Debbie Purdy quiere irse con todo claro

Debbie Purdy, de 45 a?os y aquejada de esclerosis m¨²ltiple, present¨® ayer su caso ante el Tribunal Supremo brit¨¢nico. Exige que la Fiscal¨ªa del Reino Unido se pronuncie sobre los l¨ªmites legales de la ley que pena con hasta 14 a?os de c¨¢rcel "asesorar, ayudar o incitar al suicidio". Gan¨® el pasado junio ante los tribunales el derecho a que los magistrados se pronunciaran sobre la ley, que considera ambigua.

Purdy, cuya enfermedad degenerativa ya la tiene postrada en una silla de ruedas, asegura no tener intenci¨®n suicidarse, pero est¨¢ preocupada por lo que pudiera pasarle a su marido, Omar Puente, si llegado el momento decidiera viajar a Suiza, donde la ley deja un hueco para el suicidio asistido, y llevarlo a cabo. "No s¨¦ c¨®mo evolucionar¨¢n mi enfermedad o mi estado emocional", explicaba Purdey ayer en la radio p¨²blica BBC4. "A pesar de que no quiero morir, ni el dolor es insoportable ni estoy preparada para ello, tengo que tomar una decisi¨®n sobre si viajar sola mientras a¨²n tenga fuerzas para hacerlo y as¨ª evitar que denuncien a mi marido", relat¨® Purdey.

La pareja ya se hab¨ªa dirigido a la Fiscal¨ªa para obtener m¨¢s informaci¨®n, pero "nos dijeron que se reservaban el derecho a investigar cualquier caso en cualquier momento", afirma Purdy. Es el deseo de evitar que su marido se vea envuelto en una pol¨¦mica que teme pueda ser politizada lo que mueve a la brit¨¢nica a actuar ahora. "No quiero tener que planear mi suicidio, quiero disfrutar de la vida", explicaba en una entrevista hace ya cuatro a?os. "Esta es mi vida y quiero vivirla", declar¨® ayer.