La sequ¨ªa arruina uno de los pulmones del mundo

El cambio clim¨¢tico ha causado estragos en la selva nicarag¨¹ense, uno de los pulmones del mundo, y mantiene a sus habitantes al borde de la hambruna y en peligro de aislamiento por la sequedad de los r¨ªos, sus ¨²nicas v¨ªas de comunicaci¨®n. As¨ª lo constat¨® una exploraci¨®n de seis d¨ªas, del 20 al 26 de mayo, por los r¨ªos Bocay y Coco, arterias fluviales de la selva de Bosawas, proclamada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad como reserva de la biosfera que concentra un 10%o de la biodiversidad mundial.

R¨ªos en proceso de coagulaci¨®n, ausencia de fauna aut¨®ctona, grandes extensiones taladas, desesperados buscadores de migajas de oro, cazadores furtivos de cocodrilos y miseria humana conforman el paisaje y son consecuencia, directa o indirecta, del cambio clim¨¢tico. "Nosotros somos parte de la naturaleza, cuidamos la selva y nuestro r¨ªo estaba antes lleno, no hab¨ªa problemas para navegar, dispon¨ªamos de agua fresca y limpia, nuestras cosechas eran ricas y nuestros ni?os no sufr¨ªan las enfermedades que ahora padecen, por lo que no ten¨ªamos que pedirle nada a nadie".

Esta declaraci¨®n fue emitida, en idioma m¨ªskitu, por Vidal Osornos, presidente del consejo de ancianos de la comunidad de Ratai, durante una reuni¨®n de l¨ªderes nativos. Ratai es una de las comunidades, habitadas unas por mayangnas y otras por m¨ªskitus, que visit¨® Efe durante un recorrido naval de casi 400 kil¨®metros como parte de una expedici¨®n t¨¦cnica de la organizaci¨®n internacional de ayuda humanitaria Oxfam y sus socias nicarag¨¹enses Centro Humboldt y Acci¨®n M¨¦dica Cristiana.

Fue en Ratai el ¨²nico lugar de los visitados en el que se pod¨ªa observar un destacamento de soldados nicarag¨¹enses, para vigilar la frontera con Honduras, con el que Nicaragua se reparte las orillas del r¨ªo Coco.

El periplo comenz¨® en Ayapal, ¨²ltimo punto accesible v¨ªa terrestre a unos 300 kil¨®metros al noroeste de Managua, a la sombra de Pe?as Blancas, mole p¨¦trea en la que nace el r¨ªo Bocay, afluente del Coco, y concluy¨® en la ciudad de Waspan, a unos 600 kil¨®metros al noroeste de la capital nicarag¨¹ense.

All¨ª tiene su base el ¨²nico guardabosques a sueldo del Gobierno nicarag¨¹ense en la zona, Henry Salom¨®n Taylor, quien explica que tiene a su cargo 9.900 kil¨®metros cuadrados de selva, tarea que le resulta imposible cumplir.

"Adem¨¢s, yo no estoy armado, pero los mestizos ?que no son mayangnas ni m¨ªskitus? que vienen ilegalmente a cortar ¨¢rboles, a cazar o asentarse con ganado s¨ª que lo est¨¢n", a?ade.

El medio de transporte de partida en Ayapal fue una piragua de madera, de unos 18 metros de eslora, guiada desde la popa, al mando de un motor, por Horacio Llorente, alias Pantera, y en la proa, para avisar de la mayor o menor profundidad del curso del r¨ªo, por Calixto Hern¨¢ndez, ambos mayangnas.

Pantera, que combati¨® como piloto de embarcaciones en los r¨ªos Bocay y Coco y en ambos frentes durante la guerra civil en Nicaragua (1979-90), es considerado el mejor pr¨¢ctico fluvial de la zona.

Padre de ocho hijos "de la misma mujer", explica que "el r¨ªo ya no es lo que era, por el da?o que caus¨® la guerra y por la llegada de colonos que se dedican a la tala indiscriminada de ¨¢rboles, pero adem¨¢s es que ha cambiado el clima, ya no llueve como antes y cada vez hay menos caudal". La navegaci¨®n por los r¨ªos Bocay y Coco, por falta de lluvias, est¨¢ interrumpida por bruscas p¨¦rdidas de la m¨¢s m¨ªnima profundidad acu¨¢tica o por elevaciones rocosas que originan raudales que obligan a la tripulaci¨®n a evacuar la embarcaci¨®n, carga incluida, para superar el obst¨¢culo.

Estos r¨ªos, contaminados por fertilizantes y pesticidas, son las ¨²nicas v¨ªas de que disponen las aproximadamente 36.000 familias que en diferentes comunidades se dispersan por las riveras de Bosawas para transportar mercanc¨ªas o personas, incluidos los casos de urgencias m¨¦dicas.

La ¨²nica comunidad de la zona en la que existe un centro m¨¦dico es Siksayari (banano largo, en miskitu), pero no tiene m¨¦dicos ni enfermeros.

Adem¨¢s de los efectos del cambio clim¨¢tico, Bosawas a¨²n se recupera de los devastadores da?os ocasionados en 1998 por el hurac¨¢n Mitch, y en los ¨²ltimos a?os sufri¨® una de las mayores plagas de ratas conocida en el mundo.