El Papa Juan Pablo II viaja a Suiza nueve meses despu¨¦s de su ¨²ltima salida fuera de Italia
La capital suiza recibe con frialdad al Sumo Pont¨ªfice, que hoy se re¨²ne con la juventud cat¨®lica helv¨¦tica y ma?ana oficiar¨¢ una misa al aire libre
El Papa Juan Pablo II ha llegado esta ma?ana a Suiza para una r¨¢pida visita de 32 horas, durante la cual participar¨¢ en Berna en el primer Encuentro Nacional de J¨®venes Cat¨®licos helv¨¦ticos y presidir¨¢ una misa multitudinaria. Se trata de la primera salida del Papa de Italia este a?o y se produce nueve meses despu¨¦s de que en septiembre del a?o pasado viajara a Eslovaquia y mostrara al mundo un debilitado estado de salud que hizo temer que fuera el ¨²ltimo viaje de su pontificado.
Tras cubrir los 690 kil¨®metros que separan Roma de Berna, el avi¨®n Airbus A321 de la compa?¨ªa Alitalia en el que ha viajado el Papa, procedente del aeropuerto romano de Fiumicino, ha aterrizado a las 11.26 horas en el aer¨®dromo militar de Payerne, a 50 kil¨®metros de la capital helv¨¦tica. Al pie del avi¨®n, el Sumo Pont¨ªfice ha sido recibido por el presidente de la Confederaci¨®n helv¨¦tica, el cat¨®lico Joseph Deiss, del partido democristiano y, posteriormente, ha sido acogido en un hangar del aer¨®dromo por el ministro de Defensa, Samuel Schmid, y por la titular de Asuntos Exteriores, Micheline Calmy Rey.
El Papa se ha desplazado ya a Berna, donde reina un ambiente m¨¢s bien fr¨ªo, ya que la capital federal suiza es mayoritariamente protestante, a diferencia de lo que ocurre en el resto del pa¨ªs. Nada en las calles anuncia la llegada del ilustre visitante: no hay banderas con los colores blanco y amarillo del Vaticano ni carteles de salutaci¨®n en las calles, y hasta el tiempo se presenta fr¨ªo, con el sol que intenta rasgar las espesas nubes. Ajena a la visita del Papa m¨¢s medi¨¢tico de la historia, la ciudad sigue su ritmo habitual de los s¨¢bados.
Sin banderas del Vaticano en las calles
La agenda de la visita s¨®lo tiene dos actos. El primero se celebrar¨¢ esta tarde. Se trata de un encuentro con los m¨¢s de 10.000 inscritos para el Encuentro Nacional de J¨®venes Cat¨®licos helv¨¦ticos, en una amplia pista de patinaje, con los que reflexionar¨¢ sobre el futuro de la Iglesia y la sociedad actual, cada vez m¨¢s secularizada. En el programa de actuaciones figuran diversos espect¨¢culos y conciertos para la juventud y culminar¨¢ con un mensaje del Papa, cuya visita tiene como lema Levantaos. El objetivo de su encuentro con los j¨®venes es animarles a ponerse en camino, reunirse e intercambiarse sus experiencias diarias sobre sus temores, alegr¨ªas y la fe, seg¨²n fuentes de la Iglesia.
El domingo, el Papa ofrecer¨¢ en la pradera de Allmend, en Berna, una misa al aire libre que ser¨¢ oficiada en alem¨¢n, italiano y franc¨¦s, las tres lenguas oficiales de Suiza, ante de regresar ese mismo d¨ªa a Roma a las 19.00 horas. Durante su visita de apenas 36 horas, el Pont¨ªfice, de 84 a?os, se hospeda en Viktoriaheim, un asilo administrado por la congregaci¨®n de las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz, donde se alojan 75 religiosas y 80 ancianos, y que est¨¢ preparado para acogerle ya que, debido a su fr¨¢gil salud, Juan Pablo II se desplaza en silla de ruedas.
Este viaje es el tercero que efect¨²a al pa¨ªs y el n¨²mero 103 de los realizados por el mundo en sus 25 a?os y medio de pontificado. La visita de Juan Pablo II est¨¢ rodeada de un dispositivo de seguridad con m¨¢s de un millar de personas, entre ellas tiradores de elite, miembros de unidades antiterroristas y expertos en explosivos. Adem¨¢s del elevado dispositivo policial, el Ej¨¦rcito vigilar¨¢ el espacio a¨¦reo en torno a Berna. El Pont¨ªfice, que viaja acompa?ado de dos guardaespaldas, ha decidido incluir en este desplazamiento a cuatro integrantes de la guardia suiza, un cuerpo que desde hace cinco siglos custodia la seguridad del Vaticano, para representar a cuatro cantones helv¨¦ticos.
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