Cierra el peri¨®dico liban¨¦s de lengua inglesa de mayor prestigio
Era una de las pocas publicaciones independientes de Oriente Pr¨®ximo.- El due?o niega que el cierre se deba a la situaci¨®n financiera del diario
De repente, sin avisar, The Daily Star falt¨® la semana pasada a su cita con los lectores. El propietario y director de ese diario liban¨¦s en ingl¨¦s, Jamil Mroue, niega sin embargo que sean las deudas las que han motivado la orden judicial de cierre que deja en la calle a 87 personas y silencia una de las pocas voces independientes de Oriente Pr¨®ximo. "Quieren darnos una lecci¨®n a m¨ª y al peri¨®dico, pero de qu¨¦ lecci¨®n se trata es un misterio", asegura Mroue a EL PA?S en una entrevista por email.
"Las razones no son financieras. El Standard Chartered Bank tiene suficiente avales inmobiliarios para cubrir la deuda", afirma Mroue contradiciendo informaciones aparecidas en la prensa estadounidense. "Si la cuesti¨®n fuera econ¨®mica, ?por qu¨¦ cerrar el peri¨®dico? ?por qu¨¦ no aceptar nuestra oferta de que se queden con la propiedad hipotecada o quedarse con un porcentaje de nuestros ingresos mensuales?", se pregunta el empresario antes de aclarar que la deuda no es exorbitante. "Se trata de 800.000 d¨®lares", precisa.
Apenas hab¨ªan pasado 90 minutos desde que el juez declar¨® la bancarrota. Ni siquiera nos enviaron un aviso o nos dieron un per¨ªodo de gracia para apelar
Mroue no niega sin embargo que mantiene diferencias con el banco acreedor. "Les pagamos 650.000 d¨®lares hace tres a?os, pero discutimos su adherencia r¨ªgida a un porcentaje de inter¨¦s constante", explica. El problema es que desde el asesinato del primer ministro Rafic Hariri, L¨ªbano ha vivido unos a?os muy dif¨ªciles. Calcula que entre los otros 14 asesinatos pol¨ªticos y la guerra con Israel del verano de 2006, el peri¨®dico ha carecido totalmente de publicidad durante 430 d¨ªas. "Nos cargan el inter¨¦s como si todos los d¨ªas fueran Navidad y no aceptamos esa rigidez". ?sa es la disputa que habr¨ªa llevado al Standard Chartered a llevarles a los tribunales.
Pero a Mroue se muestra suspicaz ante la rapidez con que se ejecut¨® la orden judicial para clausurar el diario. "Apenas hab¨ªan pasado 90 minutos desde que el juez declar¨® la bancarrota", apunta. De hecho, la intervenci¨®n, el pasado d¨ªa 15, despu¨¦s de que saliera la ¨²ltima edici¨®n el d¨ªa anterior, tambi¨¦n pill¨® por sorpresa a los trabajadores. Cuando se presentaron los agentes judiciales, conmin¨¢ndoles a que abandonaran las instalaciones, ni siquiera tuvieron tiempo de llevarse sus ordenadores port¨¢tiles.
"Ni siquiera nos enviaron un aviso o nos dieron un per¨ªodo de gracia para apelar", se queja este hombre que desde mediados de los ochenta, en medio de la guerra civil libanesa que oblig¨® a cerrar el peri¨®dico fundado por su padre en 1952, ha tratado de mantener su cabecera en el quiosco.
Desde su refundaci¨®n en 1996, con la m¨¢s moderna tecnolog¨ªa, The Daily Star se hab¨ªa convertido en uno de los pocos peri¨®dicos independientes de Oriente Pr¨®ximo. Sus p¨¢ginas inclu¨ªan tanto art¨ªculos de islamistas radicales como de neoconservadores. Para sobrevivir sin la ayuda gubernamental o de un grupo o figura pol¨ªtica que dictaran su propia l¨ªnea, como es el caso de la mayor¨ªa de las publicaciones en esta parte del mundo, el diario depend¨ªa de la publicidad. Sin embargo, la crisis de anunciantes que provoc¨® la guerra de 2006 ya oblig¨® a cerrar las ediciones de Egipto, Qatar y Kuwait que se distribu¨ªan junto con el International Herald Tribune. "No es la industria period¨ªstica la que est¨¢ siempre en peligro de muerto y necesitada de t¨¦cnicas de resucitaci¨®n. Es la libertad de prensa", concluye convencido de que eso es "lo que est¨¢ en juego m¨¢s all¨¢ de las peleas con bancos, anunciantes y lectores volubles".
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