?Que ning¨²n cachorro quede atr¨¢s!
Operaci¨®n Cachorritos de Bagdad trata de que los soldados enviados a Irak y Afganist¨¢n puedan llevarse a casa a los perros que adopten durante su misi¨®n
Se llama Ratchet, naci¨® en Irak y fue adoptado siendo un cachorro por la sargento del ej¨¦rcito de EE UU Gwen Beberg durante los m¨¢s de quince meses de permanencia adicionales que le tocaron en el frente. Ella y un compa?ero rescataron al perrito de un mont¨®n de basura ardiendo, pero las ordenanzas del ej¨¦rcito de EE UU dejan claro que no se pueden tener mascotas y, ni mucho menos, llev¨¢rselas de vuelta a casa.
Beberg, que est¨¢ siendo investigada por adoptar a Ratchet, ha lanzado una recogida de firmas de por Internet pidiendo que le permitan llevarse al animal de vuelta a casa con ayuda de la ONG Operation Bagdad Pups (Operaci¨®n Cachorritos de Bagdad, OCB). Ya ha recogido m¨¢s de 50.000 firmas en tan s¨®lo ocho d¨ªas.
Pero el caso de Beberg no es ¨²nico. La organizaci¨®n naci¨® el 11 de septiembre del a?o pasado a ra¨ªz de la petici¨®n de ayuda de un soldado destinado en Irak que tambi¨¦n quer¨ªa llevarse a casa a un perro que hab¨ªan adoptado y criado entre los miembros de su unidad. Los soldados aborrec¨ªan la idea de abandonar a su nuevo amigo en un pa¨ªs en guerra. Entonces, la Society for the Prevention of Cruelty Against Animals, una ONG de EE UU dedicada a la defensa de los animals, organiz¨® el grupo especial OCB.
El comentario de un ingeniero militar de EE UU en la petici¨®n de firmas explica las razones que mueven al grupo. "[...] Tenemos un cachorrito aqu¨ª... Cada uno de los soldados que reciben su visita cada d¨ªa es un poquito m¨¢s feliz por un rato. Una peque?a dosis del amor de un perro puede cambiar la actitud de muchos soldados m¨¢s deprisa y eficazmente que ning¨²n asesor psicol¨®gico en este teatro de guerra". La organizaci¨®n afirma haber rescatado ya a 35 animales.
Requisitos
OCB organiza el viaje del perro o gato elegido desde Irak o Afganist¨¢n hasta la casa del soldado que lo haya adoptado. Para ello, pone una serie de requisitos para asegurarse de que el animal no ser¨¢ abandonado y est¨¢ en condiciones de vivir en compa?¨ªa de personas. Tienen que haber pasado al menos dos meses conviviendo con un soldado y haber sido adoptados siendo cachorros, y, por supuesto, tener una casa esper¨¢ndole en EE UU. Los miembros de OCB preparan el viaje, los vacunan y mantienen hasta el momento en que lleguen a su nuevo hogar.
"Cuidar de Charlie cada d¨ªa me dio algo que desear cada d¨ªa [...] Cuando jug¨¢bamos con ¨¦l olvid¨¢bamos d¨®nde est¨¢bamos, las cosas horribles que hab¨ªamos visto y lo que nos quedaba por delante. Charlie hizo nuestra estancia en Irak m¨¢s soportable. Era como un trocito de casa en mitad de Bagdad", relat¨® un soldado sobre el primero de los animales que la organizaci¨®n logr¨® llevar a EE UU.
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