El avance desigual de la receta electr¨®nica
Una de las medidas mejor valoradas para agilizar la Sanidad p¨²blica ve su implantaci¨®n ralentizada por la transferencia de competencias a las autonom¨ªas.- Los m¨¦dicos la ven con buenos ojos, pero algunos desconf¨ªan de la protecci¨®n de los datos del paciente
El viejo ritual del recetado m¨¦dico al t¨¦rmino de la consulta quedar¨¢ reducido a un r¨¢pido teclear de f¨¢rmacos en un futuro cercano. Y esto ya es realidad en la Sanidad p¨²blica de algunas partes de Espa?a. En lugar de sacar el talonario de recetas y cumplimentarlas trabajosamente una a una, el doctor introducir¨¢ en la ficha del paciente los medicamentos prescritos. M¨¢s tarde, en la farmacia, el boticario pasar¨¢ su tarjeta sanitaria por un lector y acceder¨¢ al apartado farmacol¨®gico del historial m¨¦dico requerido. Una vez confirmada all¨ª la entrega, el paciente saldr¨¢ de la farmacia con los medicamentos.
Si usted vive en Andaluc¨ªa, esto no le sorprender¨¢. Si lo hace en Castilla y Le¨®n, debe parecerle bastante novedoso. La implantaci¨®n de este nuevo sistema estaba ya esbozada en el anteproyecto para la Ley de Cohesi¨®n y Calidad del Sistema Nacional de Salud presentada por el Ministerio de Sanidad en 2000 y reiterada en 2004 en un plan de choque para reducir el gasto farmac¨¦utico. Pero la transferencia de competencias a las Comunidades ha hecho que cada una avance por su cuenta presentando un panorama muy desigual en el conjunto del pa¨ªs. Desde Andaluc¨ªa, la pionera que a d¨ªa de hoy ya cubre al 93% de su poblaci¨®n con el sistema, a Castilla y Le¨®n, donde el plan piloto todav¨ªa est¨¢ por comenzar. De hecho, en Sanidad no disponen de datos actualizados sobre la implantaci¨®n del sistema en cada comunidad. Informar al Ministerio queda a discreci¨®n de cada autonom¨ªa."Ellos nos informan seg¨²n tengan algo hecho", cuentan desde Sanidad.
Todos los m¨¦dicos y expertos consultados coinciden en ver la receta electr¨®nica como un gran avance que devolver¨¢ a los facultativos hasta el 30% del tiempo diario de consulta que hoy en d¨ªa dedican exclusivamente a rellenar las prescripciones, seg¨²n algunos estudios. Hacerlo en el ordenador es m¨¢s r¨¢pido y permite recetar varios f¨¢rmacos en cantidad necesaria de una sola vez, tarea que en los formularios de papel requiere una receta por envase de medicamentos, una de las quejas de los m¨¦dicos.
Puestos a ganar tiempo, el enfermo cr¨®nico o el paciente que deba renovar su medicaci¨®n ya no necesitar¨¢ pedir cita s¨®lo para recoger nuevas recetas. El m¨¦dico puede prescribir los medicamentos necesarios para un periodo de tiempo, un a?o, por ejemplo, y el paciente s¨®lo tiene que acudir a la farmacia unos d¨ªas antes de que se le termine el envase que est¨¦ consumiendo. De este modo, tambi¨¦n se evita saturar los botiquines caseros. Una ventaja a?adida es que el sistema inform¨¢tico podr¨ªa detectar incompatibilidades entre los f¨¢rmacos recetados por m¨¦dicos distintos y prevenir al farmac¨¦utico.
El doctor Albert Jovell, presidente del Foro Espa?ol de Pacientes, a?ade a las ventajas que el sistema favorece el seguimiento del tratamiento entre enfermos cr¨®nicos. "Hay pacientes que necesitan soporte del farmac¨¦utico", explica en alusi¨®n a personas mayores, dependientes o con una baja comprensi¨®n de las instrucciones. "Es ¨²til para pacientes que no comprenden las instrucciones o que mezclan distintas terapias", explica.
Recelo por la privacidad
El sistema se pone en marcha cuando el paciente llega a la farmacia y entrega su tarjeta sanitaria al boticario. ?ste pasa la tarjeta por un lector que env¨ªa a trav¨¦s de Internet una petici¨®n de acceso al apartado de medicamentos del historial del cliente, guardado en una base de datos. Esta base de datos guarda los historiales de todos los pacientes de la Comunidad.
Este proceso ha despertado los recelos de varios m¨¦dicos en distintas regiones. Los facultativos desconf¨ªan del modo en que ha sido organizada la informatizaci¨®n de los historiales cl¨ªnicos, donde se cumplimentan los f¨¢rmacos recetados, y denuncian que el acceso a ¨¦stos por parte de cualquier trabajador de un centro sanitario (m¨¦dicos, enfermeros y alg¨²n administrativo) con una contrase?a de ordenador es demasiado f¨¢cil en varios casos.
El m¨¦dico extreme?o Francisco Carrami?ana ha alertado a la propia Junta de Extremadura acerca de la ineficacia de su sistema inform¨¢tico a la hora de mantener la privacidad de los historiales cl¨ªnicos. "Cualquier m¨¦dico puede tener acceso al historial cl¨ªnico de cualquier paciente", explica. ?l mismo asegura haber comprobado c¨®mo puede citarse a pacientes que no le corresponden y acceder a sus historias. Desde la Junta, le han respondido que est¨¢n examinando el sistema y que es una tarea que toma tiempo.
"En el sistema andaluz, m¨¦dicos, enfermeros y alg¨²n administrativo, lo he comprobado, pueden ver los perfiles de cualquier paciente de Andaluc¨ªa", denuncia Carmen Gonz¨¢lez Uceda, m¨¦dico del Sistema Andaluz de Salud (SAS). Recuerda que el paciente tiene la opci¨®n de pedir una hoja privada de seguimiento de consulta, a la que s¨®lo su m¨¦dico tendr¨¢ acceso, pero es un opci¨®n desconocida por la mayor¨ªa. "Varios compa?eros somos parcos en lo que ponemos", confiesa. La raz¨®n es que no est¨¢n seguros acerca de qui¨¦n puede leer los historiales.
Tampoco es bien vista por el colectivo m¨¦dico la posibilidad de que el farmac¨¦utico vea todas las medicinas que el paciente toma sin el consentimiento expl¨ªcito de ¨¦ste. El doctor Fernando Alonso, m¨¦dico rural en Cantabria y miembro de la Plataforma 10 minutos, destaca la delicadeza del caso de una dolencia socialmente mal vista, como un trastorno mental o una enfermedad ven¨¦rea, en una localidad peque?a y la posibilidad de que el farmac¨¦utico tenga acceso a toda la medicaci¨®n que toma su cliente. "Tengo pacientes que se van a otras poblaciones a comprar los f¨¢rmacos", explica. El presidente de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos de Familia y Comunitaria, Paulino Cubero, no ve mal el acceso del farmac¨¦utico a esta informaci¨®n, y recuerda que "el farmac¨¦utico es parte del sistema y tiene la misma obligaci¨®n de confidencialidad" que un m¨¦dico y que es una parte del proceso con la que hay que contar.
Los sistemas que se implantar¨¢n en algunas comunidades, como en Pa¨ªs Vasco y en Arag¨®n, han recogido esta preocupaci¨®n. En el sistema vasco, el paciente podr¨¢ elegir qu¨¦ prescripciones quiere que sean visibles desde un repositorio general y cu¨¢les quiere que queden encriptadas con una clave que s¨®lo ¨¦l puede introducir, seg¨²n explica el Director de Farmacia del Gobierno Vasco, Gonzalo Trincado.
A pesar de todo, el experto en administraci¨®n electr¨®nica Carlos Guadi¨¢n no duda en se?alar las ventajas de la digitalizaci¨®n del sistema frente al papel tradicional. "No tiene porqu¨¦ haber un problema si se dise?a bien el programa", se?ala Guadi¨¢n. "Lo que hay es un poco de miedo a las nuevas tecnolog¨ªa", concluye. Varios m¨¦dicos consultados coinciden en se?alar que los grandes archivos de papel para las historias m¨¦dicas no son m¨¢s seguros que las bases de datos. Destacan como una ventaja que la consulta de las historias digitalizadas deje traza. De modo que, con las bases de datos digitales, es posible consultar qui¨¦n y cu¨¢ndo ha consultado las historias.
"Habr¨¢ ensayos europeos sobre la receta en Andaluc¨ªa"
Antonio Peinado es el Subdirector de Farmacia y Prestaciones del Servicio andaluz de Salud (SAS). Andaluc¨ªa fue la primera Comunidad en Espa?a en iniciar e implantar un sistema de receta electr¨®nica viable. Peinado destaca Andaluc¨ªa y Dinamarca fueron pioneras mundiales en la implantaci¨®n del sistema. Andaluc¨ªa ya comenz¨® a dise?ar el proyecto en el a?o 2000. Hoy en d¨ªa, el SAS proporciona la receta electr¨®nica a m¨¢s de siete millones de habitantes. "Cubrimos m¨¢s habitantes que Dinamarca", el otro rival, explica orgulloso Peinado. Otros estados europeos han adoptado la idea y tratan de implantarla, como Reino Unido y Alemania.
El Consejero relata que la Comisi¨®n Europea ha creado un grupo de trabajo para estudiar la interoperabilidad de las historias cl¨ªnicas y la tarjeta electr¨®nica entre los distintos sistemas sanitarios de la Uni¨®n. "Y Espa?a liderar¨¢ ese grupo de trabajo gracias al trabajo de Andaluc¨ªa", explica. "En Andaluc¨ªa se realizar¨¢n ensayos de interoperabilidad para Europa", anuncia Peinado.
Fuentes del SAS consultadas acerca de la privacidad de los f¨¢rmacos una vez en la botica aseguran que "la alternativa para el paciente es muy complicada t¨¦cnicamente". Explican que supondr¨ªa m¨¢s papeleo para generarle la contrase?a al paciente, que ¨¦ste la memorizara, que la insertara en un teclado en la farmacia... "para esto no hicimos la receta electr¨®nica". "La casu¨ªstica es tan peque?a, que no podemos cambiar un sistema que afecta a millones por ello", explican las fuentes en referencia a los pacientes que pueden no desear que el farmac¨¦utico vea todas sus prescripciones. Aunque recuerdan que, en ese caso, siempre se puede imprimir una receta en papel. Desmienten que nadie, salvo los m¨¦dicos, pueda consultar las historias de los pacientes.
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