Una asignatura como otra cualquiera

No se puede objetar a Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa. Como tampoco podr¨ªan los creacionistas a la teor¨ªa de la evoluci¨®n en Ciencias Naturales o Conocimiento del Medio ni los negacionistas del Holocausto en Historia. El Supremo ha hecho p¨²blica la esperada sentencia que pone por fin orden al caos jur¨ªdico que ha reinado en los ¨²ltimos 17 meses, con el goteo de sentencias contradictorias procedentes de distintos tribunales superiores de justicia auton¨®micos. La ¨²ltima, del Pa¨ªs Vasco, sali¨® ayer mismo. El Supremo rechaza los recursos presentados por padres objetores de cursar esta materia. Ni ve probado que con ella se vaya a "adoctrinar" a los ni?os, lo que lesionar¨ªa los derechos de los padres a que se respeten sus convicciones, ni que la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE), de 2006, que es la que establece esta materia como obligatoria, incurra en ninguna ilegalidad. Ahora, los estudiantes objetores tendr¨¢n que volver a las aulas de Ciudadan¨ªa y recuperar las clases perdidas.

Pero la batalla jur¨ªdica no acaba con esta sentencia porque el problema de fondo realmente no era de esta ¨ªndole. Es pol¨ªtico. Los objetores ya han anunciado que recurrir¨¢n al Constitucional. Los populares han encontrado en este conflicto, creado inicialmente por los obispos y asociaciones con ideas afines a ellos (como el Foro de la Familia y la confederaci¨®n de padres Concapa), un buen tema con el que crear conflicto en el ¨¢mbito educativo. Relacionado adem¨¢s con uno de los aspectos m¨¢s sensibles de la educaci¨®n: la transmisi¨®n de valores. No es casualidad que esta trifulca surja adem¨¢s en un momento en el que la Iglesia cat¨®lica espa?ola ve reducidas las vocaciones, as¨ª como puestos en cuesti¨®n algunos de sus dogmas m¨¢s arraigados ante determinadas iniciativas pol¨ªticas del Gobierno socialista, como la aprobaci¨®n por ley del matrimonio homosexual y la revisi¨®n de los supuestos sobre el aborto. El hecho de que la inmensa mayor¨ªa de los contenidos de Ciudadan¨ªa lleven d¨¦cadas incorporados a la asignatura tambi¨¦n obligatoria desde 1990 de ?tica reafirma el argumento de que no se trata de una revuelta casual.

"Es una asignatura como otra cualquiera", se ha apresurado a reaccionar ante la sentencia la ministra de Educaci¨®n, Mercedes Cabrera. "Y obligatoria". Ahora est¨¢ claro. Porque los valores de convivencia, de ciudadan¨ªa, constitucionales, europeos, globales... deben transmitirse. Hasta ahora esto se hac¨ªa s¨®lo "de forma transversal", seg¨²n dec¨ªa la legislaci¨®n anterior a la LOE. Los profesores siguen haciendo el pino en clase para incluir la educaci¨®n en esos valores (para la paz, para la igualdad de sexos, de respeto al medio ambiente...) en sus asignaturas, una tarea complicada cuando apenas tienen horas para dar los contenidos. La ley educativa s¨®lo dice que se debe ense?ar los que se?alan las leyes espa?olas y la Constituci¨®n. Y si el matrimonio homosexual, la base principal de esta controversia, est¨¢ regulado por ley, no se puede defender a estas alturas que se oculte a los chavales. Otra cosa es que se les explique que hay una parte de la sociedad que no est¨¢ de acuerdo con que se denomine igual que el que tiene lugar entre personas de diferente sexo. Y por qu¨¦ piensan as¨ª. Educar, en efecto, sin adoctrinar. Informando con rigor para que cada cual tenga la libertad de formarse su propia opini¨®n.