La 'doble condena' de las mujeres presas en Espa?a
Instituciones Penitenciarias lanza un plan contra la discriminaci¨®n que sufren las reclusas, s¨®lo un 8,5% de la poblaci¨®n carcelaria, respecto a sus compa?eros varones
Mar¨ªa est¨¢ en la treintena, condenada por tr¨¢fico de drogas. Le han ca¨ªdo entre tres y ocho a?os, que cumple lejos de su ciudad. En la casa familiar ha dejado a varias personas que dependen de ella, y eso le produce incertidumbre, angustia y culpabilidad. Aunque ella tambi¨¦n es dependiente, emocionalmente, de su pareja, que alguna vez le ha pegado o violado. Como si no fuese bastante, sus condiciones en la c¨¢rcel tambi¨¦n la discriminan. Por ser minor¨ªa no tiene acceso a los mismos derechos y recursos materiales que sus compa?eros varones. Hasta en la c¨¢rcel Mar¨ªa arrastra desigualdades como las que ayudaron a ponerla en la senda del delito.
Mar¨ªa no es nadie en concreto, cumple el perfil de las reclusas en las c¨¢rceles espa?olas. Representan un 8,5% del total de presos y sufren desigualdades materiales y asistenciales. Barreras que ponen a¨²n m¨¢s dif¨ªcil su promoci¨®n dentro de las prisiones y su preparaci¨®n para un mundo que hasta ahora les ha sido hostil. Por ello y en la l¨ªnea de las pol¨ªticas de Igualdad, Instituciones Penitenciarias ha lanzado el programa de acciones para la igualdad entre mujeres y hombres en el ¨¢mbito penitenciario, que pretende atacar estas situaciones y atender a las mujeres seg¨²n sus necesidades. "A veces ellas no son culpables sino v¨ªctimas; queremos conseguir que recompongan su vida, abordar los problemas que ya ten¨ªan antes de entrar, la drogodependencia, la falta de formaci¨®n y sus problemas de salud, para que cuando salgan se reincorporen en mejores condiciones que cuando llegaron", ha explicado Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones Penitenciarias.
Las medidas buscan promover la igualdad de oportunidades y tener en cuenta el perfil de las presas, cuyos delitos son, en general, menores y de poca peligrosidad. As¨ª, una de las actuaciones m¨¢s importantes ser¨¢ "propiciar una generosa aplicaci¨®n de medidas capaces de acortar la duraci¨®n del encarcelamiento efectivo y la temprana reincorporaci¨®n a sus responsabilidades familiares y laborales" de las mujeres con "perfiles de menor peligrosidad", como las llamadas mulas, que normalmente transportan drogas para solventar una mala situaci¨®n econ¨®mica y que se enfrentan a elevadas penas, por encima de los ocho a?os. Este aspecto ser¨¢ tenido en cuenta especialmente en lo que se refiere a las madres cuyos hijos "cumplen tambi¨¦n condena", seg¨²n Gallizo.
Se establecer¨¢ un programa de "gu¨ªa y tutela personal" con implicaci¨®n en los logros de las reclusas en todos los ¨¢mbitos (autonom¨ªa, educaci¨®n, promoci¨®n de la salud...) y se crear¨¢ en cada establecimiento penitenciario con mujeres un programa espec¨ªfico de asistencia m¨¦dica, social y psicol¨®gica. En general, se trata de crear nuevas infraestructuras y acondicionar las ya existentes para superar la discriminaci¨®n "a la hora de acceder a los servicios y gozar del mismo bienestar del que se han visto privadas, sobre todo en los centros mixtos, donde han venido ocupando los peores m¨®dulos", ha se?alado Gallizo. El proyecto incluye un plan contra la violencia de g¨¦nero, ya que m¨¢s del 80% de las presas han sufrido abusos o malos tratos.
El proyecto empezar¨¢ a desarrollarse bajo la tutela de una Comisi¨®n T¨¦cnica, formada por profesionales de diversos ¨¢mbitos, que tendr¨¢n que promover las iniciativas y servir de "voz cr¨ªtica", en palabras de Gallizo, para controlar su efectividad.
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