a la v¨ªctima o a su domicilio o que se ponga en contacto con ella o con su familia durante los pr¨®ximos 10 a?os y deber¨¢ indemnizarla con 3.005 euros por todo el da?o moral que le caus¨®.
La trataba como una "basura"
En este caso, seg¨²n fuentes judiciales, casi a diario el hombre maltrat¨® psicol¨®gicamente a su ex esposa, a la que trataba como una "basura" o una "porquer¨ªa", entre otros muchos insultos, hasta el punto que la humill¨® tanto que la v¨ªctima ni siquiera se sent¨ªa persona. El acusado recurri¨® ante la Audiencia de Barcelona las severas penas impuestas por un juzgado penal con la intenci¨®n de rebajarlas al considerarlas desproporcionadas.
Sin embargo, la sentencia responde que "la respuesta penal habr¨¢ de ser contundente en el enjuiciamiento de estos delitos. Los jueces y magistrados no podemos permanecer al margen e impasibles ante conductas como la presente, sino que dentro de nuestra m¨¢s noble tarea ejercida con plena imparcialidad habremos de procurar igualmente no s¨®lo la represi¨®n de estos delitos, sino tambi¨¦n, y adem¨¢s, la protecci¨®n de estas v¨ªctimas".
"La comisi¨®n de este delito -se?alan los jueces- ha de ser abordada desde la perspectiva y enfoque de un problema social de enorme trascendencia y magnitud y no s¨®lo como un problema que afecta a la pareja, que es como al parecer lo enfoca el acusado, quien en todo momento se muestra tan s¨®lo preocupado por el cobro de un premio de loter¨ªa que, al parecer, les toc¨® en su d¨ªa". La Sala entiende que "se ha visto afectado el bien jur¨ªdico protegido que no es otro que la preservaci¨®n del ¨¢mbito familiar como comunidad de amor y de libertad, que debe estar presidido siempre y en todo lugar por el respeto mutuo y la igualdad en la pareja".
El miedo y la dominaci¨®n
El tribunal basa su condena en la "estremecedora" declaraci¨®n de la v¨ªctima y de su hijo quienes, seg¨²n la sentencia, vivieron en un r¨¦gimen de "miedo y dominaci¨®n" desde 1993 hasta el 17 de marzo de 2002, fecha en la que la mujer se arm¨® de coraje y denunci¨® a su esposo. La Audiencia, en contra de las tesis del acusado, dice que las amenazas que profiri¨® a su ex mujer no eran "livianas" sino "graves y continuas".
Los jueces agravan a¨²n m¨¢s la pena porque el agresor quebrant¨® una medida de alejamiento que le prohib¨ªa acercarse a su ex mujer. Al respecto, el acusado declar¨®, seg¨²n las mismas fuentes, que se encontr¨® casualmente con la v¨ªctima porque viv¨ªan relativamente cerca pero en ese encuentro exhibi¨® un encendedor que simulaba ser una pistola, lo que acrecent¨® a¨²n m¨¢s el miedo de la v¨ªctima.
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