Mamen Briz: "No todo el PSOE tiene una actitud abolicionista frente a la regularizaci¨®n de la prostituci¨®n"
La portavoz de Hetaira, colectivo a favor de los derechos de las prostitutas, ha charlado con los lectores en ELPAIS.com
Espa?a figura entre los grandes destinos de los traficantes de personas con fines de explotaci¨®n sexual, seg¨²n un informe de Naciones Unidas. Con este dato sobre la mesa, el pasado 13 de marzo, el Congreso recomend¨® no regularizar la prostituci¨®n en nuestro pa¨ªs. Hetaira, colectivo en defensa de los derechos de las prostitutas, lleva doce a?os trabajando por el reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del sexo. Una de sus portavoces, Mamen Briz, ha charlado con los lectores de ELPAIS.com.
alexandre gontijo-brasil
P. ?Cu¨¢l es el objetivo fundamental de vuestra instituci¨®n?
R: "Hola, buenas tardes a todas y a todos. Hetaira nace en 1995 con la idea de conseguir derechos para las prostitutas. Lo que caracteriza nuestra organizaci¨®n es que est¨¢ conformada por mujeres que ejercen la prostituci¨®n y mujeres que ofrecemos nuestro trabajo de forma voluntaria. Creemos que ese es el acierto, estar "cerquita" de quienes se dedican a esto nos ha ayudado a comprender sus situaciones y a luchar conjuntamente."
En la ponencia sobre prostituci¨®n de la Comisi¨®n de los Derechos de la Mujer del pasado 13 de marzo, hubo una gran disparidad de opiniones. PSOE, PP y CIU consideran que la prostituci¨®n no cumple los requisitos de dignidad b¨¢sicos para ser considerada un trabajo. Por el contrario, IU-ICV, ERC y EA entienden que la prostituci¨®n ejercida libremente debe ser reglamentada.
Madrid-Valencia
P. ?Qu¨¦ opinas de esa corriente puritana del PSOE, desgraciadamente liderada por mujeres, que tan hip¨®critamente se posiciona en contra de regular la prostituci¨®n?
R. "Hay muchas personas que forman parte del PSOE que nos han reiterado en multitud de ocasiones su apoyo hacia las trabajadoras del sexo. No todo el mundo tiene posiciones abolicionistas dentro de esta organizaci¨®n. Lo terrible es que suelen ser otras mujeres quienes est¨¢n dando la espalda a quienes han decidido ejercer la prostituci¨®n. Dicen: "no es un delito, pueden ejercer", all¨¢ ellas. Eso significa condenarles de nuevo a la exclusi¨®n y la marginaci¨®n... pensamos que el feminismo no es eso, significa sobre todo "solidaridad entre mujeres", con todas las mujeres."
Seg¨²n los socialistas, con esta decisi¨®n, se lucha contra el tr¨¢fico de mujeres, para garantizar la seguridad y defender los derechos humanos de las mujeres; atenci¨®n social a las v¨ªctimas de trata y explotaci¨®n sexual.
Ana
P. ?Sabr¨ªas decirme el estudio en el que se basan algunos grupos de mujeres que afirma que el 95% de las mujeres que ejercen prostituci¨®n lo hacen obligadas?
R. "No puedo dec¨ªrtelo Ana porque no existe ning¨²n estudio riguroso que pueda avalarlo. Hasta las conclusiones que acaba de elaborar la Comisi¨®n del Congreso de los Diputados lo dicen, que no existe ning¨²n estudio ni cualitativo ni cuantitativo sobre las personas que ejercen la prostituci¨®n en nuestro pa¨ªs. En cierta ocasi¨®n un diario public¨® esa cifra y ante nuestra propuesta rectifico y dijo que efectivamente no hab¨ªan contrastado la informaci¨®n. Realmente si fuera as¨ª tendr¨ªamos que preocuparnos muy mucho de c¨®mo funciona el Estado de Derecho en nuestro pa¨ªs y la protecci¨®n hacia personas en situaci¨®n de vulnerabilidad. Son cifras que en ocasiones se utilizan para acallar las voces de quienes se autodenominan 'trabajadoras del sexo'."
Los Angeles Concha Bouza
P. ?Cree usted que el primer derecho que vuestra organizaci¨®n debe alcanzar es...dejar de ser Hetaira , luchar por tener un trabajo digno?
R. "Para nosotras este es un trabajo digno. "Soy yo quien dignifica mi trabajo", dec¨ªa la semana pasada en una rueda de prensa una chica de la calle. Lo que no son dignas son las condiciones en que desgraciadamente se ejerce en nuestro pa¨ªs. Por eso seguiremos trabajando, para que quienes deseen continuar ofreciendo servicios sexuales a cambio de dinero (siempre refiri¨¦ndonos a personas adultas y donde el consentimiento previo est¨¢ sobre la mesa) lo hagan en las mejores condiciones posibles y no tengan que toparse con las situaciones de marginalidad, exclusi¨®n y desventajas con que lo hacen ahora."
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