"Ya te enterar¨¢s de lo que le hice a tu hija"

Carlos Arturo Vasquez, el parricida de 36 a?os que mat¨® a la hija de su ex pareja en la localidad costera de El M¨¦dano (municipio de Granadilla de Abona, a unos 70 kil¨®metros al sur de Santa Cruz de Tenerife), mantuvo una conversaci¨®n telef¨®nica en el momento en que comet¨ªa el crimen. Un funcionario de la comisar¨ªa de la Guardia Civil en la poblaci¨®n vecina de San Isidro tomaba nota de la denuncia de rapto de los ni?os que estaba formulando una mujer de origen colombiano, Araceli Hurtado Ib¨¢?ez. Seg¨²n su relato, cuando una tercera persona hab¨ªa ido a buscar a sus hijos a la parada de autob¨²s, su ex pareja, sobre el que pesaba una orden de alejamiento dictada por el juzgado de instrucci¨®n 3 de Granadilla por malos tratos continuados y amenazas de quemarla con gasolina, se adelant¨®, los rapt¨® y los retuvo en un lugar desconocido. El funcionario pregunt¨® a Araceli Hurtado si no ten¨ªa un tel¨¦fono para localizar a su ex marido. Lo que sigue es una recreaci¨®n de la conversaci¨®n mantenida:

Carlos Arturo Vasquez (en adelante C. A. V.): ?Qui¨¦n es?

Funcionario (en adelante F.): ?Carlos Arturo?

C. A. V.: ?Qui¨¦n es?

F: Guardia Civil, ?d¨®nde est¨¢?, ?tiene usted a los ni?os?

C. A. V: P¨¢seme a mi mujer

F: ?Tiene usted a los ni?os?, ?d¨®nde est¨¢?

C. A. V.: P¨¢seme a mi mujer

Araceli Hurtado (A. H.): ?D¨®nde tienes a mis hijos?

C. A. V.: Ya te enterar¨¢s de lo que hice. [Cuelga el tel¨¦fono].

A los pocos minutos, la Guardia Civil recibe una llamada del 112, que ha sido avisado por el propietario de una vivienda, en donde ha aparecido el cuerpo acuchillado de una ni?a. Simult¨¢neamente, en comisar¨ªa se reciben varias llamadas de vecinos, en el mismo sentido.

Los datos aportados ayer por distintas fuentes de la investigaci¨®n concluyen que el parricida hab¨ªa roto la orden de alejamiento de esta familia, rapt¨® a los ni?os y los llev¨® a un piso en la calle Poeta Viana de El M¨¦dano, donde hab¨ªa alquilado hace unos d¨ªas una habitaci¨®n a un compatriota. Antes de subir al inmueble dio dinero a su hijo de 13 a?os para que fuera a comprar un refresco y el cargador de un m¨®vil.

La versi¨®n oficial se?ala que, cuando el chico volvi¨® con el encargo, se encontr¨® con su padre en el portal de la casa con la ropa ensangrentada. Aunque le coment¨® que no hiciera ruido, que su hermana estaba durmiendo, el chico comenz¨® a gritar "el cabr¨®n de mi padre ha matado a mi hermana, ha matado a mi hermana". Los gritos y lloros alertaron a los vecinos del inmueble, que avisaron a la Guardia Civil.

Los agentes encontraron al ni?o llorando en unas escaleras. Los equipos de emergencia tuvieron que atender a la madre cuando ¨¦sta lleg¨® al lugar y cay¨® desmayada al suelo, impactada por lo sucedido. La ni?a hab¨ªa muerto de un solo corte por arma blanca en el pecho, inform¨® un portavoz del Servicio Canario de Salud. En contra de la primera versi¨®n oficial y tras haber hablado con m¨¢s vecinos y familiares, la Guardia Civil concluy¨® ayer que el peque?o no fue testigo de la muerte de la ni?a, pero s¨ª se la encontr¨® muerta en el suelo de la casa.

El parricida aprovech¨® el momento de confusi¨®n para huir. Los agentes lo encontraron conduciendo en una zona conocida como Los Cardones. En su coche hallaron un cuchillo con manchas de sangre. Un portavoz del instituto armado se?al¨® que, en un primer momento, confes¨® lo sucedido, pero que, posteriormente, se hab¨ªa negado a declarar nada m¨¢s, mientras estuvo retenido en comisar¨ªa "con un comportamiento fr¨ªo".

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Granadilla hab¨ªan prestado ayuda a la pareja en los ¨²ltimos meses, a la que hab¨ªa catalogado como "una familia en situaci¨®n de riesgo", en palabras de la concejal del ¨¢rea, Ana Esther Flores. La semana pasada, este departamento hab¨ªa asumido una ayuda de emergencia social para abonar el coste del comedor en el colegio p¨²blico Abona, de San Isidro. El 11 de enero pasado tambi¨¦n hab¨ªa asistido a Araceli Hurtado en una llamada por malos tratos y amenazas recibidas por su pareja, que quer¨ªa rociarla con gasolina y quemarla.