La ONU condena a Espa?a por no dejar que un enfermo de sida terminal muriera en su casa
El Comit¨¦ de Derechos Humanos del organismo cree que se priv¨® a la familia de una informaci¨®n de gran impacto
El Comit¨¦ de Derechos Humanos de la ONU ha condenado al Estado espa?ol por no permitir al entonces recluso Diego Morales, que cumpl¨ªa condena en la c¨¢rcel de El Dueso (Cantabria) y que afrontaba la fase terminal de la enfermedad del sida, que pasara sus ¨²ltimos d¨ªas en la casa de sus padres, en Murcia, falleciendo el 1 de enero de 1994. Con esta decisi¨®n de Naciones Unidas, la familia Morales considera cerrado un agrio proceso judicial, iniciado hace m¨¢s de 15 a?os, y que fue desestimado en Espa?a en ¨²ltima instancia por el Tribunal Constitucional.
En este sentido Isabel, hermana del fallecido, record¨® ayer que los hechos se remontan a finales de 1993, fecha en la que todav¨ªa los tratamientos m¨¦dicos contra el sida no estaban muy avanzados. Concretamente el 25 de octubre de 1993 un documento de Instituciones Penitenciarias enviado denegaba el tercer grado a Diego Morales, pero advert¨ªa a los responsables del penal de que en el caso de un agravamiento de su salud podr¨ªa modificar esta decisi¨®n, por lo que le advert¨ªa de que deber¨ªa comunicarlo. "Fueron unos momentos muy duros para toda la familia", asegur¨® ayer Isabel, desbordada por los medios de comunicaci¨®n "despu¨¦s de quince a?os de silencio de todo el mundo ante la injusticia de lo que pas¨® con mi hermano".
El dictamen del Comit¨¦ de la ONU da la raz¨®n a los postulados de la familia, representada por el abogado experto en temas de Derechos Humanos Jos¨¦ Luis Maz¨®n, cuando se?ala: "La actitud pasiva del centro penitenciario, que tampoco inform¨® a la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias del agravamiento de la salud del interno, Diego Morales, priv¨® a sus familiares de una informaci¨®n que, sin duda, tuvo un impacto significativo en sus vidas".
La familia destaca, en este punto, que el dictamen sostiene que la falta de actuaci¨®n de los responsables de la c¨¢rcel provoc¨® un aceleramiento de la enfermedad: "Nos dijeron que Diego estaba mal, pero no hasta el punto de enterarnos unos d¨ªas despu¨¦s de que hab¨ªa muerto en el hospital de la prisi¨®n", se lamenta Isabel, quien considera una aberraci¨®n que tuviera que morir el 1 de enero de 1994 "esposado", cuando pudo haber pasado sus ¨²ltimos d¨ªas entre familiares. "Y eso provoc¨® un trauma irreparable en mi madre, que quince d¨ªas antes hab¨ªa visto fallecer a mi padre de c¨¢ncer, y un a?o atr¨¢s a otro de sus hijos en un accidente de moto", recuerda.
Con este dictamen, el Comit¨¦ de la ONU da un plazo de 180 d¨ªas al Gobierno de Espa?a para que le env¨ªe informaci¨®n sobre las medidas que haya adoptado para aplicar esta decisi¨®n, al mismo tiempo que le obliga a ofrecer a los familiares del fallecido "una reparaci¨®n apropiada, incluida una indemnizaci¨®n adecuada a la violaci¨®n que se ha producido" y le advierte sobre la obligaci¨®n "de evitar que se cometan violaciones similares en el futuro". En este sentido, la hermana del fallecido asegura que hoy en d¨ªa, la ¨²nica reparaci¨®n posible es que no vuelva a ocurrir algo as¨ª en Espa?a, "aunque tenemos que ser realistas y darnos cuenta de que s¨®lo los que tenemos medios podemos acudir a tribunales como el de la ONU. Otros muchos presos no pueden decir lo mismo".
Por su parte, el letrado Maz¨®n sostiene que la decisi¨®n de Naciones Unidas es "una condena contra la deshumanizaci¨®n penitenciaria y contra la insensibilidad de los jueces" que intervinieron en el caso, al igual que la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo y el Constitucional, que dieron por buena la crueldad con que se trat¨® al preso en sus ¨²ltimos meses". Asimismo, resalta que el dictamen dice que el Estado debe de tomar medidas para que no se produzcan violaciones parecidas. "Hay muchos presos enfermos de sida en las c¨¢rceles y se les retiene all¨ª hasta poco antes de morir, esta es la pol¨ªtica del Estado", sentencia Maz¨®n, quien logr¨® la inhabilitaci¨®n del pol¨¦mico juez Ferr¨ªn Calamita por la paralizaci¨®n de la adopci¨®n de dos lesbianas.
Diego Morales fue condenado por varios delitos contra la propiedad y por intento de fuga a un total de 28 a?os de prisi¨®n. En junio de 1984, con 27 a?os, ingres¨® en la c¨¢rcel de Murcia, donde permaneci¨® hasta el 12 de octubre de 1985, para cumplir su condena. Posteriormente fue trasladado a las prisiones de Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz) y Gij¨®n, para terminar en la de El Dueso (Cantabria), informa Efe.
En un informe m¨¦dico de noviembre de 1990, expedido con ocasi¨®n de su llegada al centro penitenciario de Gij¨®n, consta que hab¨ªa sido diagnosticado como VIH positivo el 4 de abril de 1989. Seg¨²n la familia, que lamenta que no fuera tratado m¨¦dicamente hasta un a?os despu¨¦s de diagnosticarle la enfermedad, esta ser¨ªa la prueba de que hubiera sido contagiado en uno de los centros penitenciarios en los que fue recluido, t¨¦rminos en los que no entra el dictamen de la ONU, ya que no ve posible su comprobaci¨®n.
Ya en El Dueso (Cantabria), a?ade la resoluci¨®n del Comit¨¦ de la ONU, fue atendido en marzo de 1993 por los servicios m¨¦dicos del establecimiento por diversas dolencias, y con posterioridad la enfermedad que padec¨ªa se complic¨® con una tuberculosis pulmonar y una infecci¨®n intestinal.
Instituciones Penitenciarias no quiso hacer ayer declaraciones al respecto al tratarse, seg¨²n uno de los portavoces de prensa, "de un caso que ocurri¨® con otra Administraci¨®n".
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