Una ciudad paralizada, hora a hora
Un periodista de ELPA?S.com ha descrito desde su tel¨¦fono m¨®vil al minuto su segundo d¨ªa de recorrido por las calles de la capital mexicana dos d¨ªas despu¨¦s de que saltara la alarma por una rara gripe porcina que ha provocado la muerte de al menos 20 personas
Ciudad de M¨¦xico, 8.40 (15.40, hora peninsular espa?ola)
8.53. Sin ejercicio matinal
No habr¨¢ pleitos. Cerrar¨¢n los juzgados familiar, civil y mercantil, y los tribunales donde se dirimen las controversias entre patrones y empleados. Solo el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, da una conferencia de prensa. "Sin suspender la actividad econ¨®mica", dice, el Gobierno de la Ciudad busca reducir al m¨¢ximo las actividades. No abrir¨¢n ni el mas famoso zool¨®gico y los corredores, que son legi¨®n, se han quedado enjaulados. "Me cuesta mucho no salir a correr, el viernes no lo permitieron, la gente tiene miedo", dice David.
10.27. Alerta m¨¢xima
En una escala del 1 al 10, en la que diez significar¨ªa cerrar el aeropuerto, estamos en 8, me acaba de decir el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. En las ultimas horas, ha habido 5 muertos. Alerta m¨¢xima.
11.26. Sin caf¨¦ y ni Biblia
"Es que de verdad, cerrar para m¨ª va a ser mortal". El restaurantero vino por un caf¨¦. Yo tambi¨¦n. Se llama Punta del Cielo. Es una franquicia mexicana. Caf¨¦ mezclado de Chiapas, Oaxaca y Veracruz. Y el restaurantero no sabe qu¨¦ hacer. Porque, por ejemplo, Starbucks, al menos el de Campos El¨ªseos, en el coraz¨®n de la zona hotelera de lujo, est¨¢ cerrado. De hecho ya no deber¨ªa escribir "est¨¢ cerrado". Solo deber¨ªa decir el nombre, y que ustedes completaran mentalmente con un silencioso "tambi¨¦n ese est¨¢ cerrado". O cancelado. Como por ejemplo el encuentro semanal en el Marriot del centenar de crisitianos que leen cada domingo aqu¨ª la Biblia. S¨ª, ya s¨¦, es curioso que en el Marriot se re¨²nan decenas y decenas de personas a leer la Biblia. Pues as¨ª ocurre en el Marriot cada semana... Hasta nuevo aviso. El restaurantero del Nautilus ya pag¨® su caf¨¦. No sabe si abrir¨¢, ni cu¨¢ndo.
11.40. M¨¢s tranquilidad que nunca
Cooooon uuuustedessss... La mejor terraza para tomar cafe en todo el Distrito Federal. Ejemm. Bueno, la mejor cuando no hay contingencia por la influenza porcina. Ahora puede que la encuentren muy poco atractiva, pero en d¨ªas normales ponen unas sillas de mimbre muy c¨®modas. Se sienta uno, amontona los peri¨®dicos del domingo y, acompa?ados de los gritos de los cr¨ªos que juegan en el Parque Lincoln, uno puede hojear papeles por horas. ?D¨®nde jugar¨¢n hoy los ni?os?
11.43. Camino del hospital
Don Gustavo es taxista desde hace 16 a?os. Ya se hab¨ªa parado en dos farmacias y nada. No hab¨ªa mascarillas. Yo le regal¨¦ una de las m¨ªas. Dice que en el norte de la ciudad cerraron los parques, pero que de cualquier manera la gente corre afuera, es decir, siguen sus rutinas de ejercicio. Las mascarillas de hoy son verdes. Don Gustavo me lleva al hospital ABC. Vamos a ver qu¨¦ pasa ah¨ª.
12.26. Hospital en calma
"Todos deber¨ªamos estar preocupados", me dice un m¨¦dico en el hospital ABC que de inmediato sentencia: las autoridades hicieron lo correcto al decretar dos cosas, la suspension de clases y el retener todos los antivirales con los que se trata el mal, para evitar especulaci¨®n y que la gente se automedique. Porque en Mexico, y esto lo sabe cualquiera, hay un deporte nacional que consiste en estas tres jugadas : 1) sentirse mal, 2) llamarle al pap¨¢, mam¨¢, t¨ªo, t¨ªa, vecino o amigo que seg¨²n eso sabe mucho de padecimientos y sus remedios, y 3) comprar, sin dificultad alguna, casi cualquier medicamento sin receta oficial. En el ABC, sin embargo, todo es tranquilidad. Absoluta tranquilidad. Nadie en el Laboratorio. Nadie. Unos cuantos en Emergencias. Solo una cosa incomoda al m¨¦dico que me encontr¨¦. El reto, dice, es ma?ana, cuando la gente se agolpe en el transporte publico. Como sardinas. Codo con codo. Cuando le platico eso, Don Gustavo propone que vayamos a la central de autobuses de Observatorio, la que surte a las rutas del Poniente. Estamos a 10 minutos.
12.05. Discurso presidencial
Habl¨® el presidente Calder¨®n. Mantener la calma, pide. Sali¨® para tranquilizar. Tiene desde hace meses altos niveles de aprobaci¨®n. Don Gustavo me actualiza: los cines tambi¨¦n han cerrado ya. Vamos a unos para ver.
12.34. La teor¨ªa de la confabulaci¨®n
Ok, lo reconozco de entrada. Fue una pregunta tonta. Hab¨ªa un banco abierto. S¨ª, en domingo, uno de esos chiquitos. IXE, se llama. El tipo de cambio peso-d¨®lar me pareci¨® mejor que el de la semana y entr¨¦ a cambiar unos d¨®lares. A punto de concluir el tramite le pregunto a la cajera, una morena regordeta que no ha llegado a los 30 a?os: "Oiga, ?y usted cree que ma?ana va a subir el d¨®lar por lo del virus?". Conste que advert¨ª que la pregunta era tonta. "Pos qui¨¦n sabe, porque ya ve, dicen que esto es como lo de Salinas". Traducci¨®n: que todo esto es una invenci¨®n del Gobierno, como lo del Chupacabras del que ya habl¨¢bamos aqu¨ª ayer. Trato de poner cara de seriedad (es dif¨ªcil con la mascarilla) y le pregunto. "Y usted y su familia, ?qu¨¦ creen?". Muestra su sonrisa ordenada y asiente: "Que todo es cuento". Enmudezco. Calder¨®n va a tener que salir m¨¢s veces en la tele.
13.50. La gente no va al cine
Esto es Parque Delta. Aqu¨ª hab¨ªa un estadio de b¨¦isbol y mucha nostalgia, pero nada m¨¢s. Ah¨ª jugaban los Diablos Rojos (?hay de otro color?) de M¨¦xico. Hoy en cualquier domingo hay en este lugar muchas, pero much¨ªsimas m¨¢s personas que las que al final de su historia asist¨ªan al desaparecido estadio. Claro, consumo contra beisbol, ya saben quien gana en fanaticada. Pues correcci¨®n. Cinemex, una de las dos cadenas mas importantes de salas de cine, no ha cerrado. En el pecado llevan la penitencia. De mil cien entradas promedio que deber¨ªan vender a esta hora, solo llevan vendidas un centenar. "Pero la gerencia ya est¨¢ viendo qu¨¦ hacer", me dice el despachador. Como repite la abuela de una amiga: "Est¨¢n viendo y no ven".
13.21. Todos juntos
"Necesitamos convencer a las personas de que sigan las medidas de prevenci¨®n. Necesitamos que la gente nos haga caso". Lo dice el Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico. "Estamos observando el crecimiento de la ola". Los funcionarios insisten a los medios: ay¨²denos con este mensaje. Es serio. Es manejable. Existen los medicamentos. Tenemos que reducir la velocidad de contagio. Tenemos que actuar todos juntos.
13.06. Preguntas y respuestas
Nueva discusi¨®n: ?Cu¨¢ndo cambio mi mascarilla? Primera respuesta: cuando ya huela mal. Primera duda: ?qu¨¦ hago con la usada? Bueno, ah¨ª la cosa no est¨¢ tan clara. Hay que meterla, dicen los especialistas, en una bolsita, cerrar esta y ponerla en la basura. Lo malo es que esta ciudad carece pr¨¢cticamente de contenedores. As¨ª que a cargar con la bolsita con la mascarilla usada. Alguien vio por ah¨ª al jefe de gobierno Marcelo Ebrard con una, azul, de esas semirigidas, que son las que mas recomiendan. Las otras, las que son de una fibra delgad¨ªsima, esas hay que cambiarlas cada dos horas. Y practiquen en su casa, o en su coche, pero a solas. Parece muy sencillo pon¨¦rselas, pero no se conf¨ªen, porque si no se descubrir¨¢n emulando, sin quererlo, a Mr Bean.
14.05. El Palacio de Hierro
Suena el tel¨¦fono. Llaman de El Palacio de Hierro, o sea, nuestra versi¨®n de El Corte Ingl¨¦s. La voz es femenina y pregunta por el se?or Camarena. “Para hacerle la atenta invitaci¨®n para que el pr¨®ximo 1 de mayo aproveche nuestra promoci¨®n de 20% de descuento o 18 de meses sin intereses”. Como dir¨ªa un ex senador panista, Diego Fern¨¢ndez de Cevallos, “no cactan” (no entienden). A ver, si ya se suspendieron las clases hasta el 6 de mayo, ?no deber¨ªan de suspenderse muchas cosas m¨¢s? La se?orita me explica que ella trabaja en el call center del Palacio de Hierro. Que no sabe si la barata se va a cancelar por la emergencia, “no tenemos ninguna notificaci¨®n”. Ella me asegura que usa en estos momentos, mientras hablamos, su mascarilla. No le creo. Asegura que s¨ª. Se despide, siempre amable: “esperemos que la contigencia por el bien de todos se pueda contener”. Sus jefes no cactan.
14.47. Horas cr¨ªticas
El Gobierno hace saber. Las pr¨®ximas 48 horas son cr¨ªticas. El informe que hagan las autoridades en el Distrito Federal para saber el nuevo n¨²mero de v¨ªctimas mortales y contagios es cr¨ªtico: de los n¨²meros surgir¨¢ la decisi¨®n de cerrar o no cerrar las actividades de la ciudad. En otras palabras, ha mandado a todos de vacaciones. Decisi¨®n dr¨¢stica, pero, insisten, si se ha de tomar, mejor antes que despu¨¦s.
15.20. Focos de riesgo
Ten¨ªa raz¨®n el escritor neoyorquino Pete Hamill. En su libro News is a verb, el periodista aseguraba que la calidad del periodismo estadounidense cay¨® cuando los redactores jefe dejaron de viajar en transporte p¨²blico y se encapsularon en su SUV, en sus camionetas completamente acondicionadas. Con la camioneta llego a la casa en los suburbios y al desapego de los problemas de la ciudad. De eso me acord¨¦ hace rato cuando por primera vez en 36 horas me sub¨ª a la SUV. ?Quuuu¨¦ diferencia! ?Aire acondicionado! ?M¨²sica de mi Ipod! Y esa sensaci¨®n de que voy a gusto en mi peque?o mundo. Incluso me quit¨¦ la mascarilla. El problema es que ma?ana lunes la ciudad de M¨¦xico volver¨¢ a la realidad: el principal medio de transporte es el Microbus, o Pesero. El segundo, el taxi. El tercero, el Metro. Primero y tercero, garantes de aglomeraci¨®n. Focos de riesgo.
15.56. Como si viniera el Apocalipsis
Informe de los amigos. Esperanza tiene gripa, dije gripa. Vuela en unos minutos a DF proveniente de Miami. Quiso, por su voluntad, que la revisaran antes de embarcar. Nadie le hizo caso. Viajar¨¢ con sus s¨ªntomas... de gripa. Carlos ya mand¨® a sus hijos fuera de la ciudad, preferir¨ªa enviarlos a un lugar m¨¢s seguro, como Guatemala, bromea, pero solo los envi¨® a Valle de Bravo, a dos horas por carretera. Randy quiere saber si puede donar dinero a alguna ONG que est¨¦ ayudando con la epidemia. Roy volar¨¢ desde Per¨² hacia M¨¦xico esta noche, dice que con cierto temor. Lo tranquilizo, tiene m¨¢s de 50 a?os, est¨¢ fuera del grupo de m¨¢s riesgo. Desde Uruguay, Dante cree que sus amigos mexicanos exageran: "Imaginan cientos de personas tiradas en el z¨®calo, alerta como si fuera a venir el Apocalipsis. Despu¨¦s aparece alg¨²n viejo austriaco que viola a su hija o alg¨²n freak en YouTube y se olvidan".
16.00. Las iglesias se vac¨ªan
A San Charbel Majluf se le venera en la Iglesia de San Agust¨ªn. Todos los domingos hay aqu¨ª 12 misas. Hoy hay 12 personas. Aqu¨ª sentados caben m¨¢s de 600. Uno compra afuera, en el mercado, un jir¨®n, hay de varios colores, y tras apuntar la petici¨®n divina lo amarra en unos bastidores que est¨¢n junto a la imagen del santo liban¨¦s, plet¨®ricos. Dicen que es muy milagroso. Y el vendedor de jirones, y otros objetos relativos al beato maronita, dice que a pesar de que no hay misas ha vendido m¨¢s o menos. Por c¨®mo lo expresa, estoy seguro de que ha vendido bien. En cambio, el anciano que vende globos para los ni?os fuma su cigarro sin filtro y dice "nada, no he vendido nada".
17.14. ?Alguien ha visto a los muertos?
Me llaman dos amigas que no se conocen entre s¨ª, a pesar de ser ambas de Chihuahua... Lo que acabo de escribir es una tonter¨ªa, porque el territorio chihuahuense es pr¨¢cticamente el mismo que el espa?ol. Dec¨ªa que esas dos amigas me llamaron con un lapso menor a quince minutos. Con la misma duda, con la misma pregunta: "Mucha emergencia, ?pero alguien ha visto a uno de los muertos, a uno de los fallecidos?".
19.38. Falta informaci¨®n
Dos de peri¨®dicos: El Universal (on line) dice que el Ministro de Salud ya reconoce 103 muertes por fiebre porcina. Acredita la informaci¨®n a la agencia del Gobierno, que nunca se ha convertido en agencia de Estado, Notimex. ?Pasamos de 20 casos oficiales a 103 oficiales? ?O pasamos de los 80 no confirmados ayer a.... Hmmm? Falta informaci¨®n. La segunda noticia de un peri¨®dico, esta vez del The New York Times (la traducci¨®n es libre): "La pregunta central que a todos los expertos del mundo en este campo les gustar¨ªa responder es, dice en entrevista Martin Cetron, director de Migraci¨®n Global y Cuarentenas del Centro para el Control de las Enfermedades, ?CU?NTOS CASOS NO EXTREMOS HAY EN M?XICO?
El silencio ya no es por decreto
Cuando mataron al candidato del PRI Luis Donaldo Colosio, en marzo hizo 15 a?os, el pa¨ªs entero se fue a dormir con la enorme inc¨®gnita que tenemos de nuevo hoy: qu¨¦ va a pasar ma?ana. En 1994, la televisi¨®n privada, que era m¨¢s oficial que la estatal, decret¨® el silencio. Miro hacia las ventanas de los vecinos y hay pantallas de plasma por doquier, encendidas. No se percibe tanta calma como en la noche de aquel 23 de marzo. Hoy cada quien decide qu¨¦ ver en la tv. Y qu¨¦ leer en internet. El silencio ya no es por decreto.
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