?Por qu¨¦ sigue siendo necesario apoyar el D¨ªa Mundial sin Tabaco?
Cada 31 de Mayo, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) celebra el D¨ªa Mundial sin Tabaco. Esta iniciativa trata de recordar los grandes perjuicios que conlleva el tabaco para la sociedad (no s¨®lo para los fumadores). A pesar de que se sabe a ciencia que se trata de un producto que genera adicci¨®n, enfermedades, discapacidades y muertes, el tabaco forma a¨²n parte de nuestra vida cotidiana. Una de cada tres personas es fumadora y la mayor¨ªa se inician en su consumo en edades tempranas, pr¨¢cticamente adolescentes. Por otro lado se estima que m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n no fumadora est¨¢ expuesta al humo ambiental del tabaco. Ante esto hay que alzar la voz. No caben posturas tibias.
La legislaci¨®n actual, a¨²n habiendo supuesto un avance, no est¨¢ resultando suficiente para proteger del humo del cigarrillo a la gran mayor¨ªa de los ciudadanos que no fuman. Aunque se ha disminuido considerablemente la exposici¨®n al humo del tabaco en la mayor¨ªa de centros de trabajo, no ha sido as¨ª en la hosteler¨ªa donde el problema no est¨¢ solo en el humo que inhalan los usuarios durante el rato que est¨¢n en esos establecimientos. El problema tambi¨¦n lo sufren de manera fundamental los trabajadores de esos locales, que siguen exponi¨¦ndose de forma casi permanente a niveles de humo de tabaco claramente nocivos para su salud. Recordemos que no hay un nivel seguro de exposici¨®n al humo ambiental del tabaco y se deber¨ªa garantizar una protecci¨®n total de la poblaci¨®n en espacios cerrados de uso p¨²blico.
La OMS (recientemente galardonada con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Cooperaci¨®n Internacional) considera al tabaquismo como la principal causa de enfermedad y muerte prevenible en nuestro medio. Y a todo esto, no hay que culpabilizar a los fumadores sino al tabaco. La propia OMS se?ala que las personas que desean dejar de fumar deben poder acceder al tratamiento m¨¢s adecuado a sus necesidades y caracter¨ªsticas individuales. Por ello hay que seguir trabajando frente a este problema. No podemos dejar de perseguir el derecho de todos los ciudadanos a disfrutar del m¨¢s alto nivel posible de salud. Una vida sin tabaco es posible.
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