La Justicia brit¨¢nica no tiene nada que aclararle a Debbie Purdy
El Tribunal Supremo rechaza precisar hasta qu¨¦ punto podr¨ªa perseguir al marido de una enferma de esclerosis m¨²ltiple si ¨¦ste le ayuda a viajar a Suiza para suicidarse
Los magistrados brit¨¢nicos se han pronunciado esta ma?ana en contra de la petici¨®n de Debbie Purdy, enferma de esclerosis m¨²ltiple, de que precisen los t¨¦rminos de la ley que persigue a aquellos que colaboren en el suicidio de otra persona. Purdy hab¨ªa ganado a la Fiscal¨ªa un proceso legal previo para exigir al Tribunal Supremo una aclaraci¨®n.
La preocupaci¨®n de la brit¨¢nica de 45 a?os es que la ley pueda perseguir a su marido, el violinista cubano de jazz Omar Puente, si ¨¦ste le ayuda a viajar a Suiza en caso de que decidiera poner fin a su vida. Purdy no quiere morir, pero le preocupa mantener su libertad de decisi¨®n en caso de que el avance de la enfermedad le llevara a desearlo. Sus manos se han debilitado tanto recientemente que ya no puede impulsar la silla de ruedas en la que se encuentra y ha de servirse de un motor el¨¦ctrico.
"Su problema es que quiere atrasar su suicidio todo lo posible. Quiere tambi¨¦n evitar en lo posible el peligro de que su marido sea perseguido por ayudarle", ha explicado su abogado, David Pannick. El letrado considera que la negativa del alto tribunal brit¨¢nico viola los derechos de su cliente recogidos en la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos, ya que, asegura, avalan un reglamento que no precisa con claridad las circunstancias en que alguien puede ser perseguido. Si su marido puede ser perseguido, "es m¨¢s probable que viaje al extranjero m¨¢s pronto que tarde", ha a?adido Pannick.
Una vida de viajes
Antes de caer enferma, Purdy hab¨ªa vivido en Singapur, Jap¨®n, Hong Kong, Noruega y Estados Unidos, vendiendo joyer¨ªa, trabajando como periodista musical, camarera y bailarina, seg¨²n informa el diario brit¨¢nico The Guardian. Fue en una entrevista donde conoci¨® a su marido, Omar Puente. En declaraciones anteriores, la brit¨¢nica se hab¨ªa confesado como "una adicta a la adrenalina", explicando que sol¨ªa hacer paracaidismo y senderismo antes de su enfermedad.
Purdey es miembro de la asociaci¨®n suiza Dignitas por el derecho a morir. A la salida del tribunal, Purdey segu¨ªa sin saber si pondr¨ªa fin a su vida en el futuro. "De momento, no s¨¦ cu¨¢ndo ni si esto ocurrir¨¢. Puede que no. Pero para saberlo tengo que recopilar cierta informaci¨®n m¨¦dica y viajar a Suiza", ha declarado esta ma?ana. "Si tan s¨®lo aclararan si, por ejemplo, recopilar informaci¨®n m¨¦dica es pasarse de la ley, pero no empujar tu silla de ruedas o hablar contigo del tema, entonces lo sabr¨ªamos".
Son 101 los brit¨¢nicos que han viajado a Suiza para poner fin a su vida. Ning¨²n familiar ha sido perseguido, pero Purdy quer¨ªa una garant¨ªa de que su marido no tendr¨ªa problemas si estaba a su lado en el momento de morir.
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